LA ECONOMÍA MARCA UN RUMBO DEMASIADO CONOCIDO Y POCO GRATO PARA LOS EXPERTOS. EL GRADUALISMO INSISTENTE DEL OFICIALISMO COMO SALVAVIDAS POLÍTICO, Y LOS RECORTES DE UN PLANAZO AL PRESUPUESTO ELECTORAL CON AMAGUE DE SUSPENSIÓN DE PASO

Adelantos y pedaleos en la bicisenda financiera

Por Trivia Demir

La comparación puede sonar odiosa pero sintetiza una gran realidad: «La Argentina de hoy es una especie de bicisenda financiera donde la atracción central es la inversión especulativa», dijo Matías Kulfas, economista, autor de «Los tres kirchnerismo», al explicar el panorama económico actual; los desafíos que enfrenta Cambiemos y las consecuencias de la política monetaria impulsada por el Banco Central, entre otras cosas.
En una afinada entrevista concedida a Política Argentina, el analista tiró fuertes ideas sobre la coyuntura que nos desvela en un país que no logra salir de los ciclos extremos. «El Gobierno de Macri no ha solucionado casi ninguno de los problemas que había planteado», consideró y añadió: «Por este camino se va a un cambio estructural en donde la industria tendrá menor peso».
Kulfas ejerce además la docencia como profesor de la UBA y de la Universidad de San Martin. También trabajó en el ámbito público, fue director del Banco Nación y gerente general del Banco Central. Actualmente dirige el centro de investigaciones económicas Idear Desarrollo.

P: -Hace casi un año dijo que Cambiemos tenía una política gradualista en cuanto a lo económico ¿Sigue pensando lo mismo? ¿Cómo define a este Gobierno?

MK: -Efectivamente este Gobierno tiene una política económica gradualista. Me parece que es por una cuestión instrumental y por sus posibilidades políticas que por su verdadera convicción. Cuando uno mira el enfoque fiscal de este Gobierno creo que ha ido de manera gradual. A nivel comercial, si bien hubo apertura de importaciones no se ha producido una avalancha de importaciones como en otras aperturas. Si comparás esta apertura comercial con la del 76′ o la del 91′, ves que sigue habiendo mecanismos o instancias de negociación que evitan un impacto más pronunciado respecto al desempeño del sector industrial. No es que este Gobierno sea gradualista por convicción, sino por necesidad política, por la debilidad de origen. Es un Gobierno que llegó con votos prestados, con un balotaje muy ajustado.

-¿Qué desafíos enfrentaba y enfreta Cambiemos en materia económica? ¿Los resolvió?

MK:- El Gobierno de Macri no ha solucionado casi ninguno de los problemas que habían planteado. En lo que no fue gradualista fue en la apertura financiera. Creo que el Gobierno buscó rapidamente mover el denominadado cepo cambiario y volvieron las rondas de inversores buscando la famosa lluvia de inversiones pero nada de esto ocurrió. Lo que ocurrió en Argentina es una verdadera avalancha de inversiones especulativas. Argentina es, según los principales medios internacionales, uno de los principales lugares del mundo para la inversión especulativa; donde más rendimiento financiero han tenido en los últimos 18 meses. Esto es consecuencia de la apertura financiera. Es el único aspecto en donde no hubo gradualismo.
Hoy la apertura financiera es muy superior a la que había en los períodos previos al denominado cepo cambiario. Lo que encontramos es un país que está en una trampa de estancamiento. Es un país que no está creciendo pero esto no es un problema atribuible solo a Cambiemos. Después del 2011 Argentina creció muy poco y realmente no está encontrando la manera de salir de esta trampa. Cambiemos pensaba que esto se sale con una politica económica que favorece la inversión cuando en realidad no están dadas las condiciones. Y creo también que el enfoque que plantea CFK tampoco parece viable en este momento. Retomar el modelo previo a 2015 con esta situación fiscal también me parece un error de concepto. Hay una trampa de estancamiento en donde ninguno de estos dos enfoques parecerían tener la respuesta a esta trampa.

-En las últimas semanas el dólar tocó su mayor pico. Desde el Banco Central volvieron a aumentar las tasas de interés ¿Qué implica esto?

MK:- El Banco Central está tomando una política bastante peligrosa. Por un lado, a transformado a la Argentina en un paraíso financiero. Hoy la Argentina es una especie de bicisenda financiera unida al mundo financiero global donde la atracción central está puesta en la inversión especulativa y los inversores externos han hecho una gran diferencia financiera. De cada 10 dólares que ingresaron sólo 1 fue a inversiones directas. La política monetaria está enfocada en manejar la tasa de interés pensando que de esa manera se controla la inflación, cuando la inflación en Argentina está demostrado que tiene muchos elementos de causalidad. Eso solo no soluciona nada.
Lo que estamos encontrando es un fenómeno en donde el Banco Central se desentiende del dólar y dice que no le interesa; lo dejó caer y después lo dejó subir. Está bien que lo dejen fluctuar pero no con semejante amplitud. Tampoco está mal que suba pero insisto en que lo malo es dejarlo fuera de control. La tasa de interés al alza lo único que está dejando es complicaciones en el mercado interno. Cuando uno mira las estadisiticas del INDEC se ve que se está recuperando la actividad económica pero el crecimiento es muy pobre; muy concentrado en pocos sectores que tienen que ver con el agro, con la construcción, con algo de la obra pública, que esta por debajo de los niveles del 2015 y esto hace que el impacto en el empleo sea mínimo, muy reducido. El empleo crece muy por debajo de la necesidad de recuperar el dinamismo del mercado interno. Tenemos un problema central en donde la política del Banco Central está influyendo negativamente en la marcha de la economía Argentina.

-¿Hay un cambio de la matriz productiva?

MK:- Estamos viendo alguna apertura comercial gradual, paulatina y esto a hecho que algunos sectores ajusten. Uno mira la evolución de textiles que tiene mucho peso en el emplo industrial y cayó significativamente. Ahí hay un cambio estructural importante respecto a la última década. Lo que creo es que por este camino se va a un cambio estructural en donde la industria tendrá menor peso que en el pasado; pero tampoco se ven que sectores van a reemplazar esto. A diferencia de los 90, en donde se disimulaban en el corto plazo la caída de la industria, aparecían sectores de servicios y bancos que abrirían nuevas sucursales, acá no se ve que es lo que va a reemplazar los sectores que están cayendo. Al campo le a ido muy bien, hizo una cosecha record pero el efecto del campo en la Argentina es mínimo. Encima este Gobierno desaprovecha los pocos nichos de inversión que podrían impulsarse.(1)

Fuerte recorte al presupuesto electoral

Entre tanto, los sectores políticos se comenzaron a apurar un poco incentivados por el complicado momento de imagen que atraviesa el macrismo, y otro porque no aparece en verdad ´nada nuevo bajo el sol´ dirigencial que ilusione a las masas. Por el contrario, a medida que pasan los meses más se nota que las opciones políticas no convencen y para colmo exponen una aridez de ideas y propuestas que espanta. En esa carrera del poder por el poder mismo, quienes están en la pista gobernando o hace poco dejaron de hacerlo, evalúan a toda costa anticipar elecciones. Aunque suena casi una utopía considerando una verdadera utopía considerando los costos que tiene un acto electoral no sólo a nivel nacional, sino en cada provincia que lo piense un poco, como es el caso de Chubut, donde por ejemplo este mes aún no estaba claro con que afrontaría los sueldos el gobierno de Mariano Arcioni.
Para colmo, la partida destinada a la ejecución de los gastos electorales será de casi $8000 millones, un 33% más respecto de las elecciones legislativas de 2017, pero con la particularidad de que el año próximo el Ejecutivo nacional deberá diagramar dos elecciones con posibilidad de una tercera en caso de ballotage. Por eso, estos números refuerzan la idea del Gobierno de suprimir las PASO.
Entre los números del presupuesto 2019 hay que observar las partidas destinadas para los gastos electorales, donde se ve un particular ajuste. Habrá menos dinero para las campañas electorales y a su vez -preocupante- recorta el presupuesto que el Ministerio del Interior aplica en la logística electoral para el desempeño de los comicios.
Desde la Dirección Nacional Electoral ya dieron alerta a esta situación porque el aumento además de ser bajo teniendo en cuenta el rango de estos comicios, se le suma la inflación por lo que los costos para 2019 serán muchos más altos que los del 2017. Un legislador le expresó al diario La Nación que «todo este gasto habría que multiplicarlo por tres elecciones. El presupuesto que se le otorgó a la Dirección Electoral es demasiado acotado, va a necesitar un refuerzo»
Las principales erogaciones de dinero que debe hacer el Estado se centra en los aportes a los partidos políticos para la impresión de boletas, la impresión de padrones, seguridad electoral (efectivos de policía y de las Fuerzas Armadas para custodiar los comicios), la compra del material electoral (urnas y sobres) y el pago a las autoridades de mesa.
Una apuesta del Ejecutivo nacional es avanzar con la idea de quitar de encima una fase electora, apuntan a las Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias que estableció la última modificación a una ley electoral que debe ser revisada pero no desde la óptica del ajuste que solo lleva a bajar la calidad democrática por considerar a un instrumento importante como un gasto.
Otro punto de ajuste es el dinero destinada a las campañas, la ley de financiamiento deja en claro que ninguna fuerza podrá gastar más que la suma que resulte de multiplicar el número de empadronados en cada distrito por un módulo electoral. De esta forma para 2019 el Gobierno ajustó el valor del módulo electoral de $9,43 en 2017 a 8,50 para el año próximo. Así las cosas, la complicadísima situación económica condiciono no solo los tiempos electorales, sino además el mismísimo proceso. Habrá que ver…

Fuentes: (Política Argentina, NA, LN, propias)

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