CREER O REVENTAR

Lanzan un satélite para comunicarse con la “cara oculta” de la Luna

China dio un importante paso en su camino por ser el primer país en aterrizar en la cara oculta de la Luna después de lanzar con éxito un satélite de retransmisión que le permitirá establecer un enlace de comunicación entre la Tierra y la sonda que prevé enviar al lado oscuro antes de que finalice este año.
Según la Administración Espacial Nacional de China, el satélite Queqiao (Puente de la Urraca, en mandarín) fue puesto en órbita a las 5:28 am de este lunes (hora local) desde el centro de lanzamientos de Xichang, en la provincia de Sichuan, en el suroreste del país. Unos 25 minutos más tarde, el aparato -de 400 kilogramos y una vida de tres años- se separó del cohete y entró en una órbita de transferencia Tierra-Luna en la que desplegó sus paneles solares y las antenas de comunicación. Una de ellas, con forma de paraguas y un diámetro de 5 metros, es la más grande utilizada jamás en la exploración del espacio profundo.

Puente en la Vía Láctea

«El lanzamiento es un paso clave para que China logre su objetivo de ser el primer país en enviar una sonda que aterrice y explore la superficie de la cara oculta de la Luna», aseguró el encargado del proyecto del satélite de retransmisión, Zhang Lihua, a la agencia estatal Xinhua.
Está previsto que en unos días, Quequiao -cuyo nombre deriva de una leyenda china en la que las urracas forman con sus alas un puente que permite reunirse a dos amantes separados por la Vía Láctea- ingrese en una órbita lunar situada a unos 455 mil kilómetros y que, desde allí, actúe como un puente entre las estaciones terrestres y la sonda lunar.

Potencial para la investigación

Durante la última década, Pekín se ha embarcado en un ambicioso programa espacial destinado a ponerse a la par de otras potencias en este campo como Estados Unidos o Rusia. Tras unas primeras aproximaciones en 2007 y 2010, China se convirtió en 2013 en el tercer país en aterrizar en la Luna. Desde entonces, el gigante asiático ambiciona explorar la cara oculta del satélite, aquella que no es observable desde la Tierra debido a que la Luna tarda en rotar sobre sí misma lo mismo que su movimiento de traslación alrededor de la Tierra, lo que hace que siempre presente el mismo hemisferio a nuestro planeta.
Para ello, Pekín planea enviar antes de que finalice 2018 el módulo de aterrizaje lunar y astromóvil Chang’e-4 para que alunice en la cuenca de Aitken, en la región del polo sur lunar de la cara oculta, una zona que los científicos chinos consideran que tiene «un gran potencial para la investigación», según Xinhua.

Cultivo para los astronautas

Está previsto que esta sonda lunar transporte huevos de gusanos de seda y semillas para el cultivo de patatas y arabidopsis, una planta de floración relacionada con el repollo, con las que realizar un experimento de «mini biosfera lunar». El ejercicio, diseñado por 28 universidades chinas, está liderado por la Universidad de Chongqing, y busca comprobar cómo les va a estas plantas en un ambiente tan adverso como el de la Luna.
Según explicó recientemente el vicepresidente de este centro, Liu Hanlong, la razón por la que han elegido la arabidopsis es que su periodo de crecimiento es corto y conveniente para observar, mientras que analizar el desarrollo de la planta de papa ayudaría en un futuro a la alimentación de los astronautas.

Escuchar al cosmos

Queqiao también incorporará una antena de radio que los investigadores utilizarán para estudiar el universo temprano, aquello que los astrónomos llaman la «era oscura cósmica» registrada después del Big Bang y antes de que se formaran las primeras estrellas del universo. Al posicionarse en la cara oculta de la Luna, se bloquean las interferencias electromagnéticas procedentes de la Tierra, lo que ofrecerá una mejor visión de las señales de radio en el universo y permitirá a los investigadores «escuchar» al cosmos y estudiar los orígenes y la evolución de las estrellas y galaxias.

Fuente: El Mundo – Ciencia

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