CREER O REVENTAR

NASA encuentra moléculas que revelan que hubo vida en Marte

El robot Curiosity de la NASA encontró moléculas orgánicas antiguas en rocas de la superficie de Marte que sugiere que el ‘planeta rojo’ podría haber albergado vida en el pasado.
Estas moléculas orgánicas se encontraron en rocas sedimentarias de 3 mil millones de años de antigüedad.
Las rocas sedimentarias son aquellas que «se forman por la precipitación y acumulación de materia mineral de una solución, o por la compactación de restos vegetales o animales que se consolidan en rocas duras», según el Servicio Geológico Mexicano.
Las moléculas orgánicas contienen carbono e hidrógeno, y podrían incluir oxígeno, nitrógeno y otros elementos. La NASA detalló que, a pesar de que a estos materiales se les asocia con la vida, pudieron haber sido generados por procesos no biológicos y no precisamente son indicadores de vida.

El suelo y subsuelo, dos enigmas

Además de las moléculas orgánicas, se encontró nueva evidencia en la atmósfera marciana que podría relacionarse con la búsqueda de vida actual en el planeta rojo.
Al estudiar la atmósfera de Marte, se encontraron variaciones en los niveles de gas metano en ella, lo cual pudo haber sido producido por la interacción química entre agua y rocas, aunque los científicos no pueden asegurar que las variaciones de metano hayan ocurrido por un proceso biológico.
De acuerdo con un comunicado de la agencia espacial estadounidense, estos descubrimientos no son por sí mismos hallazgos de vida; sin embargo, abren la puerta para que la NASA realice misiones futuras de investigación en el suelo y subsuelo de Marte.

Metano estacional

Para los astrofísicos, detectar y entender el origen del metano es muy importante de cara a poder determinar si hay o alguna vez hubo vida en Marte, pues en la Tierra entre el 90 y el 95% de este gas tiene un origen biológico. Que esté presente en Marte, aunque sea en cantidades pequeñas, abre la posibilidad de que pudiera haber vida o la hubiese habido en el pasado. No obstante, el metano también puede proceder de otras fuentes por lo que su presencia no significa necesariamente que haya vida.
Según este estudio, en el que participan científicos españoles del Centro de Astrobiología (CAB/CSIC-INTA), esa variabilidad estacional es mucho mayor de la que preveían los modelos que usan, lo que apunta a la existencia de procesos desconocidos hasta ahora.
Tras analizar los datos del metano recogidos durante cinco años con el espectrómetro TLS-SAM, comprobaron que la acumulación de este gas en la atmósfera marciana oscilaba entre las 0,3 partes por mil millones y las casi 0,7 partes por mil millones.

¿De dónde viene?

«Cuando menos concentración vimos fue durante el invierno marciano, mientras que el máximo se registraba en primavera», relató Jorge Pla García, investigador del CAB. En la Tierra, la concentración de metano es de 1,8 partes por millón, es decir, 10 mil veces mayor que en Marte; esas variaciones, añadió, han sorprendido: «Se esperaba que hubiera un cambio a lo largo del año porque la radiación ultravioleta libera a la atmósfera el material orgánico que hay en la superficie, haciendo que los valores de metano varíen, pero no tanto», explicó Pla. «La hipótesis más plausible es que proceda de unos hielos llamados clatratos, que pensamos que existen en Marte, aunque aún no se han encontrado. En la Tierra están en el subsuelo de altitudes altas, como la estepa siberiana, y son capaces de atrapar gas dentro de una molécula», comentó el investigador. Así que una de las teorías que barajan es que hace millones de años grandes cantidades de metano habrían quedado atrapadas en el subsuelo y con el cambio a las condiciones presentes de Marte, se habrían vuelto inestables.
Una segunda teoría, a su vez, sostiene que ciertas reacciones químicas en los minerales del subsuelo de marte habrían liberado ese metano y, por último, existe la posibilidad de que el metano sea producido por organismos, aunque a Pla le pareció poco probable.

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