El edil y docente Raúl Cataldi advirtió que “si se hubiera dictado bien la educación sexual integral en las escuelas, no estaríamos hablando de esto” y, a pesar de manifestarse en contra de la despenalización del aborto, llamó a trabajar sobre las causas, de carácter social, que permiten que se arribe a dicho escenario.
Además, puso en relieve la concurrencia a la “Marcha por la Vida” que tuvo lugar en Puerto Madryn el pasado domingo y celebró que el debate sobre la interrupción legal del embarazo (ILE) se dé en el ámbito nacional y local.
“Particularmente, pienso que hay que educar desde la formación de la familia; es importantísimo que la misma tenga consideración y, cuando viene un hijo al mundo, que sea deseado”, reflexionó.

“No estoy a favor”

Al respecto, Cataldi sostuvo que “hubo mucha gente, puedo hablar de cerca de mil personas, pero lo importante fue el debate que se instaló y por qué yo defiendo las dos vidas”, a la vez que agregó: “Podemos preguntarnos si, cuando nacimos, fuimos todos deseados. Puedo asegurar que un determinado porcentaje, o bien muchos, no fuimos deseados. Sin embargo, esas madres decidieron tenernos y aquí estamos”.
Además, remarcó que “no estoy a favor del aborto” y que “existen estadísticas que uno escucha, como por ejemplo la de los Estados Unidos, donde está la ley (que avala la Interrupción Legal del Embarazo), y donde una de las causas de los procedimientos era porque había mujeres que habían sido violadas; sin embargo, los abortos que se realizan en ese país por casos de violaciones representan el 0,8 por ciento, el resto no”.

Consecuencias psicológicas

Por otro lado, Cataldi reconoció que “actualmente, en la provincia (la ILE) está autorizada en menores que quedan embarazadas y pueden abortar”, aunque propuso que “trabajemos sobre las causas”.
En esta línea, advirtió que “hay mujeres que me han confesado que lucharon para tenerlo, mientras que la familia les decía que tenían que abortar, así como también conozco personas que fueron producto de una violación y sus historias, y que hoy son profesionales encumbrados”.
Sobre este punto, mencionó que “también, he hablado con mujeres que abortaron y ellas me dicen que su consciencia siempre les dice que se equivocaron, algo de lo que no pueden salir”.

“Hay que seguir trabajando”

En este sentido, la Ley de Educación Sexual y su cumplimiento es uno de los factores que tanto los sectores en favor de la despenalización, como parte de los que no aprueban el aborto legal, seguro y gratuito, han sabido remarcar: “Creo, como educador, que en la educación sexual integral en las escuelas hemos fracasado, porque éste es el producto. Si la educación sexual integral se hubiera llevado a cabo bien en las escuelas, hoy no estaríamos hablando de esto”, opinó el concejal.
Por ende, planteó que “hay que mirar, revisar esto y seguir trabajando” y agregó que “particularmente, pienso que hay que educar desde la formación de la familia; es importantísimo que la misma tenga consideración y, cuando viene un hijo al mundo, que sea deseado, primero; que no haya embarazos no deseados y que no haya violaciones, sobre eso tenemos que trabajar, por qué una adolescente llega embarazada, por qué una mujer tiene un embarazo no deseado y cuáles son las causas; si trabajamos sobre eso, el aborto será algo de la historia de lo que nos vamos a olvidar, pero, mientras no trabajemos sobre las causas, esto se va a seguir debatiendo”.

Un movimiento de varias décadas

La iniciativa denominada “Marcha por la Vida” tiene actualmente repercusión a nivel nacional, a pesar de que numerosas encuestas han dado cuenta de que la mayoría de la población está en favor de la despenalización del aborto, principalmente por motivos sanitarios y para que los sectores más vulnerables tengan un real acceso al procedimiento.
En este contexto, desde la organización de dicho colectivo expresaron que “desde los años 70 en todo el mundo occidental se fue desarrollando, juntamente con las leyes y las campañas abortistas, una nueva sensibilidad de carácter activo en defensa de la vida humana inocente” y que “los ciudadanos de diversos países del mundo, de todas las condiciones sociales y de culturas diferentes comenzaron a organizarse para reafirmar públicamente el derecho a la vida de los niños en el vientre materno”.