AFIRMAN QUE HOGARES POBRES SUFREN MÁS DEL DOBLE DE INACTIVIDAD LABORAL

Se profundiza la brecha en la distribución del ingreso en el país

Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), revela una alta proporción de miembros que no trabajan en los hogares pobres. En ese sentido se advierte que resulta necesario que el gobierno nacional concentre esfuerzos en generar condiciones para incrementar el empleo en lugar de asumir roles asistenciales que le competen a las provincias.
El Indec indicó que al primer semestre del 2018 la pobreza alcanzó al 27,3% de la población. Algo inferior al primer semestre del 2017 que era de 28,6% y algo superior al del 2° semestre del 2017 que era de 25,7%. En rigor, estas diferencias deben ser tomadas con cautela porque la medición de la pobreza adolece todavía de muchas debilidades. En particular, el 20% de los hogares que integran la muestra con que se mide la pobreza son excluidos para la estimación porque alguno de sus miembros no declara alguno de sus ingresos. Esto hace recomendable tomar la medición como aproximativa y tentativa.

Distribución del ingreso

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Otro reporte del Indec, referido a la distribución del ingreso, aporta evidencias reveladoras respecto a los factores causales que explican la pobreza. Uno particularmente sugerente es la cantidad de miembros de los hogares que generan ingresos a través de su trabajo con relación a los miembros que no contribuyen monetariamente al sostenimiento de la familia por estar en la inactividad laboral.
Según el Informe Técnico “Evolución de la distribución del ingreso” del INDEC se observa que: En el promedio de los hogares, por cada miembro insertado en el mercado laboral hay 1,4 miembros que no trabajan. Entre el 30% de los hogares de menores ingresos (población pobre) hay 2,5 miembros que no trabajan por cada miembro ocupado. Entre el 30% de los hogares de mayores ingresos hay menos de 1 persona que no trabaja por cada una que trabaja.

Tendencia

Estos datos señalan que una característica distintiva de los hogares pobres es la alta inactividad laboral. Los trabajadores que integran las familias pobres sostienen más del doble de dependientes que los que integran los hogares de mayores ingresos. Los problemas se potencian porque además reciben remuneraciones mucho más bajas y, en la mayoría de los casos, en la informalidad. Entre las familias pobres sólo la mitad de los ingresos provienen de fuente laboral, mientras que el resto son de fuentes no laborales, en general, del asistencialismo y la caridad. En cambio, entre el 30% de los hogares de mayores ingresos casi el 80% de los ingresos provienen de fuente laboral, mientras que sólo el 20% tienen origen no laboral y, mayoritariamente, provienen de jubilaciones, pensiones y rentas de la propiedad.

Paliativos

El informe indica además que los datos “confirman que el asistencialismo, en el mejor de los casos, aporta paliativos, pero no es una herramienta eficaz para la promoción social”. El instrumento más potente contra la marginalidad son las oportunidades laborales. Por eso, más allá de que la crisis aumenta la demanda de programas que ayuden de manera directa a los sectores más vulnerables, es fundamental no perder de vista que las raíces más profundas de la pobreza son las limitaciones de las familias a generar suficientes ingresos laborales. Por lo tanto, las mejores políticas para la pobreza son las que favorecen la generación de empleos.

Rol del estado

El informe de Idesa, concluye que “esto tiene importantes connotaciones en la organización del Estado. Siendo Argentina un país federal, el rol que el Estado nacional tiene frente al desafío de combatir la pobreza es garantizar una macroeconomía estable e instituciones impositivas y laborales que no desalienten la generación de empleos, especialmente, para gente con menor calificación y experiencia. En contrapartida, no ayuda a reducir la pobreza que la Nación se inmiscuya en intervenciones sociales muy importantes, pero que son responsabilidades de las provincias y los municipios, como la educación pública básica, los cuidados de la primera infancia, los programas asistenciales y las acciones de intermediación laboral”.

En Chubut crece la pobreza y la desocupación

Los datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), revelan que el conglomerado Trelew-Rawson registró 27,5% de pobreza, en el primer semestre de 2018. Esto implica que, las ciudades valletanas de Chubut, no solo son las más pobres de la región patagónica, sino que además están por encima de la media nacional que trepó al 27,3%. En Comodoro Rivadavia y Rada Tilly esta tendencia se mantuvo, ya que la pobreza aumentó 1 punto en los últimos seis meses, pasando del 13,9% a 14,9%. En números reales, precisa el informe del Indec, en el conglomerado de Trelew y Rawson hay 38.023 pobres, lo que representa un 20,5% de los hogares.
En términos laborales la pérdida de empleo ha crecido significativamente en el rubro de la construcción, el comercio y la industria. El INDEC publicó semanas atrás el informe sobre tasas de empleo, ocupación y desempleo del segundo trimestre del 2018. En ese periodo la desocupación subió y alcanzó al 9,6% de la población activa, y en un año se perdieron 15 mil puestos de trabajo.
La mayor tasa de desocupación está en el Gran Buenos Aires (11,4), por lo que resulta casi lógico que sean los Partidos de esta zona los que registren el mayor número de desocupados (12,4). Por esto se hace más llamativo el índice de desocupación en Rawson y Trelew, que es del 11,7 -el segundo más alto del país- cuando en la Patagonia la tasa general de desocupación es del 5,9.
Según el informe publicado por el INDEC, el índice de desocupación en la Patagonia alcanzó el 5,9, mientras que los trabajadores que buscan un segundo empleo para subsistir es del 8,1.
Los indicadores reflejan altos índices de desempleo se registran en las mismas ciudades que reflejan los mayores indicadores de pobreza.

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