El ex funcionario del Ministerio de Planificación, Claudio Uberti, conocido también como el “embajador paralelo” de Argentina en Venezuela, se presentó ayer por la tarde en Comodoro Py, en el marco de la causa por los “cuadernos de la corrupción”.
Se veía venir que el ex funcionario kirchnerista, prófugo desde el viernes, iba a aparecer en algún momento. Especialmente luego de que trascendiera hoy que hasta su propio abogado, Diego Pirota, se había desligado de Uberti: «No soy su defensor en esta causa. No tengo nada que ver con este caso».
El ex funcionario, conocido por la causa de Antonini Wilson y la valija de los 800 mil dólares, se encontraba prófugo luego de que la declaración de Luis Betnaza, de Techint, lo relacionada con el entramado de corrupción en la obra pública entre funcionarios y empresarios, que quedó expuesta a través de los cuadernos del ex chofer, Oscar Centeno.
El exfuncionario trabajaba en el Ministerio de Planificación que conducía Julio De Vido y fue desplazado de su cargo en el 2007 tras el escándalo por el ingreso al país del venezolano Luis Antonini Wilson.
El imputado había sido titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI).
De acuerdo a la declaración del directivo de Techint, el “embajador paralelo” junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, y José María Olazagasti, le pidieron plata para que el Gobierno de ese entonces, de Cristina Kirchner, se comunicara con Hugo Chávez, por la situación de los trabajadores en las empresas del grupo en Venezuela.
Además de la declaración del directivo de Techint, por la cual el juez Claudio Bonadio lo imputó, también figura en varios pasajes de los 8 cuadernos del ex chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno.
Según los escritos del chofer, Uberti era dueño de uno de los domicilios que Baratta frecuentaba para retirar dinero de las coimas en la obra pública.