Por Miguel Arena

Inauguro columna ajena en territorio ajeno en momento conflictivo, por eso usurpo estilo y me apego a escudo de doctrina migatte no gokui a capa y espada, de la mano de dos amigas inseparables que me guían por territorio: Cuesele y Natalia Ofelia.
En Chubut el tsunami investigativos va teniendo réplica. Está allanando hasta las costas del ex gobierno del fallecido Mario Das Neves con profusión de oleaje. El detalle de actas de los allanamientos a sus domicilios familiares sindican un encriptado recuento difícil de explicar desde una lógica costumbrista y territorial, pero a decir de los investigadores, compleja de justificar, por lo menos dentro de los cánones legales.
Hay copia mecanografiada y resguardo digital. Documental instantánea en tránsito. Detalle: Propiedades, CBUes, transferencias directas, chequeras de valores al portador, cajas de resguardo, domicilios, montos dinerarios, más operaciones vinculadas a familiares, pagos de facturas donde las más comprensibles son las del cable canal, y una suerte de datos que juntos, confunden a cualquiera, se están desentrañando en el comando general de la investigación judicial que se lleva adelante en esta provincia sureña. No pasarán muchos días para que trascienda este galimatías. A la vista está que por lo menos esta semana se ampliará la comunidad de vinculados a las causas en ciernes. No será una cuestión menor la confirmación de identidades, como tampoco el impacto presunto en la zona de influencia.

Negativo, negativo

Por el momento no habría pedido de desafueros. Ni en territorio provincial, ni en nacional. En el inmediato porque nada aun roza a ningún caucásico masculino de manera impactantemente directa. Sí se presume que de forma tangencial otra vez la privada de Fontana 50 podría tener visitas con orden judicial en mano por involucramiento preventivo de acuerdo a los expedientes que se habrían sumado al término del mes patriótico. Punto.
En territorio Nacional tampoco habría desafuero de mujer caucásica, cabello castaño, botox recurrente, 1,63 de estatura, vista por última vez en uso del poder real en el sillón de Rivadavia aún sin filamentos de Balcarce. El motivo: el partido político identificado como PJ «dialoguista» y el partido aliancista identificado como Canviemos acordaron este martes no tratar el pedido de desafuero de la sospechada Cristina Kirner por cuestiones de forma. Según testigos: «Fue una típica jugada de Durán Barba, querían instalar el tema en los medios más que llevarlo al recinto donde no tienen los votos», afirmaron fuentes declarantes desde uno de los bloques. El desafuero elevado por el juez Claudio Bonadio no vence esta semana sino el 12 de diciembre. Posponerlo sería ´estratégico navideño´ sindican versiones barriales. Porque el oficialismo y los opositores coincidieron en empezar a contar días hábiles desde el 21 de marzo, cuando se armó la comisión de asuntos constitucionales. Por lo tanto el desafuero de Cristina se trataría en diciembre, cuando al Gobierno siempre le cuesta controlar el Congreso.
Por lo tanto, la sesión especial que había sido solicitada por el oficialismo de manera preventiva para ayer, se canceló. Reitero: se canceló. Punto.

Saturaciones defensivas

A nivel provincial no gustan los amotinamientos sociales, ni los cortes de ruta, aunque sea por reclamos comprensibles, y hay orden de aislar el escenario de discordia a través de operativos saturación presencial de autoridad competente en uso oficial de la fuerza. “El caldo se está espesando”, dijo el subjefe en diligencia ayer al ver el ánimo social respecto al rompimiento de filas político que implicó refuerzo de escudería disuasiva y presencia uniformada que suplante ideas gubernamentales. Punto. Hoy el parte oficial no sería muy diferente excepto por el cambio de numeración y coordenada de los eventos. Hay inquietud en la tropa por efecto del fuerte arma psicológico de los reclamos y la fuerza contraria que ostenta la influencia de la vecindad. Además, la memoria de la última baja en actividad en similares circunstancias de forcejeos estatales no se niega que pesa en la memoria del pelotón actuante, pero aún no ha habido quebrantamiento de órdenes. Punto.
En territorio ampliado, y de acuerdo a las estimaciones de altos mandos, las intenciones confesas del señor presidente en actividad, don Murizio Macri, serían de concreta disposición de incorporar a las Fuerzas Armadas a la Seguridad Interior. Según partes internos, en el área de Defensa ya se trabaja en proyectos que faciliten las distintas variables para llegar a este objetivo. Como canalizador de los requerimientos de la Casa Rosada, la figura clave es el teniente general Bari del Valle Sosa, Jefe del Estado Mayor Conjunto. Bajo su órbita se están elaborando distintos estudios. Uno de éstos se refiere a la posibilidad de un traspaso inmediato de suboficiales del Ejército a la Gendarmería, lo que le permitiría a ésta poseer rápidamente una masa de refuerzos para dedicarlos a la seguridad pública, ya que el entrenamiento de los militares en parte es similar al de los gendarmes. De habilitarse esta opción, en el Ministerio de Defensa estiman que habría varios miles de suboficiales interesados en mudarse de fuerza. Punto.
Textual: “En otras épocas esto hubiera sido impensable, ya que en el Ejército la Gendarmería siempre fue mirada como una fuerza subalterna. Pero hoy los números mandan y las fuerzas de seguridad cuentan con niveles salariales que están más del 30 por ciento por arriba de los militares. Una oferta que mejore así sus salarios sería tentadora para muchos suboficiales que hoy deben tener un trabajo extra para llegar a fin de mes”, agrega por su porpio derecho el autor de IF.

Positivo, ¿positivo?

De acuerdo a la información sintetizada, el traspaso masivo de cuadros subalternos del Ejército a la Gendarmería no sólo le permitiría al gobierno contar con una Gendarmería de unos 50.000 efectivos, con mayor capacidad para reprimir. También habría otro objetivo: Los suboficiales son amplia mayoría en las unidades militares y si disminuyera drásticamente su número muchas brigadas y regimientos quedarían desplobladas y con sus cuarteles desiertos. Esto dejaría sin usar a buena parte de la infraestructura edilicia y facilitaría el ambicioso plan de venta de inmuebles y predios militares que está elaborando el gobierno. Con un Ejército achicado, la gigantesca estructura física que hoy todavía tiene el mismo sería más difícil de sostener y el plan de ventas tendría menos obstáculos. Punto. Hasta aquí y sin más, firmo al pie dos copias de un mismo tenor, a pedido de EDDM. Punto.