Desde la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental de Puerto Madryn (SEPA) hicieron referencia a la modalidad de “land farming”, la cual está siendo utilizada para procesar los residuos de langostinos.
Se trata de un método que busca reducir el impacto ambiental para el tratamiento de dichos residuos, a la vez que, desde dicha dependencia municipal resaltaron el hecho de que “en Puerto Madryn ya no funcionan más los cuencos municipales y tampoco se utiliza el método de enterramiento”, a partir de un trabajo conjunto con la cartera de Ambiente del Chubut para reducir la afectación ambiental de dichas prácticas.
En cuanto al “land farming”, la misma es realizada por una empresa privada de Buenos Aires, que se radicó hace tiempo en Madryn, y tiene como objetivo la generación de compost.

Reducir el impacto ambiental

Al respecto, el titular de la SEPA, Facundo Ursino, comentó que “lo que nosotros estamos trabajando desde la ciudad tiene que ver con la planta de harina, que efectivamente fue un proyecto, que comenzó desde el Ministerio de Ambiente, el cual le otorgó una habilitación provisoria; se trata de un proceso sobre el residuo del langostino, que tiene como resultado un producto final para su comercialización” y agregó que “obviamente, este proceso necesita de una maquinaria importante y una cuestión logística de envergadura en cuanto a la maquinaria dentro de la planta, como ser los hornos, molinos y demás artefactos que tiene la planta”.
A su vez, sostuvo que “si hay alguna contingencia, nosotros pensamos en tener un segundo plan para este tipo de cuestiones, y en Madryn tenemos más de uno” y explicó que “en su momento estaban los cuencos municipales, donde se realizaba el entierro de los residuos; a partir del trabajo que se venía realizando con el Ministerio de Ambiente, decidimos desde la gestión del Intendente cerrar esos cuencos de residuos sólidos y no enterrar más, ya que el impacto ambiental era importante”.

Remediación de cuencos

En este sentido, “se trabajó a través del Concejo Deliberante un proyecto nuevo que se llama ‘land farming’, el cual consiste en una forma de tratar el residuo industrial orgánico, cualquiera de ellos, del cual el que más hay en la ciudad es el de pescado”, detalló, señalando que ello se realiza “para la generación de compost” y que “se presentó el proyecto al Concejo y, para no generar un impacto en tierras nuevas por parte de los residuos, la idea fue ir al mismo lugar en donde se trabajaban los cuencos; la empresa que está trabajando con el ‘land farming’ va a remediar estos cuencos, de modo de trabajar ahora de manera correcta con los residuos; ese es otro sector al cual se pueden llevar los residuos pesqueros”.

Exigencias “importantes”

También, remarcó que “como ‘plan C’ hay un tercer lugar, la disposición final del Girsu, que es el relleno sanitario”, el cual “se utiliza menos por una cuestión de costos; el costo del relleno sanitario es muy grande para tratar ese residuo por la cantidad de lixiviados que tiene”, sumando a ello que “el ‘land farming’ tiene una planta de tratamiento de líquidos, y está la harinera, que tiene un producto final el cual, al estar cerca del sector pesquero, tiene un traslado y un costo menor”.
Consultado sobre el porcentaje de residuos que van a cada sector, Ursino precisó: “Estimo que van mitad y mitad entre el ‘land farming’ y la harinera; obviamente, esta última tiene una capacidad limitada por la producción, y además hay una exigencia importante que tenemos, de que evite arrojar residuos cercanos a la descomposición, por la generación de olores” y confirmó que “ya realizamos algunas multas por esas cuestiones”.

Cuencos municipales cerrados

El secretario de Ecología manifestó, además, que “obviamente, si la harinera por algún motivo o problema en planta no pudo seguir procesando, ese residuo en descomposición tiene que ir a un lugar; y está el ‘land farming’ o el relleno sanitario para eso” y aclaró que “los cuencos municipales no funcionan más, están cerrados y no se trabaja más con enterramiento en Puerto Madryn”.
En cuanto a la disposición final del Girsu, “entiendo que no están llenos, salvo que tengan alguna emergencia, pero en Madryn no hay necesidad ya que, si la hubiera, pueden ir al ‘land farming’, donde la forma de tratamiento, lo que hace es que si el residuo está descompuesto, al airearlo baja esa descomposición y genera una oxidación, disminuyendo la cantidad de olores”.

La basura transformada en billetes

La subsecretaria de Gestión Ambiental provincial, Mariana Vega dio detalles sobre la búsqueda de ordenamiento de una actividad, novedosa en los últimos años de la mano de la pesca del langostino, que traía aparejada una importante problemática ambiental.
Hoy se ha dejado de lado la práctica de la disposición final de los residuos en los ex basurales de Rawson (cavas municipales) y Trelew, y las cavas municipales de Puerto Madryn.
La disposición final de los residuos pesqueros está en pleno proceso de mutación hacia una instancia de agregado de valor en el reuso. “Todas las empresas que han emprendido este proceso y hoy están procesando residuos pesqueros en la zona (Planta de Harina de Pescado y Landfarming en Puerto Madryn, y Arcante fuera de los ejidos de Rawson y Trelew y equidistante de ambos) han presentado la documentación ambiental (lo que comúnmente se conoce como Estudio de Impacto aunque normativamente hay variantes)”, detalló Vega.
Se estima que la empresa cobra unos $ 1.500 por volquete de 5 metros cúbicos, y recibe alrededor de 50 volquetes diarios. La cuenta es sencilla: son unos $ 75 mil pesos diarios que multiplicados por veinticinco días en que funciona el basural, suman algo así como $ 1.875.000 mensuales. Lo que se dice, un negocio redondo por hacer un pozo y enterrar basura sin tratarla.