La puesta en marcha del nuevo Plan Nacional de Manejo de la Pesquería del Langostino sigue generando lecturas diversas entre los actores que interactúan sobre este recurso. Desde las plantas de procesamiento radicadas en Comodoro Rivadavia concuerdan en términos generales con el esquema aprobado, pero insisten en que la veda total del golfo San Jorge ha sido una medida que los ha perjudicado en forma directa y en consecuencia consideran que deben ser compensados.
En Chubut se inicia una fuerte disputa por las 3800 toneladas de cupo asignadas para que las reparta la Provincia. La reclaman los congeladores que pagan permisos sin poder pescar en aguas provinciales, también lo piden las plantas de Comodoro y la flota costera.
El presidente de la empresa pesquera Barano 2008 de Comodoro Rivadavia, Juan Salvador Suchovinski, sostuvo que “lo bueno y destacable del Plan Nacional de Manejo del Langostino es que se mantiene la limitación sobre eslora y potencia de máquina de los barcos que van a trabajar sobre el recurso. Esto es muy positivo siempre y cuando se cumpla”, opinó.
Pero por otro lado, las empresas con plantas de procesamiento en tierra en Comodoro Rivadavia “estamos recibiendo un gran perjuicio al cerrarnos el golfo San Jorge por cinco años, porque estas empresas tenemos barcos propios o de terceros que teníamos contratados para abastecer a las plantas y poder sostener la mano de obra ocupada”, explicó al trazar un análisis de las medidas implementadas.
“Veníamos trabajando desde hace muchos años dentro del golfo San Jorge, cinco barcos, uno por cada planta que hay en Comodoro Rivadavia. Eso nos permitía obtener un marisco más barato que uno que haya que comprarles a terceros con el sobrecosto del transporte terrestre desde Camarones o Rawson”, precisó Suchovinski al evaluar el cambio de reglas de juego dentro de la actividad.
Las plantas de Comodoro se sienten afectadas por el cierre del golfo, “y no tenemos garantizado desde la Provincia que estos cupos de 3800 toneladas se nos sean compensados el perjuicio provocado”, reiteró al anticipar los planteos que ese sector de la industria pesquera de Chubut llevará a las autoridades provinciales.
“Los que quedan afuera son barcos fresqueros, chicos, que no llegan a ir a pescar hasta aguas nacionales. Son barcos que abastecían las plantas y quedan fuera del circuito del langostino”, argumentó el titular de la empresa Barano 2008.
Además, agregó “estos barcos tampoco tienen autorización de captura al norte de Camarones, en aguas provinciales me refiero, dentro de las 12 millas; entonces, no podemos entrar a pescar a Nación, tampoco en el golfo San Jorge, ni dentro de las 12 millas. De modo que las plantas de Comodoro se quedan sin sus propias herramientas que son nuestros barcos que no pueden acceder a la pesca del langostino, y consideramos que esta situación debe ser atendida por la autoridad de aplicación”, reiteró.
Con este nuevo escenario, “necesitamos alguna medida que se adopte por parte de la provincia de autorizar un barco por empresa para que las plantas de Comodoro puedan seguir sosteniendo la mano de obra ocupada que tiene cada una de nuestras empresas”.
En síntesis, “estamos totalmente de acuerdo con que no se haya modificado la limitante de eslora para los barcos que entren a esta pesquería, pero seguimos sin compartir la veda total al golfo, por eso se deberá hallar alguna medida que permitan sostener los mil puestos de empleo que actualmente tienen las plantas de Comodoro Rivadavia”, indicó Juan Salvador Suchovinski. “Otra de las opciones sería que a modo de compensación se les dé a las plantas una cantidad de cupo para habilitar un barco que pesque en aguas nacionales y así tener garantizado el aprovisionamiento de materia prima”, concluyó. (Fuente: Revista Puerto)