HISTORIAS CURIOSAS PARA CONTAR EN DÍAS DE LLUVIA

Piedra, papel y…

Por Javier Arias
javierarias@eldigito.com

Hay veces que uno no se pone de acuerdo, no hay forma ni manera de hacerle entender a nuestro interlocutor que es mejor un camino que el otro, aunque sepamos que el alternativo es relativamente similar al nuestro. Pero uno se emperra y discute como si la vida se nos fuera en ello. Es que a cabeza dura mejor que nadie nos haga frente, el problema se presenta cuando justamente ese interlocutor sea otro partidario de la testarudez en su máxima potencia, lo que hace que entremos en un loop insoportable y es posible que, si uno no da el brazo a torcer, terminemos como esos dos viejitos de la platea de los Muppets, por siempre a los gritos y sin entender razones. Afortunadamente los chinos, cuando no, vinieron a darnos una solución salomónica, aunque suene paradójica, o por lo menos geográfica e históricamente confusa, tal comparación.
El caso, querido y fiel lector, es que qué mejor que resolver este tipo de entuertos gordianos con un sablazo de pura definición lúdica. Y me refiero a zanjar la cuestión con el tan mentado y consabido juego de “Piedra, Papel y Tijera”, dos de tres y gana el mejor. ¿Pero gana el mejor o el más afortunado?
Si bien muchos creen que el archifamoso “Piedra, Papel y Tijera” es un simple juego de chances, suerte y azar, es en cambio un juego más del estilo del ajedrez que de la ruleta, en el cual intervienen estrategia, observación e inteligencia.
Según cuentan los estudiosos, porque, usted sabe, atento lector, que hay estudiosos para los temas más diversos y estrambóticos, que el dichoso juego de “Piedra, Papel o Tijera” fue inventado en China. Así por lo menos dicen que dice el “Wǔzázǔ” (no intente pronunciarlo, es mortalmente peligroso), un libro escrito por Xiè Zhàozhì al final de la era Ming; según el cual los señores de la guerra del periodo Han tardío jugaban a algo llamado “shǒushìlìng”, el equivalente a lo que ahora mismo se conoce como “Piedra, papel o tijera”. Y en una de esas tienen razón, porque no existen registros de este juego en Occidente hasta que se tuvo contacto directo con los asiáticos; es más, si algún escritor de por estos pagos lo mencionaba, siempre lo hacía describiéndolo como un juego oriental. ¿Vio cuando uno dice que tal autor, por ejemplo, Arjona, para mencionar a cualquiera, es una tortura china? Bueno, en ese momento, cuando hablaban del “Piedra, Papel y Tijera”, decían que era un juego chino. ¿Qué para qué agregar esta patada escondida al pobre de Arjona, que ni pincha ni corta en el tema de los juegos orientales? Ni idea, como diría el Papa, per che me piacce.
Pero volviendo al tema del coso este, es sorprendente enterarse, por ejemplo, que hasta existe una Sociedad Mundial de Piedra Papel y Tijera y que desde hace años organiza un campeonato mundial. ¡Y uno se queja de que el ping pong sea deporte olímpico!
Pero lo que sucede es que no le tenemos paciencia, y muchos menos respeto, pero si realmente nos interesáramos por la cuestión, descubriríamos que hasta existen estrategias bien concebidas para aquellos que quieran triunfar en el difícil arte del Piedra, Papel y Tijera.
Pero antes de entrar en las tácticas específicas, hagamos un pequeño ayuda memoria para aquellos que hace rato han dejado de practicar esta milenaria actividad. La idea es que se juega de uno contra uno, enfrentados, con las manos ligeramente levantadas, a la altura de la cintura. Se cuenta a viva voz “Uno, dos y tres, piedra, papel o tijera” y cada uno levanta una mano formando cualquiera de los tres posibles movimientos, el puño cerrado, piedra, la mano abierta, papel o el dedo índice y anular formando una tijera. El papel le gana a la piedra, la piedra a la tijera y esta última al primero, o sea, al papel. Una perfecta metáfora de nuestros tiempos.
Los especialistas, porque también, estimado lector, para esto tenemos especialistas, reconocen que los hombres tienen la tendencia de usar la piedra para arrancar los juegos, de esta forma, si se juega contra una persona del sexo masculino, aconsejan por lo tanto, empezar jugando Papel. Por otra parte, los jugadores más inexpertos tienen la tendencia de jugar siempre la opción que vence a la que ganó la mano anterior; así, por ejemplo, si le ganaron con Papel, seguramente jugará Tijera en la próxima. También, para ser campeón mundial, es importante entender que los segundos antes de cada partida cuentan, como en cualquier otro deporte de alta competición; debemos mirar atentamente los dedos de nuestro oponente, porque los mismos se moverán o tensarán de acuerdo a la jugada que tenga decidido realizar. Momentos de alto dramatismo, sin lugar a dudas.
Si hasta cálculos estadísticos tienen, el Papel es la jugada que menos pierde, siendo su índice de derrotas el 29,6% de las veces, lejos de la Piedra con un 35,4% y la Tijera con 35%.
No entraremos hoy, esforzado lector, en las variantes de este milenario juego, que incluyen a un Spock (con el singular saludo Vulcano de Viaje a las Estrellas) y hasta un “lagarto”.
Así que ya sabe, cuando la discusión no dé para más y antes de irse a los puños, vaya a las manos, que un Piedra, Papel y Tijera puede traer la paz y conciliar a los más crispados.

Nota del autor: Datos extraídos de la página web http://www.pisitoenmadrid.com/blog

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