Por Juana de Arco*

El lunes había comenzado con una agenda incipiente pero tratando de comenzar a trotar la calle, eso que hacía poco últimamente a partir del fuerte enfrentamiento con los gremios estatales y los paros recurrentes con movilizaciones, como la que produjo una muerte y varios lesionados en una jornada para el muro de los lamentos colectivo, que sería la única construcción pública sin sobreprecios por ahora. Pero el de ayer fue probablemente el día más complejo para Mariano Arcioni, en esto que pretende ser la `refundación´ de su gobernanza. De cara a la gente, los funcionarios provinciales encabezados por el titular del Ejecutivo que concurrieron a un acto a entregar 24 viviendas vinculadas al gremio de la Unión Obrera Metalúrgica en Puerto Madryn, se tuvieron que tragar un `sapito´ del tamaño del repudio público que sufrieron, con una de las palabras más dolorosas que cualquier aspirante a repetir mandato podría escuchar. “Mentiroso, mentiroso”, fue el clamor chillante en voces mayoritariamente femeninas que sonó fuerte y claro luego que el Gobernador diera un breve discurso, y sin acceder a dialogar ni con la prensa ni con las manifestantes de la educación y la salud en su mayoría, se intentó alejar raudo hacia el vehículo que lo trasladaba a su acuartelado escritorio en Fontana 50.

Ser y estar

Es verdad que Arcioni viene `dando la cara´, como él mismo se esmeró en destacar, pero también es cierto que con poner el cuerpo no alcanza para gobernar una provincia que literalmente `volcó´ económica y financieramente en este mandato y en esta curva, y no en otra. Para colmo no son `sensaciones´ de haber sido estafados los sentimientos que embargan a los empleados públicos que estaban a la espera ayer de un gesto mayor de parte de los `administradores en fuga´. Sino que a la evidencia que embronca tanto a la vecindad es que el `choreo´ está siendo documentado día tras día precisamente por la amplísima investigación judicial que salpica a toda la clase política, mal que les pese, y que parece una verdadera serie de Netflix de más de 12 temporadas. A eso se sumó la falta de acuerdo paritario; la `culpa´ propia que siente un docente o un sanitario por tener que postergar sus obligaciones (que parten de una vocación, que no se olvide) por tener que salir a la calle a defender sus derechos y subsistencia. Esto agravado por la sobreexposición pública a la que fueron sometidos con declaraciones demagógica en términos de ´bandos´ y `rehenes´ que ensayó erróneamente el gobierno un día antes. Si estaban `calentitos los panchos´ con todo esto, y ni hablar de la idea que seguirán cobrando a escalones limpios; como si fuera poco el titular del IPV habría deslizado en la previa al acto, que esas eran `las últimas´ viviendas que se podrían entregar en lo que queda del año tal la situación deficitaria provincial. Que quiere que le diga, y sin ánimo de justificar nada, fue un `combo´ de desilusiones que si no explotaba en gritos, podría perforar úlceras masivas.

Bajándose del caballo y reculando en ojotas

La actitud de afrontar los problemas es loable, siempre y cuando dice el manual de la psicología del poder, sea con una solución en puerta o un verso creíble. Arcioni viene haciendo un esfuerzo enorme por hacerse cargo, pero no tiene ni una ni otra carta en la manga. Políticamente jugó a quedarse con el poder labrado por Das Neves, pero reniega y trata de despegarse de los hilos de oro que suturaron ese caudillaje con asociaciones y fondos no tan lícitos. Despegarse del partido que lo puso en su función es, aunque se pretenda lo contrario, quedar desbancado de bases, con lo que su ejercicio de la función se torna más en un gerenciamiento que en un liderazgo. Y en tren de gerenciamiento, él habla desde una `empresa´ desfinanciada y sobrepoblada de empleados; y la gente le responde a un `patrón´ que pretende hacerlos trabajar sin remuneraciones pautadas. Un diálogo de sordos para una administración de lo público que no puede terminar más que en gritos rebotando en chalecos antibalas y escudos antimotines, mientras una camioneta de sospechosa procedencia desoyendo la mano de circulación reculó hasta alcanzar el pertrechado silencio que solo se permite la sordera de la política.
Quienes miden su imagen y le endulzan el 2019 con cantos de sirenas a Arcioni, probablemente omiten que no hace falta que ocupe la residencia para que lo alcance el “Embrujo”. Sencillamente porque el enchastre fue tan pero tan grande que nadie se salva de las sospechas de los 650 millones de dólares que tomaron en deuda y desaparecieron. Con qué cara entonces pueden ofender los reclamos salariales o los cánticos de “el pueblo unido, jamás será vencido”. Una especie de rezo descolocado porque al día de hoy, el pueblo no solo está vencido, sino desplumado.

Anticipar no es cambiar

`Hubo un tiempo que fue hermoso y fui verde de verdad´, suelen entonar desde las huestes dasnevistas ultimadas a martillazos judiciales, mientras miran la descomposición material del imperio que erigió alguna vez el exgobernador Mario Das Neves. ¿Pero cómo se sale de esta?
¿Convocará Arcioni a elecciones anticipadas? Los interrogantes rodaron fuerte ayer.
Para Arcioni el judicial no es el único frente, donde hay 17 detenidos de un gobierno al que él también pertenecía y que continuó piloteando. La falta de un gabinete sólido que le aporte volumen político y supere con gestión el déficit financiero, es otro lado oscuro de esta luna. Especulaban otros miradores de coyuntura que “tampoco la oposición capitaliza los últimos sucesos con miras a un proceso eleccionario. Es que las causas judiciales amagan con llegar hasta el cuarto oscuro incluso, y es allí donde el sobre que parecería entrar como a medida es el “que se vayan todos”. Porque si parte del ChuSoTo ya reemplazó la pulserita verde por la de metal, en el PJ ni respiran porque nos ería muy cómoda la tobillera con botas. Y Cambiemos tampoco puede decir `este martillo es mío´porque en todo caso su principal candidato, Gustavo Menna ¿no era el síndico supuesto garante de una operación financiera donde ofició como agente el Banco del Chubut y se consiguieron 650 millones de dólares que no están por ningún lado?”.
Por eso, la intentona de adelantar las elecciones casi se trataría de una acuerdo de supervivencia política, porque cuanto más avance esto, menos de todos ellos estarán en condiciones de proponerse como próximo `administrador de lo público´.
El adelantamiento que no descarta Arcioni ni los legisladores, pretendería terminar de enterrar el trigobierno dasnevista antes de finalizar el período institucional en diciembre de 2019, y si la ciudadanía lo revaloriza como alternativa a través del voto directo, avanzar ahora sí ratificado en lo que hasta ahora fue su propia elección, que fue ser gobernador y no diputado, como votó la gente hace un año. Y si no, como dice el refrán: `dando y dando, pajarito volando´

*Soy Juana de Arco,…y ceniza de tantos