POBLADORES ADVIERTEN SOBRE LA FALTA DE INVERSIÓN EN SERVICIOS E INFRAESTRUCTURA

Crece el reclamo por fuentes de trabajo en la meseta central

Hernán Córdoba, más conocido en su lugar como “Tatín”, tiene 49 años y vive en Gastre, donde nació y trabaja desde hace 31, gran parte de ellos como empleado de la comuna rural -a la que renunció hace 6 años, luego de 25 de servicio- y, de manera paralela, como comerciante, ocupación que mantiene a través del comercio de ramos generales “El Paisanito”, uno de los 14 negocios de similares características que tiene la localidad de la Meseta de unos 700 habitantes.
Pero a Córdoba no le alcanza con el comercio, y por ello tiene un camión y una retroexcavadora que alquila para ganar unos pesos que ayuden a sobrevivir a él y a su familia. De hecho, es su propio hijo de 20 años al que “lo tuve que subir al camión y mandarlo a Trelew, a más de 400 kilómetros de acá”, por camino de ripio.
Córdoba tiene además una hija de 22 años que decidió seguir sus estudios terciarios y viajó para ello a Jacobacci, la localidad más cercana a Gastre, a 150 kilómetros, aunque pertenece a otra provincia, Río Negro. Y su hija menor, de 9, es a la que más le cuesta dejar cuando por necesidad debe viajar cientos de kilómetros a bordo del camión o de la retroexcavadora.

Sin servicios

“Últimamente en Gastre no hay obras, no hay trabajo”, advierte al tiempo que reflexiona que “es el momento más difícil de los últimos tiempos, también por el tema de la suba de los precios. Yo hago compras para el negocio en Esquel, a 300 kilómetros de acá, y en Trelew. Y a veces se complica hacer transacciones porque acá no hay Internet. Por ahí dicen: pásame un mail para mandar una lista de precios o algo, pero acá no hay Internet. Gracias que apenas tenemos señal de Claro para hablar por celular”, cuenta.
Hace poco más de un año instalaron un cajero automático, “pero no permite depositar. Pago Fácil no hay, y a veces con DirecTV, Claro o Telefónica se complica para pagar. Y lo más cerca que tenemos es Esquel 300 kilómetros, Madryn a 400 y Trelew a 500”, remarcó Córdoba al señalar que en el negocio “nosotros abrimos de lunes a lunes, porque no nos podemos dar el lujo de cerrar un día. Acá no tenés otras oportunidades, no tenés turismo o gente de afuera que venga a comprar”.
“Tampoco viene la gente del Gobierno hace tiempo, y también hace tiempo que no hace obras. La estamos peleando. A veces se me pone cuesta arriba. Mi hijo tiene 20 años y lo tuve que poner en un camión y fue a Trelew. Dentro de todo vivimos de nuestro trabajo, gracias a Dios no necesitamos del gobierno”, afirma.
En ese sentido sostiene que “la gente necesita un trabajo digno. Yo lo hablo con mi hija, que estudia para ser técnica en minería en Minería en Jacobacci. Y ojalá ella pueda volver a trabajar acá”.

Desarrollo minero

Córdoba cuestiona que “escuchamos a hablar de minería a gente que no sabe ni cuidar sus ovejas. Yo no sé de minería, pero sé que falta información, hablar con los vecinos, explicarles el proyecto. Creo que charlando se puede llegar a un acuerdo”.
“Son muy pocos los ganaderos que pueden hablar con autoridad, pero la mayoría tienen muy poco, no sé cómo pueden vivir con 300 o 400 ovejas”, agregó.
Por ello considera que “la minería puede ser una solución, porque no hay otra. Desde Telsen para acá, los campos son inmensos, está todo despoblado, los únicos que tienen ovejas son unos empresarios que están cerca de Lagunita Salada”.
“No hay posibilidad de trabajo. Y la minería va a generar mucho movimiento, mucho trabajo, además de que se reactiven los negocios. Hay 14 negocios de ramos generales. Entonces se reparte mucho y hoy no alcanza para todos”, dijo y agregó que “me salva un poco que tengo una retroexcavadora y un camión. Pero ya van 10 o 12 años que estamos esperando. Ahora el gobernador por fin parece que habla del tema y abrió un poco la puerta”, finalizó.

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