EN CHUBUT DURANTE EL AÑO EN CURSO YA SE PERPETRARON TRES CASOS

En Argentina se cometen cinco femicidios por semana

Cada semana cinco mujeres son asesinadas en la Argentina. El dato surge del relevamiento realizado por el Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación, que detectó 139 femicidios en el primer semestre de este año. En el transcurso del primer semestre del 2018, se cometieron tres femicidios en todo el territorio chubutense, según estima un informe elaborado por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia. Puntualmente, los hechos ocurrieron en las localidades de Comodoro Rivadavia, Trelew y El Maitén.
Respecto a los detalles de cada uno de los hechos, desde la máxima entidad judicial de Chubut precisaron que las víctimas tenían 21, 25 y 38 años, mientras que dos de ellas tenían hijos menores a cargo y una estaba embarazada. En cuanto a la situación de los asesinos, en dos de los casos el victimario tenía o había tenido una relación de pareja con la mujer asesinada. En tanto, en el tercer caso el victimario era un familiar de la víctima y se suicidó inmediatamente después de perpetrar el hecho. Por su parte, los otros dos imputados se encuentran actualmente con prisión preventiva.
En cuanto a los medios utilizados en cada una de las oportunidades, los métodos empleados por los femicidas fueron distintos. En uno de los casos, el asesino mató a la víctima con un arma de fuego, en otro utilizó un arma blanca, mientras que el hecho restante comenzó a desarrollarse con fuerza física y golpes por parte del victimario, quien luego prendió fuego a la mujer asesinada.

¿Qué es un femicidio?

De un tiempo a esta parte el término femicidio o feminicidio comenzó a utilizarse de mala manera, ya que cada asesinato que se producía hacia una mujer se caratulaba bajo este concepto. Asimismo, el femicidio o feminicidio hace referencia al homicidio cometido contra una persona por su mera condición de ser mujer. Esto quiere decir que si una persona de sexo femenino es asesinada en un intento de robo o dentro de otro contexto delictivo, la causa no será catalogada como femicidio o feminicidio. Específicamente, se trata del asesinato de mujeres por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión y por el sólo hecho de su condición de ser mujer, sin otro “justificativo” o razón.
Cabe aclarar que si bien el término comenzó a utilizarse con fuerza en este último tiempo, la palabra no resulta novedosa ni mucho menos. Ésta fue utilizada por primera vez públicamente por la escritora y académica Diana Rusell, frente al Tribunal Internacional, refiriéndose a diversos crímenes contra la mujer en Bruselas en 1976.
En tanto, esta figura se encuentra regulada por el Código Penal de nuestro país, que a través de una reforma sancionada en diciembre de 2012 por parte del Congreso Nacional, se agravó la pena en casos de femicidio a reclusión perpetua. Hasta ese entonces, la sanción que debían afrontar los asesinos de mujeres por su mera condición sexual era de ocho a 25 años. Además, se considera un agravante también si la víctima del asesino es su pareja, aunque el vínculo ya haya concluido y no se encuentren conviviendo al momento del hecho.

Implementación de la Ley Brisa

Al respecto, a principios del mes de octubre quedó reglamentada por el Gobierno Nacional la Ley Brisa, sancionada por el Congreso en agosto del corriente año. Puntualmente, esta norma prevé que en los casos de femicidios, se les otorgará una reparación económica a los hijos de las víctimas. La misma fue plasmada el primero de octubre en el Boletín Oficial, luego de haber sido aprobada por unanimidad en ambas cámaras del cuerpo legislativo nacional.
Específicamente, la norma Nº 27.452 crea un régimen para los chicos, chicas y adolescentes cuyos padres sean procesados o condenados por el femicidio de sus madres. Esto se produjo luego de que familiares de las víctimas que se hacen cargo de los hijos de sus parientes realicen reiterados reclamos hacia el Gobierno Nacional para obtener algún subsidio económico.

Alcance de la normativa

Ahora, pese a que aún no hay cifras oficiales sobre la cantidad de beneficiarios, se estima que son más de 3.000 los chicos que perdieron a sus madres en Argentina y que tienen a sus padres presos por el asesinato. La reparación, que comienza a regir desde el momento en el que se procesa al femicida, consiste un haber jubilatorio mínimo mensual, que es de 8.000 pesos, con sus incrementos móviles. El mismo está destinado a menores de 21 años o personas mayores de esta edad con discapacidad, el cual también es retroactivo al momento de la comisión del crimen, aunque el delito se hubiera cometido con anterioridad a la sanción de la norma.
Asimismo, esta reparación no tiene un efecto indemnizatorio, ya que la misma se extingue cuando los hijos de las víctimas cumplen los 21 años. Además, la percepción del subsidio económico también deja de producirse con el sobreseimiento o absolución del progenitor procesado. Igualmente, en este último caso, la autoridad no podrá reclamar la devolución de los montos percibidos con anterioridad.
En tanto, hasta los 18 años, los niños o adolescentes percibirán la reparación a través de sus tutores, mientras que entre los 18 y 21 años lo cobrarán de manera directa.
Vale aclarar que el organismo encargado de aplicar e instrumentar la ley será la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) y los pagos estarán a cargo de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses). Además, se creó una comisión de seguimiento, para controlar que los pagos se efectúen, que estará integrada por representantes de los dos organismos mencionados anteriormente y del Instituto Nacional de las Mujeres (Inam).

Disparador de la ley

El hecho que sirvió como puntapié para el proyecto de la Ley Brisa, que ya fue reglamenta a través de un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri, fue un femicidio que se desarrolló en la provincia de Buenos Aires.
Puntualmente, hace referencia al caso de Brisa Barrionuevo, una niña de tres años que sufrió la pérdida de su madre en el 2014, quien fue asesinada a golpes y luego su cadáver fue arrojado a un río dentro de una bolsa por su marido, que actualmente está detenido. En estos momentos, la menor en cuestión vive en la localidad bonaerense de Moreno junto a su abuelo materno, su tía y sus dos hermanos.

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