Pingüinos de Magallanes fueron liberados tras varios meses de terapia. Habían sido rescatados cuando estaban enfermos y desnutridos pero repuntaron tras varios meses de cuidado y dedicación de la Fundación Mundo Marino.

Nueve pingüinos de Magallanes fueron devueltos al mar en San Clemente del Tuyú esta semana tras ser rehabilitados. Habían sido rescatados con cuadros de desnutrición y parásitos hace algunos meses.

Los animales fueron atendidos y cuidados en el Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino y volvieron a la playa esta semana como un solo grupo.
Los pingüinos de Magallanes viven en grupo por lo que fue necesario juntar varios ejemplares en el centro antes de devolverlos a su hábitat natural.

Aunque se aparean entre septiembre y marzo en las aguas frías de la Patagonia argentina y chilena, los pingüinos de Magallanes migran durante el año hacia mares más cálidos, como los de Uruguay o Brasil.

Pero los animalitos rescatados en San Clemente del Tuyú habían tenido problemas para encontrar alimentos durante su migración. Como resultado estaban desnutridos y sus defensas estaban bajas.

Los ejemplares tenían gran presencia de parásitos y otras enfermedades.

«El mar nos brinda mensajes cuando encontramos animales en estas condiciones», explicó Karina Álvarez, bióloga responsable del área de Conservación de la Fundación Mundo Marino.

«Todas las señales nos indican que estamos teniendo problemas más graves de los que se ven a simple vista, especialmente aquellos vinculados tanto a la contaminación por hidrocarburos o plásticos como a la sobrepesca», sentenció.

Una especie conocida

Las colonias de pingüinos se encuentran en la costa patagónica, principalmente en las provincias de Santa Cruz y Chubut y en menor medida en Tierra del Fuego y Río Negro.

Los mejores lugares donde observar pingüinos están ubicados en Punta Tombo y Península Valdés en Chubut y en Cabo Vírgenes, Cabo Guardián, Parque Nacional Monte León y Punta Quilla en Santa Cruz.

Los pingüinos son aves que miden entre 40 y 45 centímetros de altura, aunque se conocen ejemplares con más de 60 centímetros. El peso de los adultos es de 4 y 5 kilos. La cabeza es blanca con una franja negra mientras que las alas y el cuerpo tienen plumaje negro y gris en la parte del dorso y blanco en el vientre. Se destaca un sector rosado sobre la parte superior del pico donde se une con la cabeza. Cerca de la cola tiene una glándula que segrega un líquido que el pingüino distribuye con el pico por las plumas para impermeabilizarlas.

El pingüino fuera del agua tiene un andar lento y torpe, pero dentro del mar son excelentes nadadores que pueden sumergirse velozmente en busca de alimento.

Los pingüinos durante el invierno se adentran en el mar y viajan hacia el norte (hasta el sur de Brasil) en busca de comida sin acercarse a la costa. En verano regresan a la Patagonia para reproducirse. Son monógamos y suelen volver al mismo nido cada año.

Los pingüinos sufren la amenaza constante de la contaminación de su hábitat. Las manchas de petróleo que se trasladan por el mar afectan su plumaje y el metabolismo causándole en muchas ocasiones la muerte.