EL PAÍS SUFRE UNA FUERTE AFECTACIÓN DE IMPUESTOS SOBRE EL CARGO FIJO Y VARIABLE DE LA ENERGÍA

La Argentina tiene el mercado eléctrico con mayor incidencia impositiva

Si se analiza la variación de costos entre los usuarios argentinos de energía eléctrica, se observa una amplitud de valores dependiendo del consumo mensual para una misma área y compañía. De hecho, en base a un informe confeccionado por Hissuma Solar pueden verificarse diferencias de entre un 35% y un 65%, además de que el costo impositivo aplicado sobre el valor fijo y eléctrico es más alto que en otros mercados.
En la comparación de costos internacionales basados en un consumo similar, el medio local se encuentra por encima de China e India y por debajo del resto de las naciones relevadas, incluidos Brasil y Uruguay. “Entonces, la amplitud de la variación asciende a un 177% menos del mayor coste obtenido (Australia) y a un 100% menos del promedio de todos los países que se encuentran por encima de Argentina”, advierte el trabajo.
En cuanto a la incidencia impositiva, el reporte precisa que la afectación de los impuestos por sobre el cargo fijo y variable de energía se encuentra en una media de un 10% para Australia y Estados Unidos, y en un 20% para Europa. En ese sentido, Brasil y la Argentina representan casos excepcionales con mayor nivel de incidencia impositiva.

Alertan que se debería eliminar algunos aranceles y el IVA

En el caso puntual del mercado nacional, la afectación impositiva se aproxima a un 30% y encabeza la lista del estudio. “Hoy en día, y bajo la coyuntura económica observada durante los últimos días, se incrementan las dificultades del mercado debido a la imposibilidad de continuar con la adecuación de tarifas, la devaluación de la moneda argentina y el incremento de tasas”, enumera Hissuma. China, por ejemplo, figura como uno de los países que más crece en el rubro de las energías renovables, pero lo hace con políticas que benefician al segmento. “El mercado alemán presenta tres o cuatro veces el valor de energía que tiene la Argentina, mientras que China está al mismo nivel.Sin embargo, son los dos países que más se desarrollan en el sector de las energías renovables: uno por tarifas y el otro por subsidios. En el caso argentino, se podrían eliminar algunos aranceles y el impuesto al valor agregado (IVA)”, puntualiza Pablo Greco, director de Hissuma Solar.

Modelos a seguir

A decir de Grecco, a la hora de consolidar la expansión de las fuentes limpias y el consumo energético sostenible a escala local puede resaltarse el modelo santafecino. “El Gobierno de Santa Fe reafirmó su compromiso y profundizó el programa de consumidores de forma anticipada a lo que lo hace la nación. Mendoza también está avanzando bastante en la temática, pero el resto de las provincias no lo hace”, se lamenta. Buenos Aires, por su parte, aún se encuentra a la espera de la imposición de lineamientos nacionales.
“La Ley de Generación Distribuida, que fue sancionada, pero no reglamentada, nos permitirá desarrollar un mercado que está apoyado en la generación del empleo. Cada vez se necesitan más personas para desarrollar, operar e instalar”, resalta.
La normativa, acota el especialista, apunta fundamentalmente a desarrollar este tipo de sistemas en el ámbito domiciliario. “Esta intención se halla netamente relacionada con la posibilidad de crear empleos genuinos y poner en marcha un sector muy dinámico”, manifiesta.

Dificultades locales

De acuerdo con la perspectiva y experiencia de Greco, la incorporación de la generación de energía solar para usuarios residenciales, comercios y Pymes sólo se incrementa verdaderamente cuando resulta conveniente para el usuario desde un punto de vista económico o financiero. “La situación actual deja muy lejos esta posibilidad, debido a que el equipamiento utilizado es importado y, por consiguiente, sigue el valor del dólar”, comenta el directivo de Hissuma. Por otro lado, expone, no cambiaría mucho la situación si el equipamiento fuese nacional, ya que las materias primas o materiales utilizados no poseen raíz local.
“El valor del equipamiento en el mercado doméstico se encuentra dentro de los valores de venta internacional. Por ende, existen pocas posibilidades de reducción en el precio de los equipos para este tipo de usuarios”, asevera.
En tal sentido, añade, las tarifas se mantienen en pesos argentinos, al tiempo que los equipos aumentan su valor por efecto de la devaluación y por la imposibilidad de financiación barata y accesible. “Estas complicaciones hacen poco promisorio el desarrollo entre los usuarios residenciales de esta actividad en el corto plazo”, concluye. (Revista Petroquímica)

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