Por Trivia Demir

Tener pesadillas sobre el pasado es bastante normal, lo complicado es cuando se comienza a tener sobre el futuro…La semana en Chubut no podría cerrar con más complicaciones y tristezas. Ayer a la tarde, el gobernador debió concurrir por segunda vez en cinco meses al camposanto. La primera partida fue la de su compañero de fórmula, esta última fue el costo de un desencuentro sostenido con los gobernados, y se sintió como una responsabilidad evitable. En tanto, se ahogó de angustia policíaca la última embestida fuerte de la “Liga Anticorrupción” que lidera el secretario de Seguridad, Federico Massoni a quienes ya muchos consideran “nuestro propio Berni”. La detención del contador Federico Gatica y la apreciación de la existencia de un `entramado para los ilícitos´ según dichos del fiscal, fue un golpe fuerte para toda la estructura dasnevista que aún no fue mencionada por ahora. En ese marco, parte de la vecindad aplaude los que van cayendo y el resto espera con impaciencia la ampliación de la lista de quienes presuntamente se llevaron la plata que falta de las arcas públicas.
A la par, nadie cobró aún sus sueldos en la administración pública, y el segundo mes de escalonamiento ya trae crisis en numerosas familias, comercios, prestadores de servicios y ruptura de cadena de pagos en muchos sectores. Son 3,5 millones de personas alcanzadas por la crisis terminal que muestra el Gobierno y que debieron comenzar a marcar el almanaque con rojo los días 10, 17 o 24. En realidad, el 66% de estas personas que atraviesan la fuerte incertidumbre en sus ingresos y sus vidas, son empleados de la administración provincial. El resto responden a municipios y otros organismos. Pero todos ya comenzaron a sentir los tiempos de pagos, que encima no contempla inflación ni punitorios. A la par la única gestión que se oficializó como para paliar tanto perjuicio fue “postergar” los vencimientos de las tarjetas de crédito. Después no se supo más de alternativas de ayudas con transporte, bono alimenticio u otro posible paliativo. Tampoco se sabe hasta cuándo se dará este escalonamiento, por lo cual las previsiones son nulas.

Buscando soluciones

Por todo esto, el Ejecutivo busca contrareloj pelotear deudas, lo que considera es el primer paso para cualquier otra cosa, y de lo que dependería lisa y llanamente la continuidad de este mandato. Y si con los empleados públicos aplicó el escalonamiento a fin de acomodar por lo menos una masa salarial que le permita llegar a una renegociación de su deuda externa, con los proveedores aplicará un “bono”.
En los últimos días de marzo la Nación anunció un préstamo de $ 983 millones para atender las necesidades financieras de Chubut. Con esto y algo de recursos propios, se pretende cumplir con los $1.800 millones de pesos que se requiere para sueldos de los tres poderes.
De acuerdo a un ranking oficial, Chubut fue en 2017 la provincia con el mayor peso de deuda en su economía (14,6% de servicios de deuda contra sus recursos). En segundo lugar le siguió Río Negro (14%), Neuquén (13,6%) y Mendoza (12,4%). De acuerdo a este listado, realizado por el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal, Chubut se encontraba al límite del incumplimiento con esa norma.
Ahora, asfixiada por una situación financiera límite, nuestra provincia debió salir a emitir un bono para pagar a proveedores ya que no pudo hacer frente a estos montos en efectivo. Desde el gobierno provincial aclararon que el título público no se trata de una cuasi moneda ya que la creación de ese tipo de instrumento está prohibido para las provincias por la ley de Responsabilidad Fiscal.
El “bono”, que guste o no es una “casi” moneda, llevará el nombre de Ticadep (Títulos de Cancelación de Deuda Pública Provincial) que fueron creados por una norma aprobada por ese parlamento el 6 de marzo, en el marco de la modificación de la Ley de Emergencia Económica y servirá para saldar deudas anteriores al 28 de febrero. «Lo ideal hubiera sido poder pagar esta deuda en efectivo, pero al no ser posible lo vemos como un instrumento financiero absolutamente válido. Es un bono del tipo cupón 0%, es decir que paga con una emisión con descuento», afirmó una alta fuente del gobierno chubutense. «Atrás estará trabajando el Banco del Chubut que le dará un impulso importante a esos títulos», ya que tendrá un rol de agente financiero.
Este bono, que no es dinero, no cotizará en el mercado y tendrá como garantía los recursos de coparticipación. Tal como anticipó este diario, a quienes tengan cobros previos al 31 de diciembre de 2015 se les reconocerá el total de la deuda más un 50% de intereses, hasta el 31 de diciembre de 2016 se les abonará el 100% más un 25% de intereses y a los que tengan deudas exigibles al 28 de febrero de este año solamente el valor original.

¿El Banco en peligro?

Y si la mirada de la mayoría está puesta en los choreos del pasada, hay quienes aumentaron las previsiones sobre las operatorias poco claras del presente. Omar “Pato” Fernández, era director del banco del Chubut hasta hace unos días. La dimisión la presentó el 14 de marzo y el próximo 18 de abril, tal lo indica la ley de sociedades, la aceptará en asamblea el Directorio del Banco. El motivo por el que el esquelense decidió abandonar ese `espacio de confort´ que es el directorio de la entidad financiera provincial, es según explicó, porque se publicó una ley de pago a proveedores que a su entender afectará al Banco.
“La ideó la diputada (Gabriela) Dufour, que junto al exgobernador Martín Buzzi son responsables de la difícil situación económica”, estampó Fernandez por una FM cordillerana. La norma prevé el pago a proveedores con un bono. Quienes los reciban querrán canjearlos en el Banco, aunque hay un límite que marca el Banco Central de la República Argentina. Fernández aseguró que “el Directorio, la Sindicatura, los empleados ni la Bancaria permitirán que se repita lo que ocurrió a principios de la década pasada, cuando el Banco casi cierra. “No puedo ser partícipe de algo que está mal”, sentenció. Este puntapié pasó posiblemente desapercibido, pero tocó un tablero sensibilísimo como el manejo y la administración del Banco del Chubut, sobre el cual ya tuvo lamentable experiencia la ciudadanía chubutense en reiteradas épocas. Habrían efectivamente movimientos internos y nuevos jugadores a incorporarse por los que ya se cobraron un director, que entrarían a la estructura de la entidad, impulsados por la actual colonización comodorense y también cordillerana, de la mano del flamante ministro de Economía. Hay quienes piden comenzar a seguir esta saga, porque en definitiva podría ser la base de la nueva crisis de los próximos años y muchos de sus protagonistas, los futuros presos. Habrá que ver…

Fuentes: Infobae, Ministerio de Trabajo de la Nación, FM Tiempo Esquel, propias.