La presencia de gaviotas en distintos sectores de Puerto Madryn y el resto de la provincia es una problemática que ha intentado ser abordada en distintas ocasiones, aunque sin éxito.
Por un lado, dichas aves suponen una afectación a la fauna marina, principalmente a las ballenas, lo que motivó que, años atrás, distintas campañas intentaran erradicar su presencia en la zona costera de la ciudad; sin embargo, otra situación no menor tiene que ver con la concurrencia masiva de gaviotas en diferentes espacios donde se trabaja con la disposición final de residuos urbanos e industriales.
Uno de esos espacios es el predio del Girsu, ubicado en las inmediaciones de la Ruta Nacional 3, entre Trelew y Puerto Madryn, y el otro son los cuencos municipales de la ciudad del Golfo, que según indicaron desde el área de Ecología, ya no se utilizan más dado que la técnica del enterramiento de residuos, por su consecuencia ambiental, fue desestimada.
Por tal motivo, actualmente se implementa la colocación de una enzima específica en los residuos de langostino, la cual generaría, en un plazo de poco más de un mes, una reducción en la cantidad de nutrientes del mismo, apuntando a disminuir la presencia de gaviotas en el sector y su hábito de consumo de ese tipo de material orgánico.

Presencia constante

En diálogo con el Diario, el secretario de Ecología y Protección Ambiental municipal, Facundo Ursino, explicó que “dentro de lo que eran los cuencos, teníamos una concurrencia de gaviotas cuando se hacía el entierro, algo que heredó el ‘land farming’ por una cuestión de que decidimos que se hiciera en el mismo sector para no impactar a otro”.
El “land farming” es una técnica que viene utilizando el Municipio, a través de una empresa que se radicó en Puerto Madryn, para la fabricación de compost a partir de la mezcla de residuos con otros materiales y la posterior elaboración de bloques.
El compost es un producto obtenido a partir de distintos materiales de origen orgánico, como por ejemplo lodos de depuración, estiércol, fracción orgánica de residuos sólidos y residuos agropecuarios entre otros, los cuales son sometidos a un proceso biológico controlado de fermentación, que es el compostaje.

Cañones de estruendo y enzimas

En este sentido, el titular del área de Ecología mencionó que, desde la empresa que lleva adelante el proceso de land farming “están trabajando con distintas alternativas para la mitigación del impacto de las gaviotas, entre ellos cañones de estruendo”, para lo cual “ya se reunieron con el aeropuerto” (El Tehuelche), en virtud de coordinar la utilización de los mismos, evitando problemas sonoros en las instalaciones del mismo.
También, “están trabajando con un producto natural, que son unas enzimas que trabajan sobre el residuo de pescado, y según la empresa que provee las mismas, se estima que en unos 40 días el producto comenzará a disminuir la cantidad proteica del residuo de langostino, a fin de cambiarle el hábito a las gaviotas para que ya no consuman este tipo de residuos”.

Afectación a la salud humana

La presencia de gaviotas en distintas ciudades del mundo, donde Puerto Madryn no ha sido una excepción, conlleva también a una serie de problemáticas sanitarias que tienen que ver con la contaminación.
En concreto, las heces de algunas variedades de gaviota contienen una concentración media de la bacteria “Escherichia Coli”, comúnmente denominada “E. Coli”, superior al de otras aves salvajes, cuya variedad patógena ha demostrado ser resistente a muchos antibióticos.
A su vez, la resistencia a agentes antibacterianos se ha incrementado en gran medida durante los últimos años en todo el mundo, convirtiéndose la superpoblación de gaviotas en una preocupación general y un importante problema de salud pública.