La movilización y el paro general convocados por la Confederación General del Trabajo (CGT) tuvieron un alto acatamiento en la ciudad de Puerto Madryn.
A pesar de que muchos negocios y grandes superficies mantuvieron sus puertas abiertas, la falta de servicio de transporte y los “parates” registrados en algunos rubros también dejaron entrever otra faceta del reclamo, en este caso, una serie de “aprietes” denunciados tanto por operadores turísticos como por dueños de restaurantes de la zona costera.
Durante la jornada, circularon videos y mensajes a través de las redes sociales y los teléfonos, en los que se daba cuenta de las presiones ejercidas sobre algunos trabajadores por parte de presuntos representantes sindicales; tal fue el caso de un video en el que se registró una aparente discusión entre un trabajador cuentapropista, que se disponía a transportar material con su vehículo utilitario, y fue demorado por un gremialista de Camioneros, quien intentó persuadirlo respecto de los motivos del paro general, aduciendo que “las medidas que nos afectan a nosotros, también te afectan a vos”.
También, se vio una fuerte presencia policial en uno de los sectores de más comercios del ejido céntrico, donde la empleada había sido amenazada con que “iban a venir a romper todo” si abría sus puertas, por lo que trabajó con custodia policial.

Todos los “restós” afectados

Si bien en ese último caso no se trató de un “apriete” sino de una “sugerencia” o intento de persuasión, lo cierto es que las denuncias más fuertes fueron realizadas por quienes integran el rubro gastronómico, muchas de ellas solicitando que no se diera a conocer la identidad de quien las realizaba por temor a más represalias.
Uno de los mensajes más resonantes fue el del propietario de uno de los restaurantes más conocidos de Puerto Madryn, ubicado sobre la avenida Julio Argentino Roca, quien expuso que “a todos los restaurantes nos hicieron cerrar, vino gente de Luis Barrionuevo de Buenos Aires y apretaron y obligaron a cerrar a los que estaban abiertos; Coral, Bistró, etcétera” (sic).

“Así, cualquier paro es un éxito”

En la misma línea, el empresario gastronómico relataba que “delante mío cayeron a Barbarians dos que tenían camperas que decían ‘Luis’ atrás y le dijeron a la dueña que si no cerraba en media hora, volvían y le rompían todo”.
Seguidamente, detallaba que “en la obra, la Uocra tampoco dejó laburar (sic) a los albañiles”, rematando: “Así, cualquier paro es un éxito”.
Además, señaló que “en todos los restaurantes hicieron lo mismo, me llamó el de Coral para contarme que él abrió a la mañana y delante de un dirigente que estaba tomando un café, lo amenazaron y lo obligaron a cerrar dos tipos de Buenos Aires de Luis Barrionuevo; me llamaron de La Cantina, donde tampoco abrían por las amenazas”.
Finalmente, el empresario gastronómico remarcaba, durante la jornada del paro general, que “ahora dicen que fue un éxito en el sector gastronómico el acatamiento al paro, no tienen vergüenza, yo abro igual dentro de un rato y se van a la p… que los p…”.

Sindicalismo viralizado

Durante el día martes, cientos de videos se replicaron a través de las redes sociales, en los que se exponían distintas situaciones enmarcadas en el paro general; entre ellas, la pregunta a una mujer que, literalmente, “no sabía” por qué se encontraba movilizándose junto a referentes gremiales; por otro lado, trascendió uno de los momentos en los que manifestantes enfriaban cervezas en una conservadora, y el triste momento que atravesó un parrillero que, esperando la llegada de cientos de comensales a su local, solamente sirvió “dos mesas” porque le habían bloqueado la calle de su negocio.
En definitiva, postales de la otra cara de una serie de reclamos legítimos, opacados por “aprietes” que parecerían haber reflejado un acatamiento más cosmético que genuino a las medidas resueltas por la titularidad de la CGT.