EL GOBERNADOR MARIANO ARCIONI SIGUE ADMINISTRANDO EL `SIMULADOR´ DE LO QUE CONSIDERA SERÁ SU `PROPIA´ GESTIÓN SI ES REELECTO. SALIÓ A CUESTIONAR A LOS INTENDENTES QUE SE QUEJAN POR LAS NECESIDADES DE COYUNTURA INVERNAL, MIENTRAS EL PREPARA EL GOLPE DE TIMÓN PRIMAVERAL CON GANAS DE 2019

Me regalaron una provincia

Por Juana de Arco*

Mariano Arcioni está construyendo la mejor estrategia para enemistarse con los intendentes. No los entiende, ni quiere entenderlos. No los escucha, aunque finja escucharlos. En vez de contenerlos, ahora sale incluso a cuestionarlos. Porque? Simplemente porque a él `le regalaron´ una provincia y ese `chiche´ es un gran simulador que lo entusiasma pero no lo apasiona. Nunca se pensó integrando equipo, sino jugando `la individual´ y todo indicaría que la elección del “Dos” en plena crisis de salud del “Uno”, no fue una mera fórmula inofensiva.
Es increíble pero Arcioni, pese al caos transitado hasta la fecha, expone una clara distorsión de las necesidades de los municipios y especialmente de los empleados públicos. Así dan fe la mayoría de los alcaldes en funciones que se cuidan en decirlo en voz alta, pero que en el fondo murmuran permanentemente el `autismo político´ que sufren desde el andamiaje provincial, que no pueden saltar, pero tampoco pueden sostener mucho más con sus golpeadas realidades y urgencias cotidianas.
Arcioni está `aprendiendo a gobernar´ una provincia, pero con una estructura política que lidera cuya composición, si no está presa, está procesada, y si no, está fuertemente sospechada de corrupción. Se salvan una serie de recambios que dicen mantener `bajo perfil´, pero en realidad practican un borrón masivo en los principales ministerios de Fontana 50. Falta de planificación, prioridades de agendas difuminadas, inexistencia presupuestaria y desconocimiento, son probablemente y para ser generosos, los grandes problemas del intento de `gobernabilidad´ simulada del vice convertido en titular, a quien no pocos sospechan de especular con ese `aprendizaje político´, haciendo tiempo y caja para afrontar las opciones políticas venideras.

Esperando que brote la estrategia

Dicen los conocedores de paño que “En su estrategia perversa de aparecer con el fideicomiso salvador en la primavera, el cual estructuró ilegalmente, también está seleccionando a sus enemigos. Parte de su táctica es comenzar a esmerilar a los intendentes”, afirmó sin eufemismo un analista.
“Arcioni no tiene que rendirle cuentas a nadie, como dirían algunos de sus asesores, ya que a él nadie lo votó. Entonces no entiende que en invierno y sin plata, se sufre mucho. Su tibieza administrativa, habla de una extraña solidaridad y cobertura protectora a gran parte de la dirigencia que ha hundido a la provincia”.

Un billete con premio

A decir verdad, en las mesas donde no se anda con chiquitas, se considera que Arcioni sería una espacie de rehén de la estructura que `le regaló´ el destino y el vacío de poder que quedó tras la muerte del caudillo y el desparramo de la oposición por efecto nacional. Esta estructura es naturalmente temerosa de los intendentes que no participaron de las olimpiadas delictivas de la conducción de la provincia. En consecuencia el gobernador necesita “construir” sus enemigos y nadie mejor que los intendentes que no cierran filas con “la vieja política” afianzada en un grupo de “ganadores” macroeconómicos, donde la gestión es una simplificación de CEOs volcado a una presentación de powertpoint, y la gente que integra el universo humano que representa la Provincia importa menos que nada.

Rompiendo filas y paciencia

Quienes descreen de la parsimonia de Arcioni, afirman que quiere encontrar culpables en todas las filas de la política, porque culpar y victimizarse es la primera fase de su estrategia perversa de “hacerles pasar el peor invierno histórico” a los chubutenses, a los empleados públicos y a una coyuntura productiva y comercial que hace agua por todos los costados.
De hecho, lo apuntan como el único gobernador en la historia argentina en no dar la cara a sus empleados públicos. Las evasivas recurrentes, los desplantes y las dilaciones no se entienden de otro modo. No en vano, los referentes políticos de fuste con perspectivas de mantener sus caras, fueron tomando distancia. “En Chubut no hay seguridad, salud ni educación. Esa es su propia herencia, la sucesión de sus acciones. Hoy cerró las peores paritarias posibles, pero no por su generosidad, sino porque los gremios docentes empatizaron con los chicos y los padres”, alertó un referente que peina canas y no se traga la cadencia rala de esta conducción que pretende ser inocua pero que termina siendo malsana.

Esa ficción llamada `Fontana 50´

Todos los intendentes de Chubut, pese a la abierta disidencia con esa estructura de corrupción e inoperancia que sigue parcialmente de arrastre, han prestado ayuda en la medida de sus posibilidades para sacar adelante a los chubutenses. Hay una razón, como dice Ricardo Sastre el Intendente de Madryn, “todos tenemos que estar juntos por Chubut”, “dejando de lado las miserias políticas, lo más importante son las familias de los chubutenses”. Sastre ha intermediado más de 15 veces para que el gobernador se reúna con los docentes, con los sindicatos, incluso con empresas privadas para que la provincia pueda salir del caos socio financiero que vive. Lo mismo ha hecho el Intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares; la intendenta de Camarones, Claudia Loyola, y hasta el propio intendente de Trelew, Adrián Maderna entre otros. Pero Arcioni relativiza consejos, atempera protagonismos, mezquina gestiones porque dicen que al fin y al cabo sólo buscaría una cosa: su reelección. Ser reelecto sería su mayor coartada política y judicial para sostener a su estructura. Dirigencia a la que los chubutenses cada día dicen con voz más fuerte y clara: NO.

Las especulaciones de laboratorio

Si alguien no entendió porqué habiendo ganado una banca en el Congreso Nacional, prefirió desilusionar a todo su electorado mostrando a cara descubierta que fue un candidato testimonial más del sistema, y prefirió quedarse a ocupar el sillón del finado Das Neves y comandar la `limpieza selectiva´ de la corrupción que explotó tras las exequias, es porque cuesta creer que sea `el escudo´ viviente del establishment.
De hecho, no hace falta más que mirar con atención: Arcioni no tiene territorio, no sabe lo que es recorrer la provincia, hablar con la gente y cargarse en los hombros las familias de los chubutenses. `A Caballo regalado no se le miran los dientes –dice el refrán-; pero este `caballo´ desvencijado y desbocado que es Chubut, así como lo viene manejando, tampoco lleva a nadie a ninguna parte. Concretamente hay una fuerte coincidencia de opinión en los sectores que lideran las principales ciudades que en vez de unirse a los intendentes, a las empresas, a los sindicatos y gremios, Arcioni ha elegido la desunión. Porque de otra forma debería dar demasiadas explicaciones de algunos movimientos y concesiones, no podría sostenerse, ni mucho menos proyectarse.
Su eterna negativa por ver los problemas, es su constante estrategia de no solucionarlos. Y en ese esquema, ha venido `usado´ a los intendentes como fusibles. Que son los que día a día tienen que poner el cuerpo ante una ciudadanía que caminan sus mismas calles y plantan sus dilemas a viva voz en las puertas de sus casas, porque son sus vecinos.
Nada de eso le sucede al Gobernador, que sobrevuela la Casa de Gobierno, practica el magistral escapismo de los conflictos que llegan a enfilar hacia Rawson, se domicilia en Rada Tilly, sobrevuela Comodoro y va de compras, reuniones políticas y capacitación en imagen a Buenos Aires.
Y por eso, la lógica de tirarle el fardo a los `comandantes territoriales´, que son los intendentes, es considerada ya un poco macabra. Es así como pensaría: “que se quejen con los intendentes, no importa, si los problemas son de ellos”. Porque con esta hipótesis el necesita que los intendentes sean culpables, no sólo para diluir el fracaso, sino también y sobre todo para deslindar responsabilidades. Ayer mismo, desde Facundo, el mandatario se encargó increíblemente de acusar a los intendentes de hacer “politiquería”.

Los que ponen la cara

Si efectivamente hay quienes han sostenido la Provincia, además de licuar sus propias trayectorias ya que les queda a cada quien poco más de un año de gestión con más dificultades que logros resonantes, esos han sido precisamente los intendentes de Chubut, sean de la bandería que sean. Empujados a un intento de complicidad para tratar de justificar los 650 millones de dólares de deuda tomada y licuada, con obras ya asignadas a empresas amigas, y viendo pasar la guita, los alcaldes aguantaron estoicamente los últimos meses de don Mario Das Neves fuertemente debilitado y los embates de las bandas en plena acción. La mayoría hay que decirlo, hasta temió el salpicadero y debió evitar reclamos, a pesar del estruje que sufrieron las Comunas. Cada uno fue tratando de sumar, sin embargo, y consta públicamente. No sólo Ricardo Sastre fue uno de los primeros en buscar espacios, acciones y hasta mesas superadoras de diálogo y consenso porque veía venir el desastre hacia donde enfilaba la administración provincial; también lo hizo Carlos Linares, que en menos de un mes volvió a repetir que no se postula de candidato a nada, pero insistiendo también que “la crisis de Provincia no se limita a los problemas con los salarios. (…) No hay que quedarse únicamente con el problema de los estatales, que si bien es un reclamo justo, también hay otros conflictos sin resolver”, describiendo claramente lo que marcan las estadísticas comarcales sobre las pérdidas de empleos en la construcción, el petróleo y otras tantas industrias, como consecuencia de las políticas del Gobierno nacional que «nos llevó a este espiral inflacionario que trae consecuencias graves para los chubutenses», pero también por la inercia de una conducción que sigue `jugando la individual´.
Hoy por hoy vivimos en una Provincia arrastrada hacia el abismo, y cuyos gritos resuenan no sólo en la soflama política y en las voces de pánico al poder. Hay voces de hombres, mujeres, familias, jóvenes sin perspectivas, proyectos colectivos, tiempos de vida que se ahogan en la caída libre que se está viviendo, y donde los únicos que parecen tener la tranquilidad de un paracaídas a disposición son el gobernador y sus elegidos. Sospechoso, no?

*Soy Juana de Arco, …y ceniza de tantos

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