NACIÓN RASTREA LA MIRADA CÓMPLICE DE LAS PROVINCIAS POR ACCIÓN U OMISIÓN. AGITAN LA OPCIÓN DEL FMI PARA ESPANTAR EL CUCO DE MÁS AJUSTE FISCAL Y MENOS OBRAS. LA GRAN PULSEADA AHORA ES EL TEMA TARIFARIO

Buscando amigos

Por Trivia Demir

El silencio resulta por ahora ser salud para el oficialismo tanto como para la oposición. El golpazo que significa tener que volver a brazos del Fondo (Monetaria Internacional) dejó sin reacción a la mayoría. Los que gobiernan, por tener que ejecutar una opción tan contaminante, y los que están en el llano, por haber dejado una herencia tan mortífera que obliga a esta opción insalubre.
La mirada de la Nación no tardó en apuntar a las provincias para ver como jugarán esta partida. Aunque está dicho, casi nadie puede sacar ahora el pie del plato. Si a Macri le sale mal esta jugada, pocos de los gobernadores que están en gestión podrán levantar la cabeza en 2019. Aunque algunos siguen entusiasmándose con los sondeos de imagen como Mariano Arcioni, a quien la realidad supera en cuanto a gestión, pero los porcientos le indicarían que las preferencias de los votantes aún le ponen una ficha de confianza a su pilotaje.

En boca cerrada, no entran operaciones

Después del demoledor anuncio de recurrir a un préstamo `stand by´, desde la Rosada se esperaba a nivel federal apoyo explícito o, al menos, un piadoso silencio que aporte oxígeno político. Para ello, el Gobierno reforzó el diálogo con los gobernadores y legisladores del peronismo con los objetivos de conseguir apoyo, o por lo menos evitar las críticas contra las negociaciones con el Fondo.
Las tratativas apuntan también –y sobre todo- a alcanzar una «solución parlamentaria» a la embestida opositora en el Congreso contra el esquema tarifario de la Casa Rosada. Un partido dificilísimo que deben ganar sí o sí para que se abra un paraguas importante que pare la caída libre.
Al parecer y según trascendieron comunicadores nacionales, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y el secretario Sebastián de Luca fueron los encargados del diálogo con los mandatarios provinciales. Comenzaron, claro, por los cinco de Cambiemos, y continuaron por los peronistas, con el objetivo de «hacerlos partícipes» del esfuerzo del Gobierno por aquietar a los mercados y frenar la corrida bancaria. En cuanto a Arcioni no se sabe bien en cual pelotón se lo contactó, porque hay quienes aseguran que hay diálogos muy aceitados para que el chubutense se sume a la alianza gobernante con miras a 2019, aunque hay otros que afirman que Nación no le confía tanto como para considerarlo `propio´.
«Ellos, igual que nosotros, necesitan tranquilidad en la economía para salir a emitir deuda. Y se juegan su continuidad en sus puestos el año que viene», explicó un funcionario con conocimiento de las gestiones oficiales con los gobernadores.
El oficialismo nacional sabe en definitiva que sus problemas, son tarde o temprano fractales inevitables de la realidad federal, y buscan fuertemente mostrar consenso ante la adversidad.

Parar la pelota criticona

Afirman medios nacionales, que en una Casa Rosada semivacía, con el presidente Mauricio Macri rumbo a Mendoza y muchos funcionarios en la quinta de Olivos, la reflexión hacia las provincias iba cabalgando sobre un enojo puntual, dirigido al gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifchitz, quien afirmó que «a la gente le eriza la piel» escuchar sobre un acuerdo con el Fondo Monetario. Si bien desde el sentido común y el reflejo político es lo menos que puede comentar cualquier político activo, no cayó nada bien en el sensibilizado corazón macrista.
«Se está jugando su supervivencia política», le apuntaron desde Balcarce 50 al socialista, dónde ya está decidido que los diputados macristas santafecinos no apoyarán la reforma constitucional con reelección incluida que impulsa el mandatario provincial.
Cerca del gobernador santafecino (que forma parte del chat de watss app que comparten todos los gobernadores menos los de Cambiemos) explicaron que la preocupación está dada «porque además del acuerdo con el FMI empezaron los problemas con la cadena de pagos en la provincia». Mientras intentan morigerar los efectos negativos del anuncio presidencial, en el Gobierno miran con cierta esperanza el tratamiento en el Senado de la ley que enlaza los aumentos en los servicios públicos a los incrementos salariales.

Por qué Macri va al Fondo

Dicen que el paso que pone en jaque a la dirigencia argentina, no se dio esta semana, sino que comenzó a transitarse el pasado 25 de abril. Ese día confluyeron tres hechos que se volverían paradigmáticos. El peronismo logró aprobar en comisión un proyecto para ponerle un tope a la suba de tarifas, con lo que se aseguraba la posibilidad de convertirlo en ley. El Banco Central vendió más de 1.500 millones de dólares. Y todo ese dinero no resultó suficiente para frenar al billete que obsesiona a los argentinos. Esa tarde cerró a $ 20,55 pero mostró los dientes amenazantes.
Ya nada fue igual. El virus de la desconfianza se apoderó del sector más influyente de la sociedad. Y Macri quedó en el ojo del huracán.
Dicen que el Presidente tiene la ventaja insoslayable de poder aprender de los errores de la Alianza que lo antecedió, aquella coalición parecida a la de Cambiemos que se derrumbó por el internismo feroz de sus integrantes y por la falta de carácter de sus líderes ante los primeros síntomas de adversidad. Pero para eso necesita apoyo federal, y sobre todo fortaleza política. El domingo salió del encierro de las últimas semanas y convocó a sus principales aliados políticos. El lunes se reunió con María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Y también lo hizo con los gobernadores radicales, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales.
A todos ellos los une una característica que cobra magnitud a la hora de las crisis. Son jefes territoriales y ganan protagonismo en detrimento de los funcionarios. Sobre todo de los tecnócratas que comienzan a sufrir las consecuencias de las variables económicas fuera de control.

El frente de lucha por la tarifas

En la Casa Rosada creen que será «muy difícil» torcer las 12 voluntades que necesitan para rechazar la ley (Cambiemos tiene 25 senadores) pero desde el Senado hay una luz de optimismo. «Si no logramos un triunfo, al menos será una derrota ajustada. Y no es lo mismo vetar una ley que salió con lo justo, que hacerlo después de una derrota», explicaron fuentes del oficialismo.
De eso hablaron el viernes pasado, el ministro Rogelio Frigerio (y también habría estado el titular de la Cámara baja, Emilio Monzó ) con el titular de la bancada del PJ en el Senado, Miguel Pichetto . Saben que el peronismo no va a inmolares, pero apelan a la complicada realidad de las provincias.
«Los gobernadores tienen que saber que nos generan un agujero de por lo menos $100.000 millones por año, hay que ver si corren con el costo de apoyar esta medida», contraatacaron desde un despacho oficial.
Así las cosas, el consenso federal que trata de pilotear la alianza gobernante ronda siempre en torno a la ajustada realidad de las arcas provinciales.

Chubut, con silencio de radio

Territorialmente hablando la muestra cabal de que la referencia política de Chubut que no está golpeada por denuncias judiciales, está adormecida o sencillamente acuciada por otras preocupaciones banales, es la poca reacción para abordar temas claves de coyuntura como lo es el esta opción recurrente hacia el FMI, que de por si implicará reajustes y condicionamientos vinculados a obras, achique sobre achique fiscal y vaya a saber qué cosa sobre recursos naturales.
No se escucharon voces de ministros, ni legisladores provinciales, ni mucho menos referentes de otros partidos.
La única que dijo `esta boca es mía´, fue la diputada nacional por Chubut, Ana Llanos Massa, quien inmediatamente se expresó contra la decisión del gobierno de solicitar un nuevo préstamo. “Está a la vista que el plan económico del Gobierno Nacional no funcionó. Esto se lo hemos advertido en reiteradas ocasiones en el Congreso Nacional y desoyeron nuestros consejos. Lo que está sucediendo hoy es una responsabilidad pura y exclusivamente de ellos, porque su equipo no funciona. Tienen que hacerse cargo de sus decisiones y aceptar su responsabilidad”, expresó Llanos.
“Se están viviendo horas de mucha preocupación. Ellos hacen y deshacen a su gusto, sin pensar en la gente, en las necesidades. Sabemos que con el FMI también vienen condiciones y recetas mágicas que han hundido aún más a los países en vías de desarrollo y lamentablemente estas medidas terminarán afectando a los ciudadanos más vulnerables, a los jubilados, al pueblo trabajador”, subrayó la Legisladora.
“Hoy estamos discutiendo el tema tarifario que tanto preocupa a las familias. Nosotros tenemos la obligación política de estar donde la gente nos necesita, de estar donde hay una necesidad. Pero sabemos que si ésto llega a votarse en la Cámara de Senadores, se va a vetar porque así ya lo han anticipado. De todas formas seguimos insistiendo. Es preocupante ver como en vez de buscar soluciones para las familias, siguen empeorando su situación”, estampó `Anita´.
“Insisto con la situación de las provincias del sur, que son las que más sufren. La Patagonia necesita una revisión con respecto al tema tarifario. Los días son más largos, los fríos son más fuertes y estamos en un momento muy crítico”, dijo la legisladora.
“Tenemos un gobierno nacional que no siente ni piensa como el pueblo. Que no quiere darse cuenta de las necesidades de la gente, que no las acepta, y por lo tanto no las soluciona. Un gobierno cuya política económica, es la del ajuste, y lamentablemente el ajuste es no comer, es no tener trabajo”, finalizó la comodorense que por lo menos abordó en tiempo y forma y desde el más básico sentido común la síntesis temática que debería marcar la preocupación provincial en los estamentos nacionales.

Fuentes: LPO, LN, C, BAE, propias

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