El índice de pobreza afecta al 33,6 por ciento de la población argentina, tratándose de la cifra más elevada en la última década y equivalente a que en tal situación se encuentran inmersas un total de 13.600.000 personas, es decir 2,2 millones más que un año atrás, según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) correspondiente al tercer trimestre del corriente año calendario. De acuerdo con el relevamiento de la entidad universitaria religiosa, uno de cada cuatro hogares argentinos es pobre. En tanto, los que se encuentran en la indigencia suman 2.470.000 personas, lo que equivale a 161.500 argentinos más que hace un año dentro de ese crítico conglomerado social en el que apenas obtienen recursos para la alimentación. “La incidencia de la pobreza en ese período alcanza a niveles superiores a los registrados en 2016, cuando significativas devaluaciones provocaron un alza de la inflación y una caída del poder adquisitivo”, señala.
Lectura de los números Así, el informe precisó que la cantidad de personas por debajo de la línea de pobreza pasó de 28,2 por ciento durante el año 2017 a 33,6 por ciento en el tercer trimestre de 2018, lo cual representó la serie más elevada en los registros desde el año 2010.
El detallado estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina se denomina: “Estancamiento estructural, pobrezas crónicas y desigualdades sociales en la Argentina urbana (2010-2018)” y advierte sobre el dificultoso camino que tendrá el Gobierno de Mauricio Macri para mejorar los índices sociales. De esta manera, de acuerdo con este sondeo, en la Argentina hay 13.600.000 personas en situación de pobreza, lo que significa un crecimiento de casi 2,2 millones con relación a un año atrás, un dato altamente preocupante y que difícilmente pueda bajar por las perspectivas económicas desfavorables que se estiman para los próximos meses.
De crecer a ser recesiva El análisis puntualizó que entre el tercer trimestre del año 2017 e igual período del corriente año “la economía argentina pasó de un ciclo de crecimiento a una fuerte recesión, a la vez que la devaluación monetaria durante el año en curso se traspasó a los precios y condujo a una elevada inflación”. “El nuevo escenario ha tenido efecto sobre los ingresos reales de los que disponen los hogares por un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, de los haberes jubilatorios y de las prestaciones sociales”, indicó el trabajo difundido por la Universidad Católica como hace todos los años. El Observatorio de la Deuda Social consideró que “el contexto macroeconómico se ha revelado desfavorable para la creación de empleo, con consecuencias sobre las posibilidades de volcar más trabajadores al mercado laboral por parte de los hogares”. Respecto de los grupos de edad, la franja de hasta 17 años es la más afectada, al pasar de un 44 por ciento a un 51,7 por ciento de las personas; seguido por quienes tienen entre 18 y 29 años al saltar de un 28,1 por ciento a un 33,5 por ciento en la actualidad.
Conurbano, a la cabeza Con relación a las regiones urbanas, el Conurbano de la provincia de Buenos Aires se posiciona como la zona más afectada ya que pasó de contar con un 36,1 por ciento de personas pobres a un 43,4 por ciento. El informe sostuvo que durante el tercer trimestre de 2018, “el 10,9% de los niños y adolescentes vivían en hogares con ingresos por debajo de la línea de indigencia, siendo esa tasa la más alta de toda las serie”. Agustin Salvia, director del Observatorio, sostuvo que las perspectivas de bajar la pobreza resultan “inciertas” y proyectó indicadores peores para el cuarto trimestre del corriente año que aún se encuentran en período de evaluación por parte de evaluación por la casa de altos estudios. “Para que baje la pobreza es condición necesaria que crezca la economía pero no es suficiente para resolver la pobreza que tiene dimensiones estructurales”, alertó Salvia.