ES COORDINADO POR PROFESIONALES DE CIPPEC, AUTORIDADES Y ESPECIALISTAS LOCALES

Cómo es el proyecto que prevé reforzar la planificación urbana y social de Madryn

Días atrás, autoridades del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) participaron de un encuentro junto al intendente Ricardo Sastre y autoridades locales, enmarcado en dos proyectos que apuntan a acompañar el crecimiento demográfico de la ciudad con una óptica ligada a la planificación urbana a largo plazo, al control del suelo y a la economía colaborativa.
Las iniciativas, coordinadas con una mesa de trabajo de profesionales del Centro y especialistas de Puerto Madryn, entre ellos el arquitecto y titular de Desarrollo Urbano, Enrique Calvo, surgen de la elección de la ciudad del Golfo como la primera entre las correspondientes al Aglomerado Patagonia Chubut, dentro del contexto de “Ciudades Inteligentes”.

“PlanificACCIÓN” es un programa elaborado por los especialistas Gabriel Lanfranchi, Melina Nacke, Juan Ignacio Duarte y Diego Deleersnyder, del CIPPEC, y consiste en “una propuesta metodológica de planificación urbana que busca ser superadora de la planificación urbana tradicional”, además de constituirse como “una herramienta elaborada por CIPPEC para tomadores de decisiones del sector público, privado, académico y de la sociedad civil, que tiene como principal objetivo asociar la planificación a la acción”, según lo descripto por el organismo.
Puerto Madryn es una ciudad que durante varias décadas ha generado sus mayores ingresos a partir de dos ejes concretos; el turismo y la actividad pesquera.
Sin embargo, los vaivenes económicos de los últimos años han tenido un fuerte impacto en la cantidad de turistas que visitan la ciudad del Golfo, así como también en la reducción del nivel de consumo y el acortamiento de los plazos de estadía; esto último, a pesar de la restitución de los denominados “feriados puente”, que poco aportaron teniendo en cuenta la retracción de la actividad económica y su derrame en el sector turístico.
Por otra parte, si bien el precio del dólar ha favorecido en gran medida a las exportaciones del sector pesquero, la crisis del mercado laboral y los recortes en los puestos de trabajo han tenido un efecto profundo en el rubro, que se suma al cierre de locales comerciales y a un consumo más orientado a los bienes esenciales.
Dicha postal ha empujado a las autoridades a reinventarse en cuanto a la elaboración de políticas públicas, con el objetivo de atender los problemas más inmediatos y diseñar un plan de ciudad de cara al futuro.

En qué consiste

En cuanto a la metodología de la “planificACCIÓN”, la misma se divide en cuatro etapas.
La primera, de Diagnóstico, se remonta a los primeros tres meses donde se realizan entrevistas individuales a “líderes locales, representantes de los sectores público, privado, académico y de la sociedad civil”.
En paralelo, “se analiza la documentación sobre planificación y gestión urbana con que cuenta el aglomerado, así como datos geográficos cuantitativos existentes y otros construidos por el Laboratorio Urbano Digital (LUD)”.
El principal resultado de dicha etapa es la definición de las “cuestiones problemáticas o relevantes identificadas en el área metropolitana”.

Un universo de actores decisorios

En segundo orden, la Selección de Proyectos conlleva otros tres meses de trabajo, en los cuales se articula el diagnóstico “con el desarrollo de propuestas de solución definidas por los líderes locales en mesas de trabajo semanales asistidas por CIPPEC”, con el objetivo de definir dos áreas problemáticas en las cuales se trabajará para establecer “posibles soluciones” y apuntando a trabajar sobre acciones concretas a partir de proyectos “prioritarios” y “factibles”.
Otro de los ejes de la Etapa 2 es la articulación de políticas públicas en el marco del “ecosistema de actores sociales”, alcanzando consensos que permitan el sostenimiento de las mismas más allá de las gestiones de gobierno y de cara al futuro.

Desarrollo integral del aglomerado

Las etapas 3 y 4 consisten, primeramente, en la ejecución del proyecto, dado que durante el segundo semestre de la “planificACCIÓN” se avanza en la implementación de uno de los proyectos estratégicos que fueran antes definidos en la mesa de trabajo, y por último, se crea la “estrategia de desarrollo”.
Sobre esto último, el Centro estableció que “en paralelo a la realización de etapas previas, en un plazo de seis a doce meses, se construye de manera colaborativa la estrategia de desarrollo integral para el aglomerado”.
Las primeras cuatro etapas forman parte de la denominada “Fase 1”; la segunda Fase parte del empoderamiento del denominado “ecosistema de actores sociales”, es decir, de todas las partes involucradas durante el primer tramo, para que la comunidad implemente “el resto de los programas y proyectos definidos en el plan estratégico”, cuya duración dependerá “de los plazos establecidos en cada caso” y donde CIPPEC no tendrá, necesariamente, una participación directa.

Transformar la realidad local

El proyecto, basado en la “planificACCIÓN” busca, según expresa el organismo en la presentación del mismo, “transformar la planificación en un proceso de desarrollo consensuado, con activa participación de los distintos actores locales”, incorporando a la discusión a “actores sociales que cuentan con diferentes grados de poder sobre la resolución de los problemas públicos” y promoviendo “asociaciones público-privadas que mejoran la planificación y ejecución de políticas públicas en el largo plazo”.
Los objetivos de dicha metodología, en los territorios en los que se viene aplicando, son “ampliar el conocimiento sobre el aglomerado, generando evidencia empírica e identificando los desafíos institucionales, económicos, sociales y/o ambientales que se presentan para el desarrollo del área”, “promover el diálogo y las redes de trabajo entre los principales referentes del aglomerado, consolidando la cooperación y el compromiso del ecosistema de líderes locales”, “impulsar proyectos que generen impactos en el área metropolitana, basados en la innovación y el espíritu emprendedor” y “potenciar las líneas de política pública municipales que fomenten la equidad, el crecimiento urbano sostenible, la resiliencia urbana, el empleo de nuevas tecnologías y la gobernanza metropolitana”, entre otros.

La única ciudad en la región

Actualmente, la “planificACCIÓN” se implementa en cinco áreas metropolitanas argentinas que fueron seleccionadas previamente a través un concurso y con un criterio de representación regional; en el caso de la Patagonia, la elegida fue Puerto Madryn, mientras que las restantes son el área metropolitana de Mendoza (Cuyo), el Gran Catamarca (NOA) y el área metropolitana de Resistencia en Noreste (NEA) y Córdoba (Centro).
El proceso de aplicación tiene diferentes grados de avance en cada aglomerado y las características de cada uno han sido diferentes en términos de la participación sectorial, los componentes del diagnóstico y los proyectos seleccionados, entre otros.

Un caso “bisagra” y cinco experiencias

Desde el CIPPEC, en cuya página oficial puede accederse a información detallada del proyecto, resaltaron que “los cinco casos analizados, así como la experiencia previa en Bahía Blanca, demuestran que los actores locales están dispuestos a comprometerse, compartir sus conocimientos y participar en la toma de decisión pública”.
Dicho acercamiento a la planificación “impulsa a pensar a las ciudades en clave metropolitana, y permite advertir la creciente necesidad de innovar en la gestión y desarrollo del territorio”, consignaron, agregando que “la urbanización de las ciudades produce impactos socio-espaciales y ambientales que exceden los límites tradicionales de los gobiernos locales y demandan dinámicas de coordinación interjurisdiccional e intersectorial”.
El hecho de “empoderar a los actores sociales, promover lógicas de coordinación y construir consensos sobre la base de conocimiento existente”, resaltaron, “genera dinámicas de planificación que se convierten en acciones”, las cuales “tienen el potencial de traducirse en planes estratégicos de largo alcance, efectivos y exitosos, en el largo plazo”.

La experiencia de Bahía Blanca y el rol social

La primera aplicación de la “planificACCIÓN” se realizó durante 2016 y 2017 en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, en la cual dos proyectos fueron diseñados; por un lado, la gestión de riesgo para emergencias naturales, ligada a la “resiliencia urbana” y, por el otro, la construcción de un corredor verde entre el parque de las esculturas y el puerto en la zona de Ingeniero White, ligado a la cuestión del hábitat.
Los proyectos están actualmente transitando la Fase 2, bajo la metodología de trabajo de “scrum management”, que prevé el desarrollo de espacios presenciales de intercambio de conocimiento y aprendizaje entre pares, “con el objetivo de poner en común saberes generados a partir de la experiencia, y potenciar a través de la participación, la apropiación y construcción colaborativa de los proyectos seleccionados para el área metropolitana”.
Además, la primera experiencia que comenzó en dicha ciudad demostró, según valoraron desde CIPPEC, que “empoderar a actores sociales, promover lógicas de coordinación interjurisdiccional e intersectorial y construir consensos sobre la base de conocimiento existente, genera dinámicas de planificación que se traducen en acciones concretas en el corto y mediano plazo, y que pueden prolongarse en el largo plazo”, superando las dificultades a las que la planificación tradicional puede conllevar en el desarrollo sustentable de los aglomerados urbanos, así como también empoderando y comprometiendo al colectivo social en la definición de las decisiones públicas.

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