Un grupo de vecinos del denominado barrio Malvinas Argentinas plantearon que, a pesar de haber pasado de ser un asentamiento a constituirse como barrio, hace poco más de tres años, siguen aguardando la provisión de los servicios de agua y electricidad.
En este contexto, uno de los referentes habló sobre la falta de suministro de agua potable en la zona, así como también de la difícil tarea de “tener que tirar cables unos doscientos o trescientos metros” para tener servicio eléctrico.
En un documento elevado al Municipio los residentes de Malvinas consignaron que son “alrededor de 300 familias las que no cuentan con el servicio de agua potable, exponiéndolos a vivir en condiciones infrahumanas”, a la vez que plantearon que “no pasa ni el recolector de residuos y para salir con una bolsa de basura tenemos que caminar unas cinco cuadras; hemos matado hasta alacranes”.
También, reconocieron que “queremos pagar los terrenos porque somos gente de trabajo”; la situación del barrio, según explicaron fuentes municipales al Diario, es en parte “irregular” dado que aún no fue resuelto lo relativo a la titularidad de las tierras, por lo que, de manera formal, la zona no estaría constituida como barrio; sin embargo, las más de mil personas que viven allí reclaman por los servicios esenciales, de los cuales carecen hace más de tres años, dejándolos en una evidente condición de vulnerabilidad.

Sin recolección de residuos

“Nunca contamos con agua potable. La única agua que tenemos es una manguera de 200 metros que traemos, de una red, en la cual empalmamos con más de veinte casas. Pero los días de calor, es mínimo el suministro que tenemos”, expuso en declaraciones radiales Cristian Muñoz, uno de los vecinos, en el marco de un sector en el que conviven entre 300 y 400 familias.
Sobre este punto, agregó que “los servicios, para nosotros, son algo necesario, y la problemática se profundiza cuando llega el verano, sin mencionar que por acá no pasa ni un recolector de residuos, no nos dejan un contenedor y nada; como barrio, generamos basura y demás, y ya somos un barrio constituido, hace tres años que dejamos de ser un asentamiento”.

“No queremos nada regalado”

En la misma línea, Muñoz precisó que “ahora, nuestras casas dejaron de ser precarias, son todas de material, y queremos que nos tomen en cuenta como barrio” y manifestó que “tenemos la problemática de todo barrio; familias con chicos, lo que se ve comúnmente en cualquier lado, lo que pasa es que estamos carentes de muchas cosas, y ni siquiera pedimos que nos ayuden materialmente, sino que nos pongan los servicios básicos, somos todos gente de trabajo, no queremos nada regalado”.
Además, mencionó que “estamos accesibles a que vengan, hablen con nosotros y conozcan la problemática que tenemos como barrio” y, consultado sobre la metodología que utilizan a diario para cubrir la necesidad de agua potable, explicó: “Tenemos una manguera de tres cuartos, de 200 metros, con reducción a media en cada casa. Y en esta época de verano, no alcanzamos a llenar ni un tanque y el agua es mínima. Todo esto es un gran problema para nosotros”.

“Nadie se nos ha acercado”

No solamente la falta de suministro de agua es un problema que aqueja a los vecinos de Malvinas, sino también los servicios eléctricos: “Los cables los traemos de 200 o 300 metros, tenemos que poner los postes nosotros. Es un servicio fundamental que necesitamos como barrio constituido. Si uno va al barrio, no va a ver casas precarias, sino de material. Somos todos gente de trabajo y estamos pidiendo algo básico, el agua, la recolección de residuos; hemos matado bichos, alacranes y demás, tenemos que caminar más de cuatro o cinco cuadras para salir con una bolsa de basura, además de que no nos ponen contenedores ni nada”.
En cuanto a los reclamos y las respuestas que han recibido los vecinos de Malvinas, Muñoz remarcó que recientemente “tuvimos un contacto con la gente de Tierras hace muy poco, pero en estos últimos tres o cuatro años nadie se nos ha acercado”.