El diputado provincial Eduardo Conde (Cambiemos) y el ex titular del Comité “Manuel del Villar” de la UCR, Sergio Mülbayer, trasladaron su disputa al fuero judicial. Luego de que el dirigente de Puerto Madryn acusara de “persecución política” al legislador, éste le entabló una demanda por “hechos lesivos y agraviantes” hacia su persona. A ello, se le sumó un nuevo episodio al derrotero político-judicial, con la separación del bloque de la esposa de Mülbayer, Vanesa Hansen, quien cumplía funciones como asistente. Esto tuvo su correlato en una serie de acusaciones por parte del dirigente radical, cuya respuesta “indirecta” circuló semanas atrás, a través de un audio filtrado en el que el propio Conde daba cuenta de cómo se había dado, según su punto de vista, la situación.
Durante la audiencia iniciada por la Querella, presidida por el juez de Madryn, Marcelo Orlando, el diputado afirmó que las expresiones realizadas por el ex presidente Comité radical representan “agravios” y expresó, a través de un escrito, que la conducta cuadraría en el delito de “calumnias e injurias”.
Por su parte, el abogado Gustavo Castro, defensor del dirigente radical, planteó al magistrado que no había “tomado conocimiento de la causa”.
Se trata de un cruce que inició hace varias semanas, tras la desvinculación de la asistente de bloque, y que ahora fue trasladado al fuero judicial, donde se resolvió que, por el momento, Mülbayer no podrá referirse en los términos anteriormente utilizados hacia el diputado Conde, quien exigió a través de un escrito “se lo condene al máximo de la pena de multa estipulada en la ley especial”.

“Bozal” judicial

También, ante los dichos de Conde, en relación a la “extorsión”, el abogado pidió a Orlando que se excusara de intervenir, trasladando la causa al Ministerio Público Fiscal
Orlando resolvió “dar conocimiento al MPF de la ciudad de Rawson en virtud de los hechos ventilados” durante la audiencia de partes, relacionados al “delito de extorsión”, y dejó abierta la posibilidad que avanzar en la instancia de la querella privada. En la misma línea, dispuso que las partes “se sometan a un proceso conciliatorio”, por lo que intervino la Oficina de Mediación para avanzar en ese sentido. Además, permanece en vigencia la “medida dispuesta para que Mülbayer no se refiera más a Conde en los términos informados por la Querella, ni realice ningún tipo de publicación al respecto”, en virtud de las manifestaciones y escritos que el ex presidente de la UCR en Puerto Madryn realizó en las redes sociales, respecto de la figura del legislador de su propio partido.

Agravios y controversias

En su presentación, Conde inició una querella por calumnias e injurias contra la figura de Sergio Mülbayer, por “los hechos lesivos y agraviantes proferidos contra mi persona, solicitando que en la etapa procesal oportuna se lo condene al máximo de la pena de multa estipulada en la ley especial”.
A su vez, pidió que se ordene al querellado “se abstenga de difundir por cualquier medio de comunicación audiovisuales, radiales, escritos, portales de Internet y/o cualquier otro medio o soporte de divulgación de información los hechos atinentes a la querella que promuevo”.
También, el dirigente del radicalismo madrynense se llamó a silencio respecto a realizar publicaciones o comentarios vinculados de manera directa o indirecta con el legislador provincial.
Por otro lado, en los fundamentos de la denuncia, Conde sostuvo que “en mi carácter de presidente del bloque político, tuve controversias con una de las personas que integraban nuestro espacio político, ocupando un cargo que le había sido por mí otorgado”, refiriéndose a Vanesa Hansen, pareja del querellado.