EL PEDIDO DEL JUEZ CLAUDIO BONADIO PARA ALLANAR TRES DOMICILIOS DE CRISTINA DIVIDE AL PERONISMO. PICHETTO DIO “LIBERTAD DE ACCIÓN” EN EL BLOQUE DEL PJ PARA VOTAR. EL TEMA ES QUE YA ALLANARON DOS DEPARTAMENTOS Y SE CONCRETARÍA UN TERCERO ANTES DE LA SESIÓN DE MAÑANA. EL “GARANTE LLAVE EN MANO”, TESTIGO PRESENCIAL, SERÍA DE CHUBUT

Gloriagate con testigo en peligro

Por Trivia Demir

Más allá de los dimes y diretes por los allanamientos a Cristina de los que ya se concretaron dos avanzadas en un mismo edificio, y donde la sesión de mañana será para alquilar balcones porque habrá definitivamente un antes y un después no sólo del Gloriagate, sino de la ventilada de los departamentos de la ex poderosa presidenta, todo indica que ya se habilitó “el” ingreso clave al lugar sagrado. El dato llegó hasta Chubut por el protagonismo que cobraría la provincia casi lateralmente, dado que trascendió que ese procedimiento arrasará la moral de la señora y será ejecutado con suma minuciosidad, a tal punto que quien tendrá a cargo de oficiar de ´testigo llave en mano´ sería nada menos que un senador/a que se jacta de pertenecer al riñón absoluto de CFK.
La situación pondría a este “testigo en peligro” en un lugar absolutamente incómodo, porque como se sabe, no sería nada fácil la vida, después de convalidar alguna aparición sorpresiva de documental que pudiera comprometer a la expresidenta. De allí el parangón insistente sobre el rol que le quedaría de “testigo en peligro” al chubutano al que le competiría la prueba de fuego.
Para los más jóvenes es necesario aclarar que “Witness” se trató de una película estadounidense de suspenso que data de 1985, dirigida por Peter Weir y protagonizada por Harrison Ford que se ganó dos Oscar y más de diez premios internacionales por la temeraria trama que afectó al pequeño Samuel y a su madre Kelly MacKillis, alias ´Nancy´ para la comunidad amish, y cuya escena de máxima tensión pasó precisamente en un baño.

Incontinencias comprobadas

Es probable, como dijo ayer el senador nacional José Mayans que el pedido del juez Claudio Bonadio para allanar domicilios de Cristina Kirchner “tiende a dar un golpe mediático” y “un poquito también a humillarla”. Pero también está claro que la expresidenta no claudica ni aún ante escándalos demoledores, ni resigna su aspiración a recuperar el poder aún ante la clara decepción pública por lo que se puede describir sin temor a error como una verdadera “malversación del populismo”.
Dicen que si bien la causa de los “cuadernos de las coimas” por la que la expresidenta fue citada a declarar, hasta ayer no habría sido sorteada y señalan incluso “incompatibilidades en cuanto al tema de la acción judicial”, hay definitivamente un guiño de permitir un toqueteo público demoledor.
Sus fieles afirman que la postura del peronismo está unificada en cuanto a la posibilidad de aplicarle el desafuero, porque especulan que la investigación judicial “puede seguir su curso hasta el juicio oral sin inconvenientes”, pero si llegara a regir eso de esperar la sentencia “definitiva” para separar al legislador comprometido de hechos tan resonantes en el caso de Cristina, la justicia debería aceptar también la libertad de Julio De Vido, midiendo con la misma vara. Por lo cuál, más allá de lo buenos deseos, esta semana todo puede ser en la dimensión paralela K.
Para colmo está absolutamente chequeado que la postura del bloque de cara a la sesión del miércoles en torno a cómo votar el pedido de Bonadio está absolutamente dividida en el Senado. El propio Pichetto dio “libertad de acción” para votar el allanamiento a domicilios de Cristina, y opinó que el pedido del juez Claudio Bonadio “no debe ser trabado” en función de la búsqueda de la verdad y justicia que sanaría las instituciones, pero reconoció las diferencias dentro del bloque Justicialista de cara a la sesión. “Ha habido un debate en nuestro bloque y hay libertad de acción de cara a la sesión del miércoles”, informó Pichetto en declaraciones a la prensa acreditada en la Cámara alta.
A título personal, el rionegrino ratificó su posición en el sentido de que “el pedido de allanamiento, una vez que el juez amplió sus fundamentos resolutivos, no debe ser trabado toda vez que se trata de una medida de prueba y no se puede impedir la prosecución de la investigación”. Y hasta se refirió a la posibilidad de que Bonadio pida nuevamente el desafuero de Cristina: “Para que nadie se sorprenda ni haga especulaciones, ratifico que, como es sabido, el bloque que presido sostiene el principio de que no se puede desaforar al senador en una etapa en la que no hay sentencia”.

Una grieta entre propios y extraños

Las diferencias dentro del bloque Justicialista en torno a los allanamientos ya habían quedado expuestas la semana pasada, cuando se firmó dictamen favorable en la Comisión de Asuntos Constitucionales: solo suscribieron el presidente del cuerpo, Dalmacio Mera, y el salteño Rodolfo Urtubey. En esa reunión, el Frente para la Victoria-PJ en pleno exigió que Bonadio remitiera el auto fundado del pedido de allanamiento, que incluyó tres domicilios –los de Uruguay y Juncal, en Capital Federal; Mascarello 441, Río Gallegos; y Padre de Agostini y Los Tehuelches, El Calafate-, y también las oficinas de Cristina en el Senado.
La fundamentación de Bonadio llegó poco antes de la sesión que había sido convocada para el pasado jueves, por lo que los bloques acordaron darse un tiempo para estudiarla y pasaron a un cuarto intermedio hasta mañana miércoles.

Allanamientos en puerta

El pedido de allanamiento del juez Claudio Bonadio estaba pendiente de votación en el Senado por dilaciones, y en la sesión prevista para este miércoles deberá autorizar o no la solicitud, luego de que el magistrado enviara por escrito los fundamentos de la medida. Cristina presentó este mismo lunes un escrito donde denunció ser “sometida” a una “persecución judicial” desde que asumió el presidente Mauricio Macri, y a su vez recusó a Bonadio y al fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la causa originada por los ´cuadernos de las coimas´ que garabateaba Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta. Pero no paró la avanzada legal.
Sin anestesia y en medio de tal polémica, la Justicia mostró libertad de acción mientras los parlamentarios cuchicheban en exceso. Este lunes la Policía Federal se apersonó sin más y allanó ya uno de los edificios de Cristina. El operativo se desarrolló en el primer y cuarto piso de la residencia ubicada en Juncal y Uruguay. “No se bancan que el país hoy está explotando por el aire”, bramó Gregorio Dalbón, el abogado de la doctora. En el barrio el gran operativo de seguridad dio la alerta temprana a los vecinos que la expresidenta estaba en dificultades mayores. Es que en Juncal y Uruguay vive la senadora y exmandataria, y habría varios pisos que frecuenta.
“Esto es ilegal. Es lo único que faltaba para cerrar el circo. Si están allanando algo que tiene que ver con Cristina Fernández de Kirchner no es arbitrariedad, sino que directamente es delictivo”, advirtió Dalbón a la prensa. (…) Venir después de la indagatoria a allanar departamentos que no le pertenecen (a Cristina) es algo que ocurría en otras épocas, no ahora”, se quejó Dalbón en la puerta del edificio del barrio porteño de Recoleta, e insistió: “Esto es un abuso de autoridad. No podemos dejar que el Poder Judicial se lleve por delante la democracia. Eso no se hace en un Estado de Derecho”, dijo.
Es que el allanamiento se desarrolló en el primer y cuarto piso del edificio, según informó el abogado de Cristina, quien se hizo presente en el lugar y denunció un “circo” en una lectura laxa donde opinó que se daba en una jornada donde “el dólar está a 31 (pesos), no lo pueden sostener y el país se cae a pedazos”.

Berrinche y vuelto

Pero aparentemente había otro piso que es el que preocupaba, y que sería presuntamente explorado por los federales antes del debate incluso que el peronismo fue pedaleando para adelante, y donde sí habitaría Cristina. Además del desparramo que se avecina en las oficinas que ocupa en el propio Senado. Todo esto en un momento en que gran parte del Peronismo K y no K llegó a acariciar la unidad en Ensenada en un emocionante recupero del sello y la llave partidaria tras el fin de la intervención que encabezó Barrionuevo. Ahora la “defensa” explícita o no de Cristina indica que toda esta ilusión podría quedar absolutamente trizada.
Hay quienes argumentan que “no tienen paz” porque ellos mismos “guerrean desde las sombras todo el tiempo”, y que la avanzada judicial sería el planchazo definitivo para parar las jugadas desmedidas de “ostentación de impunidad”, donde por ejemplo el hijo, Máximo, se “hizo” bonaerense cambiando su domicilio para poder candidatearse, además del labrado que ella misma habría empezado a activar en lo que se conocería como el “operativo retorno”, algo que el oficialismo no estaría dispuesto a convalidar.
Cómo sea y tal como trascendió hasta estas latitudes, habría una avanzada policial inesperada más, y un allanamiento clave que además le marcaría la cancha a un senador/a propio que en términos de responsabilidades y rulos de candidaturas, no estaría para tirar ´manteca al techo´ al decir de la abuela. Habrá que ver…

Fuentes: Parlamentario, NA, propias

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