DUJOVNE DERROCHA OPTIMISMO Y ASEGURA QUE EL PRESIDENTE LOGRARÁ LA REELECCIÓN. LOS PRONÓSTICOS INFLACIONARIOS SIGUEN FALLANDO Y EL TECHO DEL BILLETE VERDE SIGUE SIENDO UNA INCÓGNITA. MACRI SE DESGARRA: ENTREGÓ A ARANGUREN, TAN FIEL COMO STURZENEGGER

Oráculos fallidos

Los cambios en los ministerios de Energía y Producción los decidió el gobierno hace una semana. Iban a anunciarlos junto al pase de Luis Caputo al Central, pero decidieron hacerlo en cuotas para no dar la impresión de una caída del gabinete. Según Olivos, no habrá más cambios. Pero ha dicho lo mismo antes, y hubo.
Es un desprendimiento doloroso para Macri. Aranguren era el ministro más defendido por él, con un nivel de confianza solo comparable al que tenía por Sturzenegger. La salida de estos dos revela que el gobierno transita por su crisis más profunda y que busca una solución escuchando a sus críticos. Macri siempre ha decidido oyendo a los demás y suele mudar de opinión si lo convencen. En este caso le cuesta una herida en su dignidad porque retrocede en la defensa de sus funcionarios más queridos.
Para quien mire la psicología del poder, es un desgarramiento personal de Macri porque implica desprenderse de colaboradores que creía mágicos. Los defendió contra el resto del gobierno y los aliados en Cambiemos. Es una prueba para saber si Macri tiene corazón o es el negociador frío y florentino que entrega lo que sea necesario para salvar al conjunto.
Los radicales y Carrió lo tenían apuntado a Aranguren desde la primera crisis de las tarifas, que terminó en la Corte en 2016. Eso empeoró este año con el nuevo tarifazo y, además, por la decisión de Aranguren de privatizar la empresa Transener, transportadora de electricidad. Por eso se enfrentó con la UCR y Alfredo Cornejo. Aranguren empezó a perder esa batalla, y había entregado hace diez días al gerente de esa privatización, el secretario de Coordinación del Ministerio, Marcelo Blanco.
Aranguren fue la cara visible de los tarifazos que le produjeron ya en 2016 la principal crisis al gobierno, con un altísimo costo político. También alimentó las acusaciones de la oposición a ministros con pasado empresario – y posibles conflictos de intereses con la actividad privada.
Lo reemplaza Javier Iguacel, que viene de ejercer en Vialidad un rol clave. Ha sido el responsable de la preparación del programa de obras que el gobierno presenta como el más grande de la historia. Depende de la suerte del sistema de Participación Público-Privada, hoy arrinconado por la corrida que condiciona su financiamiento.

Esperando la reactivación

Desde Vialidad fue el recopilador principal de documentación contra ex funcionarios del gobierno anterior. A esa tarea se debe el procesamiento y detención de Julio de Vido, Lázaro Báez y otros. Esto lo convierte en un blanco innegociable de la oposición.
Dante Sica es un prestigioso consultor que fue secretario de Producción, Comercio e Industria con Eduardo Duhalde, cuando el rubro se lo repartían Roberto Lavagna y Aníbal Fernández. Tiene pasado peronista. Evoca el clásico ministerio de Economía tradicional de la Argentina. Ha sido hasta ahora director externo de la firma Peugeot. La actividad automotriz es el eje del programa industrial de la Argentina.
Cabrera es otro hombre de confianza de Macri, con más historia personal con él, a diferencia de Sturzenegger y Aranguren. Pasa a una función también clave como presidente del BICE, banco oficial que es el responsable de los fideicomisos para el financiamiento de los proyectos de Participación Pública Privada- PPP. El gobierno confía que ese sistema sea la clave de la reactivación.

Cambios radicales

Cabrera estuvo el sábado en Olivos con Macri y Elisa Carrió y Marcos Peña. Fue para analizar la aplicación de las leyes de financiamiento productivo y de defensa de la competencia.
Estaba invitado otro contradictor de Aranguren, el jefe del interbloque Mario Negri. No estuvo porque se quedó en Córdoba para la mega reunión que hizo el radicalismo por los 100 años de la Reforma Universitaria. Estuvo allí con Alfredo Cornejo y dirigentes nacionales como Enrique Nosiglia y Federico Storani. La decisión es otro triunfo de los aliados del Pro en Cambiemos, porque la salida de Aranguren era pedida por los radicales y Carrió. Sica, además, evoca el productivismo que es muy simpático a esos aliados.
Esa fue la última reunión de Cabrera como funcionario. No consta que en esa reunión se hablase de los relevos. Si hubiera sido así, Carrió habría reaccionado antes. Después de las 21 del sábado saludó los relevos con un tuit.

Rumores de cambios

En el Gobierno siguen los rumores sobre más cambios de gabinete, luego de que Mauricio Macri echara el fin de semana a los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de Producción, Francisco Cabrera.
Las versiones indican que es que Turismo, Medio Ambiente, Cultura, Modernización y Agricultura bajen a secretarías para reducir la planta de ministerios a 15.
Que Macri haya estirado la asunción de Dante Sica y Javier Iguacel hasta el jueves motivó rumores de más cambios.
En el gabinete hay tensión por el posible destino de estos ministerios y los ministros temen ver a Macri después de lo que sucedió con Cabrera y Aranguren. El primero se reunió con el presidente el viernes en Olivos y al otro día lo echaron. «El último que se entera que lo van a rajar es el rajado», dispararon en el gabinete.
En el propio Gobierno admitieron que hay confusión sobre el los últimos cambios que ordenó Macri, puesto que se esperaba que fusionara ministerios y bajara algunos al rango de secretarías, pero prefirió mantener a los ministerios de Energía y Producción.

Con la idea fija en 2019

Nicolás Dujovne aseguró que Mauricio Macri ganará la reelección el año que viene antes la cúpula de Cambiemos que se reunió este lunes en el microcentro porteño.
El ministro de Hacienda fue de los más optimistas del encuentro que se desarrolló en medio de la crisis económica que el fin de semana se cargó a los ministros de Energía y Producción.
La reunión, que se realizó en el en el Salón Gaudí del hotel NH City & Tower, convocó a los presidentes del PRO provinciales, a los secretarios partidarios, legisladores nacionales y distritales, dirigentes, y al titular del Consejo Directivo Nacional, el senador Humberto Schiavoni, entre otros. Participaron también la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La reunión se desarrolló con «buen clima y optimismo», aunque también se hizo un reconocimiento «de un momento difícil».
El cierre estuvo a cargo de Marcos Peña, que dio un discurso motivacional y arengó a los funcionarios para superar la crisis.
Peña señaló que «entre el pasado que queremos dejar atrás y el futuro que queremos construir juntos podrá haber dificultades y obstáculos, pero no tiene que parar un minuto la decisión de ir para adelante».
Remarcó la importancia de transitar ese camino manteniendo una posición de «cercanía y con capacidad de escuchar y de ir corrigiendo las pequeñas cosas que nos ayuden a hacer todo mejor».
«Vamos a seguir trabajando para defender las banderas del cambio. Nos encantaría que este camino fuera un poquito más fácil, pero sabemos que no vinimos a hacer una tarea fácil y todos, desde Mauricio para abajo, tenemos el mismo entusiasmo y la convicción firme de qué es lo que estamos haciendo y para qué», agregó. (Fuente: Zuleta Sin Techo, LPO, otras)

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