NACIÓN BAJÓ DURO PANORAMA A LAS PROVINCIAS Y ARCIONI RECALCULÓ EL RUMBO. EL GOBIERNO PROVINCIAL LE MANGUEARÍA 150 MILLONES DE DÓLARES A EMPRESAS `PUDIENTES´ PARA EVITAR EL DEFAULT. CAMBIEMOS TRATA DE AGUANTAR EL GOLPE A LA IMAGEN, MIENTRAS LA INTERVENCIÓN DEL PJ SE PROPAGARÍA POR ESTOS Y OTROS PAGOS

Poniendo estaba la gansa

Por Juana de Arco*

La semana cierra con una síntesis política apretadísima de piernas, y dedos cruzados. Cuando el escenario se complica tanto, pero tanto, no queda otra que salir de `mangaso´. Así parece ser que lo decidió el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, después de la bajada de panorama desde Nación. Al parecer hubo reuniones con algunos de los empresarios que según los voceros oficiales “ vieron con buenos ojos la intención de conformar una suerte de fideicomiso”. Según dicen, el gobierno provincial apuntaría a recaudar unos 150 millones de dólares para afrontar los tiempos que se avecinan, por ahora sin posibilidades de tomar deuda y con la urgencia en puerta de cumplir con vencimientos y afrontar la coyuntura de gastos.
Es que el escenario no da para más, y encima las últimas novedades a nivel nacional e internacional sepultaron toda esperanza de Arcioni de recibir otra mano oficial. Actualmente la Provincia tiene un déficit estimado de 3.000 millones de pesos, lo que no le permite pagar todos los sueldos públicos en tiempo y forma sino que lo hace escalonado. Esto generó paros de sectores sindicales de la administración y amaga con arrastrar más complicaciones. Arcioni sabe perfectamente que el parate del Estado no se podrá sostener mucho más, y la irrealidad de hospitales, escuelas, servicios esenciales y responsabilidades indelegables como seguridad y justicia, requieren de una urgente activación, antes que sea demasiado tarde. Un dato crudísimo de la realidad lo tradujo un termómetro infalible: se fue Mammarelli.
Por eso, el último recurso es el `mangazo´ a los que más tienen y más ganan en territorio: petroleras con uso de recursos gasíferos aún no cuantificados, eólicas con avanzada e importantes exenciones, y otras grandes industrias vinculadas a la energía que no han actualizado aportes. No es lo ideal ni lo más ortodoxo, dicen en el equipo económico, pero no queda mucho más. “O salvamos a la gallinita de los huevos de oro, o nos hacemos tortilla todos”, graficaron en Fontana 50.

Un escenario complejo

La reacción rápida de Arcioni antes del fin de semana, se da luego de conocer lo trasmitido por Nación: la cosa no está para nada bien. De hecho, el presidente Mauricio Macri se reunió el jueves en la Casa Rosada con los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan) y Domingo Peppo (Chaco), además del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Como introducción a lo que avecina, afirman que el ajuste de gastos dejó a los gobernadores peronistas sin almuerzo en la Casa Rosada. Un vaso de agua fue lo único que les ofrecieron. Los mandatarios provinciales ensayaron un tibio apoyo al «gradualismo» pero se reservaron el aval explícito al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional hasta tanto se definan los términos del nuevo endeudamiento. En realidad, no se les pidió apoyo ante el FMI, sino que el encuentro fue para dar cabal idea de la situación sobre obras en las provincias y el necesario cierre de canilla que se da. Ni el Presidente ni Marcos Peña les adelantaron información a los caudillos quienes se retiraron de la Rosada sin hacer declaraciones, pero la escena fue por demás elocuente. Por la tarde, el Presidente atendió por separado a Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Hugo Passalacqua (Misiones). Necesitados de salir a tomar deuda en los mercados internacionales, la única concesión de los caciques del peronismo fue aceptar que la firma del acuerdo con el FMI no deberá pasar por el Congreso como reaseguro para facilitar el acceso al crédito en sus distritos. Están dispuestos a apoyar cualquier medida siempre y cuando no implique un nuevo shock devaluatorio que dinamite las deudas provinciales en dólares y liquide la posibilidad de acceder a nuevos créditos.
Como dato tangible de la reunión de una hora y media, los mandatarios provinciales dejaron en claro que el proyecto opositor para frenar el aumento de las tarifas se convertirá en ley en el Senado. Sepultaron así la esperanza de la Casa Rosada de contar con su colaboración para sumar votos en contra de los senadores alineados con los gobiernos provinciales. «El proyecto nos parece malo, pero si el Presidente ya adelantó el veto, no tiene sentido que nosotros salgamos a poner la cara en el Senado para avalar la suba de tarifas que impulsa Cambiemos. Macri ya está dispuesto a pagar el costo político», se sinceró el colaborador de uno de los gobernadores peronistas presentes en el encuentro. Hasta ahora, Schiaretti, Bordet y Juan Manuel Urtubey -ausente por paternidad- realizaron un doble juego. En público, afirmaron que el Congreso no tiene potestad para intervenir en la política tarifaria. Pero en Diputados aportaron votos para frenar la suba en los servicios públicos dispuesta por el Ejecutivo.
Más que el FMI, la principal inquietud de los gobernadores fue el recorte de 30.000 millones de pesos en obra pública anunciado la semana pasada por Nicolás Dujovne en medio de la corrida cambiaria. Macri, Peña y Frigerio volvieron a ratificar que la obra en ejecución no sea suspendida. El mecanismo mixto de participación público-privada (PPP) volvió a ponerse sobre la mesa como salida para nuevos emprendimientos de infraestructura en las provincias, al igual que los fondos fiduciarios. Macri le pidió, una vez más, a los gobernadores que acompañen al Gobierno nacional en la cruzada por recortar el déficit fiscal y les propuso coparticpar el financiamiento de la obra pública en medio de la crisis. «El 30 o 40% de las obras nuevas deberían costearse con recursos genuinos de las provincias al menos hasta 2019, cuando aprobemos el nuevo Presupuesto», fue el pedido presidencial.

Mayo furioso

A poco más de seis meses de prácticamente un triunfo electoral nacional en las Legislativas, la alianza gobernante nacional está sintiendo el cansancio. Hoy todas las encuestas marcan la fuerte caída no solo en la imagen del Presidente, sino también en las expectativas económicas a futuro. Desde diciembre, la mirada sobre la gestión y sobre Macri descendió entre 10 y 25 puntos, de acuerdo con diversos relevamientos para hablar en término de deatos duros. Segun varios encuestadores que se animaron a blanquear la data, hay coincidencia en que la estrepitosa caída que se inició a fin de año y continúa, es impulsada por al menos cuatro factores, todos vinculados a la economía: la reforma previsional, los tarifazos en transporte y servicios, la fuerte suba del dólar y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras Cambiemos analiza para adentro cómo hacer para que la gestión no se lleve puesta la campaña, la oposición retoza de entusiasmo. No hay otro modo de repuntar más que le vaya mal a la alianza gobernante. En ese marco, se aceleran las cuestiones legales vinculadas a la intervención del PJ. Primer paso para poder levantar cabeza y pensar en actuar en 2019.

La oposición se trata de `desatar´

Así las cosas, la intervención del Partido Justicialista sumó a última hora judicial de este viernes un nuevo capítulo a la saga. Luego de tres semanas de espera, la Cámara Nacional Electoral (CNE) recibió el expediente judicial y le dio intervención al fiscal electoral Jorge Di Lello para que investigue la situación del PJ.
Ahora, el funcionario judicial será el encargado de recabar las pruebas correspondientes sobre los supuestos desmanejos dentro del partido para luego devolver el expediente al máximo tribunal electoral, que será el encargado de definir el futuro del peronismo nacional hoy conducido por Luis Barrionuevo.
Lo cierto es que Di Lello no tiene plazos para girar la causa hacia la calle 25 de Mayo por lo que nadie se anima a ponerle plazos a la investigación del fiscal: «Esto viene para largo», anticiparon fuentes judiciales a ámbito.com.
Vale recordar que el pasado 17 de abril la jueza con competencia electoral María Servini aceptó el pedido de apelación a la intervención del PJ presentado por las exautoridades del partido con el sanjuanino José Luis Gioja a la cabeza al tiempo que confirmó al líder gastronómico al frente del partido.
En esa oportunidad, Alberto Dalla Vía, titular de la CNE, fue el encargado de ponerle paños fríos a la definición que el tribunal deberá tomar. «Tenemos una responsabilidad, pero no voy a generar un debate anticipado ni a establecer una preocupación anticipada porque se corre el riesgo de perder la energía», lanzó el magistrado durante un encuentro con la prensa.
Por lo pronto, será el máximo tribunal electoral del país el que defina, una vez que Di Lello finalice su investigación, si mantiene a Barrionuevo como interventor del PJ o si retrotrae la medida de Servini devolviéndoles el sello a los extitulares del partido.

¿Intervendrían el PJ Chubut?

Mientras tanto, el propio Barrionuevo amenazó hace un par de semanas con intervenir y nombrar nuevas autoridades en algunas filiales provinciales, al tiempo que reiteró que su tarea es «normalizar» el PJ para que arranque el nuevo peronismo. Chubut sería de hecho, uno de estos bastiones a `normalizar´.
«Esto no era un partido político, era un aguantadero por donde se lo mire. Las anormalidades que detectaron los auditores de la UBA por orden de la jueza están en un informe, que ya está en los Tribunales», dicen que enfatizó el “don Corleone” argentino. «El año que viene, cuando vengan las PASO, irán los candidatos que quieran ser. Hace 30 años que no hay elecciones en el PJ. Y lo que vamos a proponer es reeditar la rama femenina, la juventud sindical, reeditar las 62 Organizaciones y poner el movimiento en todo el país a funcionar», destacó. El gastronómico mayor ya habría labrado diálogo con sindicatos y referentes provinciales, estaría barajando un nuevo armado `mas amigable´ al oficialismo, básicamente a partir del peronismo de derecha. No faltó quien anticipara que desde hace tiempo, los `compañeros´ chubutanos son casi todos ambidiestros, y los que no, estarían dispuestos a serlo con tal de lograr la supervivencia. Como dijera Caro de Sousa, al fin y al cabo, “las sanciones desempeñan un papel clave en la disuasión”, no?

Fuentes: Ámbito Financiero, Clarín, Télam, LPO, propias

*Soy Juana de Arco, … y ceniza de tantos

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