A través de una nota, remitida a la directora del establecimiento, comunicaron que por razones de salud y protección a los alumnos, no permitirían el ingreso hasta que se solucione el tema.
Por su parte, el profesor Víctor Lovalvo, uno de los firmantes, sostuvo en declaraciones radiales que el problema se extiende a toda la escuela y advirtió una falta de respuesta por parte de las autoridades.
La institución está ubicada en la intersección de Bartolomé Mitre y Periodistas Chubutenses, y uno de los motivos que podría haber generado la presencia de roedores es el movimiento de suelo y desmalezamientos realizados en el lugar, producto de nuevas urbanizaciones que se están llevando a cabo.
Hace casi exactamente dos años, a fines de abril de 2016, las clases en la escuela habían sido interrumpidas por problemas edilicios y de calefacción.

Dictan clase en otros espacios

En diálogo con LU17, Lovalvo aclaró que el problema “no es exclusivamente en el Laboratorio”, como había trascendido inicialmente, y agregó que “han encontrado lauchas saliendo del baño, el jueves por la noche una profesora contó que una alumna salió gritando del baño; las han visto en la cocina y en los pasillos”.
Además, sostuvo que “no me animaría a decir que es una ‘plaga’, pero es una cantidad suficiente como para que sea preocupante”.
Los docentes a cargo resolvieron cerrar el sector: “Por seguridad, algunas cosas las quitamos, porque las manipulan los chicos y demás, para eliminar el contacto con lo que realmente contagia, que son las heces de los roedores; esos elementos los pusimos en otra aula a la que no tienen acceso, por lo que si bien no se deja de utilizar el espacio del Laboratorio, el trabajo se hace en las aulas”.

Críticas a la “despreocupación”

A su vez, el docente remarcó que la escuela se encuentra en el área periférica de la ciudad y que “tenemos mucho campo cerca”, así como también el movimiento de suelos producto de las obras de vivienda que allí se realizan.
“Estamos cerca del campo, es normal en cualquier tipo de establecimiento donde pueda llegar a haber comida y cosas que sean atractivas para las lauchas, no es imposible que aparezcan; lo problemático no es esto, sino la respuesta despreocupada por parte de la escuela, diciendo que ‘no se preocupen, sigan trabajando igual, que ya van a venir a ocuparse del asunto’”.
La situación se viene prolongando desde hace una semana y “lo que nos molestó mucho, a los tres encargados del laboratorio, fue esa despreocupación”.

Qué dice la nota

El documento firmado por tres profesores indica que “los firmantes, en calidad de responsables de la seguridad en el laboratorio, le informamos que hemos decidido no permitir el ingreso de estudiantes al mismo ya que fehacientemente se ha comprobado la presencia de lauchas en el mismo, lo que es un riesgo para la salud de los estudiantes” y añadieron que “esta decisión no se ha determinado a la ligera, sino que ha sido discutida entre los encargados de los tres turnos en calidad de personas idóneas en la seguridad e higiene del mismo, y a la luz de la noticia de que existen casos de roedores con Hanta Virus en la zona”.
Además, señalaron que “la no utilización del espacio de laboratorio no significa que no se realizarán actividades mediadas por los PEP, dependiendo de la misma, es posible trasladar el laboratorio al aula y realizar en ese espacio la actividad”.