EL JOVEN DE 21 AÑOS ABANDONÓ SU HOGAR HACE UNA SEMANA Y LA POLICÍA CONTINÚA BUSCÁNDOLO

La familia de Fernando Molina realizará una marcha pidiendo por su aparición

En el marco de la desaparición del estudiante, por la cual se radicó una denuncia la semana pasada en la Seccional Segunda de Puerto Madryn, familiares de Fernando Molina realizarán una marcha “en silencio” y pedirán que el joven regrese a su hogar.
Desde el 25 de julio, el madrynense se ausentó de su domicilio, aparentemente en circunstancias familiares, y se contactó con su madre, con una amiga y con un profesor, a quienes les pidió “que no lo buscaran”; sin embargo, y atentos a preservar su salud, teniendo en cuenta las bajas temperaturas y la incertidumbre de cuál podría ser su paradero, la familia emprendió la búsqueda, conjuntamente con la División Policial de Investigaciones (DPI) con asiento en la ciudad del Golfo, que continúa la investigación.

“Que vuelva a casa”

La movilización de familiares de Molina será, según mencionó su madre, Esther, en diálogo con el Diario, este viernes a las 10 horas en las inmediaciones de la Escuela Politécnica 703, ubicada en Villegas al 300.
“Queremos que vea que lo seguimos buscando y que vuelva a casa”, consignó la madre de Fernando, quien refirió que la investigación policial para dar con el paradero de su hijo continúa, y que la hipótesis principal sería que continúa en la ciudad Puerto Madryn.

Le perdieron el rastro

Molina, de 21 años, mide 1,68 metros, es “delgado y de tez blanca”, indicaron desde la familia, señalando que, en caso de que alguien tenga indicios respecto de su ubicación, se contacte a los teléfonos (0280)437-4382/4384.
Varias son las versiones que se manejaron desde que el joven se ausentó de su hogar; al momento, la información que pudo ser verificada es que, por motivos personales, el estudiante de Electrónica de la Escuela Politécnica se contactó con su madre telefónicamente poco después de abandonar el hogar, le pidió disculpas y que no lo buscaran, y “lloraba desconsoladamente”, de acuerdo a lo relatado por Esther.
Luego, el joven aparentemente llamó por teléfono a uno de sus profesores y a una amiga, pero poco trascendió respecto de dichas conversaciones; la Policía logró ubicar su teléfono celular a través de la señal de GPS en las inmediaciones de la Politécnica, pero el rastro llegó hasta ese lugar y, desde entonces, no hubo novedades al respecto.

Varios contactos y pocos datos

Una de las presunciones es que Molina podría encontrarse alojado en la casa de dos personas específicas de su entorno de amigos, a quienes la familia habría contactado y no habrían aportado mayores datos.
Lo cierto es que esta semana se cumplirán siete días de que ni la familia ni las autoridades han podido dar con su paradero, por lo cual los allegados al joven de 21 años expresaron que “buscamos que al menos nos diga que está bien, para tener un poco de tranquilidad”.

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