CASO RÍO CUARTO: ADVIERTEN QUE EN 12 AÑOS SE VOLVERÁ INSOSTENIBLE

El problema de la expansión urbana descontrolada

Río Cuarto será en doce años una ciudad insostenible socioambientalmente si no se instrumenta en lo inmediato un Plan Urbano integral y con proyección a futuro, que contemple tanto el crecimiento de la población como la expansión edilicia. Así lo determinó un estudio que lleva adelante la profesora María de los Ángeles Galfioni, docente e investigadora del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Una serie de excepciones a las normativas urbanas vigentes hizo que ya sumen más de 50 las hectáreas edificadas por fuera de la ampliación del ejido urbano implementado en el año 2011, que agregó a Río Cuarto 2500 hectáreas.

Un caso testigo

Galfioni consideró que el crecimiento urbano de Río Cuarto es “de tipo difuso”, con un alto consumo de suelo en la periferia y un incremento de la superficie edificada en el micro y macrocentro de la ciudad. Esto da lugar al surgimiento de conflictos socioambientales, que podrían agravarse según las proyecciones realizadas con vistas a 2030.
Para entonces, de persistir este ritmo de expansión urbana, Río Cuarto necesitará cerca de 1200 hectáreas más para su ejido urbano.
En 2030 habrá una población de 184 mil habitantes, aproximadamente. Es decir, 27 mil personas más que las relevadas en el censo de 2010, que contabilizó 157 mil habitantes. Por su parte, las viviendas pasarán de 63 mil a 84 mil.
Mientras tanto, “la ciudad viene avanzando sobre tierras rurales de manera espontánea y caótica. En gran medida, como consecuencia del avance de emprendimientos inmobiliarios que han marcado el ritmo de expansión espacial, acompañado por innumerables excepciones permitidas a la normativa vigente”, dijo la investigadora.
Además, puntualizó que hay disputas que se dan en las zonas de contacto entre lo urbano y lo rural. “En un sector está la gente que reside en sus viviendas y al lado están pulverizando con agroquímicos. Uno y otro, conviviendo en el mismo espacio, son incompatibles”, indicó. Y remarcó: “Esto sucede porque en Río Cuarto los límites entre lo urbano y lo rural no están claramente establecidos”.
Afirmó la docente: “Esta expansión descontrolada de la ciudad también conlleva costos políticos y económicos para la administración municipal, porque demanda fuertes inversiones en infraestructura y servicios”. Y advirtió: “Río Cuarto está a las puertas de una crisis ante la demanda de servicios energéticos, de movilidad e higiene urbanas que no tardará en hacerse sentir más allá de 2030”.

Falta prevención

En esa línea, la especialista aseguró que “la ausencia de políticas preventivas para redireccionar el crecimiento urbano de la ciudad provocó que hoy, por ejemplo, tengamos una zona industrial al sur de la ciudad rodeada de viviendas residenciales, con todas las consecuencias que esto supone para la salud humana. En su momento, ese sector de Río Cuarto fue beneficiado con los servicios y la gente fue detrás de ellos”.
“Con la ampliación del ejido municipal, en 2011, se diseñó un Plan Urbano para Río Cuarto, que reemplazó al Código de Ordenamiento Urbano del año 2004. El primero planteaba la adhesión a un modelo de ciudad compacta, en la cual se priorizara la densificación de los espacios vacíos en detrimento de su continua expansión. Pese a los esfuerzos en materia normativa esto no pasó, ya que en la actualidad se detecta, dentro de la zona urbana y urbanizable de la ciudad, mucho suelo vacante, sin ocupar, como producto del alto valor económico que tienen los terrenos, sumado a la fuerte especulación inmobiliaria sobre los lotes de menor valor, situados en la periferia de la ciudad”, señaló Galfioni.

Contradicciones del Plan Urbano actual

La falta de una planificación urbana integral con visión a futuro también dio lugar a los denominados “islotes de urbanización”. Se trata de la conformación de espacios residenciales desconectados del resto de la ciudad. Un ejemplo de ello son los barrios privados, que “generan mayores costos económicos para el Municipio, porque llevar los servicios a más distancia requiere de mucha inversión en infraestructura. Estas discontinuidades en la urbanización son un problema”, añadió la geógrafa.
También, sostuvo la investigadora, que muchas quintas ubicadas en la zona rural fueron loteadas o vendidas a privados para uso residencial. “Esta es, precisamente, una de las contradicciones del Plan Urbano actual. Si bien promueve una ciudad que se densifique y se consolide, permite, asimismo, que una persona física y jurídica pueda presentar un proyecto que dé lugar a la creación de un área residencial fuera del ejido urbano. Es decir, que se ha hecho de las excepciones a la norma un código paralelo, lo que contribuyó a extender la ciudad hacia áreas no permitidas por las normas o no abarcadas por éstas”.
Galfioni lleva a cabo esta investigación en el marco de su tesis del Doctorado en Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional de Cuyo, dirigida por el doctor Américo Degioanni y asesorada por la doctora Gabriela Maldonado, ambos también profesores e investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto. (Fuente: Universidad Nacional de Río Cuarto)

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