El viernes de la semana pasada, un episodio lamentable provocó la suspensión de clases, por tiempo indeterminado, en la Escuela 750 de Puerto Madryn, ubicada en la intersección de la calle Villegas y la avenida Gales.
Un incendio redujo a cenizas la Sala de Laboratorio, con consecuencias directas en el resto del edificio, al tiempo que, producto de los canales de ventilación, varios espacios, incluso en la planta alta del colegio, quedaron tapados de hollín y polvillo, dejando aulas y oficinas inutilizables hasta tanto se concreten las tareas de limpieza.
La vicedirectora del establecimiento, Jeannette Fernández, sostuvo en diálogo con los medios que “lo intencional era lo que no queríamos reconocer, y esperábamos la confirmación, pero cuando nos dicen que fue así nos amarga más, el ánimo es diferente que si el hecho hubiera ocurrido por un accidente”.
En esta línea, planteó: “Uno tiene que asumir que alguien tiene una cierta maldad para con la institución, pero la verdad es que no sé con qué criterio o con qué fin han hecho este tipo de cosas”.
En cuanto a los autores, dijo desconocer quiénes podrían ser y reconoció que “no sé si podremos llegar a definirlo”.

Pudieron rescatar sólo algunos elementos

Tras el siniestro, que destruyó por completo el laboratorio del establecimiento, “estuvo trabajando la Policía de Investigaciones, hicieron los peritajes por parte de Bomberos, pero no pudieron confirmarnos demasiado”, señaló Fernández, y consultada sobre los elementos que habría sido utilizados por uno o más desconocidos para generar la combustión, sostuvo que “creo que se inició en una de las esquinas y, si mal no recuerdo, tomaron fuego las cortinas; a partir de ahí, todas las mesas, que eran de madera, propagaron más rápido el fuego”.
Luego de la limpieza de escombros, que el personal de la Delegación realizó el sábado siguiente al siniestro, “se pudo realmente confirmar que hay algunos elementos de vidrio, que estaban dentro de armarios y que se pudieron rescatar”, precisó.

No robaron elementos

Actualmente, “hay un grupo de profesores recuperándolos, tendrán que intentar lavarlos y ver si se podrán volver a utilizar o no”, sostuvo la Vicedirectora.
En cuanto al faltante de otros elementos, algo que habían descartado en una primera ocasión, manifestó que “solamente fue el incendio, no detectamos que faltara nada; en algún momento pensamos que tal vez faltaría el televisor de la sala que estaba al lado, pero luego comprobamos que no, que simplemente se había forzado la puerta, así que no hay faltante de elementos; dentro del laboratorio, no sabemos ya que, como se consumió todo, si había cosas que se llevaron, es posible”.

La escuela continúa cerrada

En cuanto al inicio de clases, que continúan suspendidas, Fernández comentó que “en realidad, por ahora es por tiempo indefinido, no podemos precisar cuánto; el tema de la limpieza demorará unos días más” y explicó que “debimos trasladar la Secretaría al SUM; hay personal de Delegación que está trabajando en la limpieza del edificio”.
También, contó que “la planta alta de la escuela está con mucho hollín y el polvillo que generó el incendio, por lo que hay que realizar una limpieza de paredes completa arriba, de punta a punta; también, en la Sala de Informática, las máquinas están llenas de polvillo, por lo que hay que hacer una limpieza de cada una individualmente”.

Clases a distancia

“No solamente fue el laboratorio, sino otros sectores de la escuela” los afectados, expresó Fernández, agregando que las tareas de limpieza “demandarán mucho tiempo, mientras que la luz y el gas permanecen cortados y no se sabe cuándo vuelven”.
Sin embargo, personal del establecimiento educativo, tanto administrativo como así también, docente, asistieron a las instalaciones de la misma durante la semana: “Estuvimos trabajando en actividades para imprimirles a los chicos, ver si podemos subirlas a una plataforma, dejar fotocopias y tener diferentes alternativas para que los chicos continúen desarrollando actividades”, concluyó.