Por Karina Cecuk

Los diputados del oficialismo cada tanto cambian de escondite, o estrategia, para evitar el debate legislativo, esta vez la retención de servicios que mantienen los trabajadores de la Legislatura de Chubut, ofició de madriguera, puesto que las autoridades de la Casa no convocaron a labor parlamentaria a pesar de los múltiples pedidos de diversos sectores para que sesionen.
El fracaso de la sesión no sólo alteró el ánimo de los trabajadores estatales que esperaban el tratamiento del proyecto que pretende declarar la emergencia en Educación, Salud y Seguridad, sino que alcanza a otros sectores que comienzan a observar cómo se resiente la economía de la provincia producto de la situación financiera que acusa el Ejecutivo.
La Cámara de Diputados no logró sesionar por falta de quórum, y la Mesa de Unidad Sindical prometió escrachar a los diputados ausentes. Los sindicalistas fueron recibidos por legisladores justicialistas de los bloques del FpV y el Frente de Agrupaciones, que no dudan en acarrear agua para su molino, porque si bien es cierto que los grandes ausentes en la Legislatura fueron los diputados del oficialismo, el conflicto con los trabajadores nucleados en APEL tampoco está resuelto, por lo que no había garantía de sesionar de todos modos.

No tan simple

Hace algunas semanas, desde todos los bloques aseguraban que se podía sesionar en otro recinto, que el registro taquigráfico se podía reemplazar por un sistema de sonido y la presencia de un escribano, y otras tantas posibles soluciones al conflicto con los trabajadores, pero aún así, siguen sin sesionar. Más aún, los Diputados de la oposición están en condiciones de reunir el quórum, si así lo quisieran. Lo cierto es que el jefe de la bancada del PJ-FpV, reconoció este martes en declaraciones a la prensa apostada en la Legislatura, que aquellas teorías acerca de sesionar fuera del recinto, fueron sólo expresiones de deseo porque según sus dichos, entre otras cosas, no se pueden sacar expedientes sin la supervisión de quienes son los responsables de resguardar la documentación, vale decir, los trabajadores legislativos.
Así las cosas, este martes, ante el inminente arribo de los estatales a la Legislatura, los diputados del FpV y el Frente de Agrupaciones, llevaron adelante su estrategia, recibieron a los dirigentes de la Mesa de Unidad Sindical y responsabilizaron del fracaso de la sesión a las autoridades legislativas, Rody Ingram (ChuSoTo) titular del cuerpo, y Jaqueline Caminoa (Cambiemos), quien lo secunda en la presidencia.
Pero no todo es tan lineal como aparenta, porque mientras los trabajadores estatales llevan adelante un reclamo genuino, que ante la falta de respuestas, ya ha colmado la paciencia del más flexible, no es menos cierto que existen algunos oportunistas que aparecen para la foto, pero lejos están de contribuir a la resolución del conflicto.

El proyecto de emergencia

La Mesa de Unidad Sindical promueve un proyecto de ley para declarar la emergencia en los servicios de Salud, Educación y Seguridad, que prevé aplicar, durante un año, adicionales en impuestos a sectores productivos “con capacidad de contribuir”, como el petrolero, pesquero, ganadero de grandes extensiones, de telefonía móvil, y comerciales con grandes superficies, como las cadenas supermercadistas. Los fondos deberán ser invertidos en servicios esenciales.
La bancada del PJ-FpV procuró sin éxito que la iniciativa tome estado parlamentario este martes, y si bien trascendió que el jueves próximo se espera alcanzar el quórum necesario para sesionar, el proyecto debe pasar a Comisión para su tratamiento.
“El tema no era tratarlo hoy porque reglamentariamente hay un problema: ni la Constitución, ni los reglamentos de la Cámara, nos permiten tratar temas sobre tablas que tengan incidencia presupuestaria o cargas tributarias. Si o si tiene que ir a comisión”, dijo Javier Touriñán ante los referentes gremiales.
Al ser consultados sobre las reformas que hicieron los Diputados al proyecto presentado por la Mesa de Unidad Sindical, afirmaron que sólo retocaron algunas cuestiones de forma para que el mismo no pueda ser atacado por su validez formal, pero no modificaron cuestiones esenciales de la iniciativa.

El silencio del oficialismo

Claramente la ausencia y el silencio del oficialismo en la Legislatura, no contribuye en absoluto a la resolución del conflicto que atraviesan los trabajadores estatales, que de hecho incluye al personal legislativo. Esa actitud, permitió a la oposición tomar otro bastión como propio, sugiriendo que los empleados de APEL, perciban ese 8% de salario adeudado que reclaman, con la salvedad de que no aplique a los diputados y la planta política. El incremento también debería ser ratificado en Sesión, por lo que si hay acuerdo, el jueves habrá debate legislativo en el recinto.
“Si los otros diputados siguen jugando a las escondidas, nosotros seguiremos escrachando. Porque cuando no hay justicia, hay escrache”, advirtió Santiago Goodman, secretario general de ATECh, en clara alusión a los legisladores ausentes.
La pregunta es, quiénes son los interlocutores del Gobierno en la Legislatura. Desde hace semanas los diputados del oficialismo están “desalineados”, o así parece cuando no dan quórum, que implica no dar debate, y se levantan de sus bancas cómo si pesaran sobre ellos alguna urgencia que les expulsa del recinto.
Ya no sólo deben dar respuesta a los trabajadores estatales, que no es poco, sino que ante el sistemático fracaso de sesiones legislativas sigue sin resolverse otros asuntos de interés público.

Emergencia empresaria

La Federación Empresaria del Chubut advirtió oportunamente que el proyecto de ley presentado por la Mesa de Unidad Sindical podría poner en riesgo la seguridad jurídica y ocasionaría una ola de juicios contra el Estado provincial.
La FECh aseguró que el avance con este tipo de acciones “causaría un efecto contrario al buscado, ya que provocaría una ola de juicios contra el Estado, agudizando aún más la débil situación en la que se encuentran las arcas provinciales, producto de las malas administraciones que ha habido en los últimos años”.
El sector ya había iniciado gestiones para declarar la emergencia de las PyMEs en Chubut, para conseguir beneficios impositivos en la AFIP, mientras se siguen buscando alternativas para lograr mayor competitividad del sector.
En el sector temen que el oportunismo de algún sector, convierta el debate legislativo, en una pelea entre trabajadores privados y estatales, porque la crisis económico-financiera que atraviesa la provincia es el resultado de las políticas de quienes administran los bienes del Estado, en un contexto donde el fantasma de la corrupción sobrevuela todo el escenario.