Tras el acto de entrega de viviendas que fuera encabezado ayer por el gobernador Mariano Arcioni, en Puerto Madryn, se produjeron disturbios entre la policía y trabajadores estatales que se movilizaron para protestar por el pago escalonado y reclamando paritarias. Los incidentes dieron inicio cuando personal de la Infantería intentó disuadir a golpes a los empleados públicos que se manifestaban airadamente contra las políticas del gobierno provincial. El momento de mayor tensión fue cuando se retiraba el auto oficial que transportaba al mandatario y cuando un vecino del lugar fue detenido produciéndose forcejeos entre los uniformados y los estatales.
Anoche se realizó una marcha por las calles céntricas de Puerto Madryn en repudio a la represión y responsabilizando de los disturbios al accionar policial.
Ayer, desde las 9:30 horas, referentes de distintos gremios, entre ellos ATE y ATECh, junto con trabajadores de la Salud y docentes, concurrieron al predio ubicado en el barrio Comercio, con el objetivo de aguardar la llegada del mandatario provincial, en el marco de los reclamos que los diferentes sindicatos que nuclean a trabajadores provinciales, continúan elevando al Gobierno Provincial.
Sobre las 10 horas, la comitiva que acompañaba al Gobernador arribó a la ciudad del Golfo y, unos treinta minutos más tarde, llegaría al sector en donde se encontraba montado el escenario para dar inicio al acto de la entrega de llaves a 24 familias.

Clima de tensión

Los estatales que marcharon para visibilizar su reclamo no superaban las cien personas, mayoritariamente mujeres, con carteles y consignas de reclamo por la situación que atraviesa el sector. Con cánticos y fuertes críticas al gobierno de Arcioni hicieron sentir su reclamo con cánticos en cada una de las alocuciones durante el acto de entrega de viviendas a trabajadores metalúrgicos de Madryn.
El propio secretario general de la UOM, Jorge Paineman, invitó a los empleados públicos a respetar el momento de las familias que recibirían su vivienda, solicitud que fue acatada por los presentes.

Rauda salida del auto oficial

Una vez entregadas las llaves a las más de veinte familias que accedían a su casa propia, el Gobernador ingresó en el complejo de viviendas para conocer el interior de las mismas; sin embargo, al salir del edificio y subir a la camioneta para retirarse, un grupo de personas comenzó a increparlo y a golpear la camioneta. Los efectivos que custodiaban la salida del mandatario comenzaron a cubrir el móvil, el cual debió salir marcha atrás y se alejó raudamente por una calle lateral.
Un cordón de manifestantes comenzó a avanzar sobre la calle principal, siguiendo el rodado, y su paso era impedido por personal policial de la Infantería que pertrechados con cascos, escudos y tonfas, forcejaban con los trabajadores estatales. Un docente de la Escuela de Pesca recibió un fuerte golpe por parte de uno de los uniformados que intentaban que no avancen los manifestantes.

Policías desbordados

En tanto, en un terreno lindero, en una casa particular, frente al lugar donde se desarrolló el acto, un vecino que salió ante los incidentes que ocurrían afuera de su vivienda fue reducido por unos seis policías que lo arrojaron al piso, mientras la esposa del hombre reclamaba que lo soltaran que nada tenía que ver con la protesta, y su hijo lloraba ante la escena que sucedía en la puerta de su casa. La policía adujo después, para justificar su detención, que el hombre arrojó una piedra. Horas más tarde fue liberado.
El operativo policial no culminó allí, e incluso un trabajador de prensa de una radio FM local que se encontraba realizando la cobertura de los hechos, fue reducido por uno de los efectivos, aunque luego recibió las disculpas de lo ocurrido por uno de los jefes policiales allí presentes. Por momentos, se observó a determinados efectivos policiales superados por la situación, desbordados, y sin un protocolo de actuación.
La violencia escaló rápidamente, con uniformados y empleados públicos forcejeando, hasta que, la confrontación llegó a su fin. Parte de los manifestantes se dirigió a la Seccional Segunda para pedir por la liberación del detenido, quien “no tenía nada que ver”, según expresaron a este medio.

Alusiones a los casos de corrupción

Uno de los referentes de ATE que participó de la manifestación desde su inicio, criticó el accionar policial y justificó la postura de los manifestantes cuestionado la presencia de funcionarios provinciales: “Ellos se robaron el futuro de mis hijos y de mis nietos”, expresó. Durante el acto hubo alusiones directas a los resonantes casos de corrupción que mantiene presos a un grupo de ex funcionarios del actual gobierno provincial.
En cuanto al detenido, dijo que “no tenía absolutamente nada que ver, vive en la casa de al lado” y anticipó que irían a la Comisaría Segunda para pedir que liberen al vecino: “Ahora vamos a tener que defendernos entre todos, independientemente de a qué gremio pertenecemos”.
Incluso, culminados los disturbios, pudo verse a uno de los titulares de la Unidad Regional Puerto Madryn, recorriendo el predio y dialogando con los manifestantes que habían sido reprimidos, consultando si se encontraban bien o necesitaban asistencia médica.

FOTO: Maxi Jonas