Semanas atrás, desde la Escuela 785 impulsaron una campaña en beneficio de los trabajadores de la Educación, donde la consigna fue recolectar útiles escolares para colaborar con la situación de las Escuelas 7707 y 222, dos instituciones de Puerto Madryn que atraviesan severos problemas, entre ellos, de infraestructura.
Días después, la cantidad de elementos recibidos desbordó las expectativas de los convocantes, una clara postal de que, en términos de solidaridad, la comunidad local ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Desde la 785 resaltaron el potencial colaborativo de quienes se “pusieron al hombro” la tarea de colaborar con la educación, generando un efecto multiplicador en ayuda de los estudiantes de ambas instituciones.
Además, recalcaron que el reclamo general “sobrepasa lo educativo” y que, concretamente, se apunta a que exista un diálogo entre autoridades provinciales y docentes, en virtud de mejorar las condiciones laborales y de vida de los educadores.
“Buscamos estrategias novedosas, diferentes, para lograr el apoyo de quienes más necesitamos y a quienes más nos importan. Educamos para la democracia, a la sociedad y está en nuestras manos eso. Queremos hacerlo con responsabilidad, con políticas para la paz, y eso incluye el diálogo”, expusieron.

Visibilizar la problemática

Al respecto, Rosana Zelaschi, docente y coordinadora de la Asamblea de la Escuela 785, contó que “el Trekking se organizó como una manera diferente de visibilizar el conflicto que estamos viviendo todos los trabajadores estatales de la provincia, y una manera distinta de convocar a la sociedad a participar de esto que nos está pasando; salud, educación y seguridad, volvemos a decir, no son temas menores, comprometen a la ciudadanía toda, y todos tenemos que estar juntos, buscando soluciones, tratando de encontrar el diálogo, el cual no estamos encontrando, dicho sea de paso”.
A su vez, llamó a buscar “nuevas propuestas para visibilizar lo que nos pasa, para que la sociedad vea, se entere y nos apoye; solos vamos a seguir con escuelas en estas condiciones, con políticas educativas que no son discutidas dentro de los establecimientos o con un Hospital sin insumos”.

Un reclamo que sobrepasa lo salarial

Además, Zelaschi remarcó que “es mucho más que un sueldo digno; aunque no los merezcamos, como trabajadores, el reclamo es mucho más que ello” y relató que la iniciativa para recolectar útiles “surgió como una manera diferente de demostrar lo que nos pasa; tenemos claro que no queremos recurrir a la violencia, que somos trabajadores y personas decentes, honradas, además de que queremos ganarnos dignamente el pan todos los días como todo el mundo”.
En esta línea, planteó: “Buscamos estrategias novedosas, diferentes, para lograr el apoyo de quienes más necesitamos y a quienes más nos importan. Educamos para la democracia, a la sociedad y está en nuestras manos eso. Queremos hacerlo con responsabilidad, con políticas para la paz, y eso incluye el diálogo”.

Políticas “para la paz” y diálogo

Por otra parte, la docente expresó que “a ver si el Estado se entera que las políticas para la paz que tanto impulsa, incluyan el diálogo. No hay paz posible sin el mismo” y, en relación a la respuesta por parte de la comunidad de cara a la campaña solidaria, puso en relieve que “en realidad, fue muy emocionante para nosotros, porque no esperábamos tener la repercusión y el apoyo de la sociedad que tuvimos; el miércoles siguiente al que realizáramos el Trekking, se hicieron presentes en la escuela padres que no habían sido convocados expresamente, porque no involucramos a niños en nuestros reclamos; ellos son las víctimas, no nuestra herramienta de lucha, y para nosotros fue muy importantes que los papás y adultos responsables de los niños estuvieran allí, involucrándose en esto que es nuestro futuro; los chicos son nuestro futuro”.

“Para educar hay que innovar”

La coordinadora de la iniciativa también advirtió, en referencia a la importancia del rol de los educadores, que “donde hay cuarenta chicos, hay cuarenta diversidades, cuarenta ‘únicos’, como les digo yo a mis chicos; y, para educar a cuarenta ‘únicos’ en ochenta minutos, hay que innovar”.
Sobre los elementos recolectados, describió que “pedíamos donaciones de útiles escolares a los que participaban, y desbordaron nuestra expectativa, con lo cual decidimos, siguiendo la dinámica del tipo de reclamo que estábamos haciendo, visibilizar otras cuestiones que nos pasan a la comunidad madrynense”.

“Es un mimo al alma”

Por su parte, la directora de la Escuela 7707, María Fernanda Jindra, dijo estar “feliz y conmovida por el gesto de los papás y los colegas de la Escuela 785, y que salga de ellos participar y hacer algo que sea colaborar con nosotros, la verdad que es hermoso” y añadió que “nos trajeron útiles escolares, y en muchos de los casos, a los estudiantes se los compramos nosotros de nuestro propio bolsillo, porque tal vez nos enteramos de que no comenzaron a venir a la escuela porque aún no tenían los útiles y tratamos de resolverlo; por eso, tomamos esta actividad y esta actitud de los colegas, de solidarizarse con nosotros, la tomamos como una caricia al alma”.

Aguardan respuestas

Por otro lado, planteó que “si la escuela la tocamos un poquito se va a venir abajo, pero en el resto está igual” y recordó que, en 2017, el entonces ministro de Infraestructura del Chubut, Alejandro Pagani, había presentado el proyecto para la construcción del nuevo edificio de la escuela, el cual databa de hacía varios años y se encontraba en “stand by”: “Ahora, nos volvimos a comunicar y están reevaluando el proyecto. Me dijeron que estaban viendo si (al edificio) lo construían acá o al lado de la Escuela 219, lo cual es una posibilidad. Que están buscando financiamiento de Nación y reviendo el proyecto, por lo que entendimos que si lo estaban haciendo, nos iban a llamar, pero todavía no. Lo que sí sabemos es que el Ministerio de Educación plantea al Ministerio de Obras Públicas como una ‘necesidad urgente’ la construcción de este edificio; pero, respuestas del Gobierno Provincial, no”.

Campaña solidaria por Joaquín

La comunidad también manifestó su preocupación por Joaquín, el adolescente de 14 años que lucha por su vida en el Hospital local, tras haber recibido una descarga eléctrica de un cable de media tensión, hace dos semanas, mientras se encontraba en el balcón de un departamento.
El joven, basquetbolista del Club Ferro de Madryn, tiene el cuarenta por ciento de su cuerpo quemado y será trasladado a Buenos Aires para continuar su proceso de recuperación, por lo cual desde dicha institución llevaron a cabo una colecta para ayudar a sus padres con los gastos del traslado; consecuentemente, se dispuso de urnas en las sede Ferro Norte y en la ubicada en las “Cinco Esquinas”, además de que se abrieron cuentas bancarias para quienes puedan realizar aportes.
Al cierre de esta edición, se confirmó que ya pudo reservarse cama y habitación para el accidentado joven en Buenos Aires, e incluso el basquetbolista profesional Luis Scola se puso “a disposición” para contribuir con lo que su familia necesita.
El muchacho ingresó al quirófano días atrás y permanece en terapia intensiva, dado que tendría compromiso de la vía aérea.