CRECE LA EVIDENCIA DE QUE LA ENFERMEDAD CARDÍACA PUEDE COMENZAR EN LA INFANCIA

La obesidad infantil predispone a la hipertensión en la adultez

GORDOEl Dr. Máximo Ravenna explica que “en el caso de los niños obesos frente al 6% de los chicos de peso normal, el 26% tenían hipertensión cuando se convirtieron en adultos”. Según un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2013 sobre Hipertensión de la Asociación Americana del Corazón, los niños obesos y con sobrepeso cuadruplican su riesgo de desarrollar hipertensión arterial en la edad adulta.
Tras esta investigación, crece la evidencia de que la enfermedad cardíaca puede comenzar en la infancia. Estos datos brindan más razones aún para cuidar la alimentación de los más pequeños y evitar sobrepeso y obesidad.
En el trabajo mencionado, los investigadores siguieron el crecimiento y la presión arterial de 1.117 adolescentes sanos de Indianápolis, en Estados Unidos, durante 27 años, a partir de 1986. Durante la infancia, el 68% de los niños tenía un peso normal, el 16%, sobrepeso y el 16% sufría obesidad. Un total de 119 participantes fueron diagnosticados con hipertensión arterial al llegar a la edad adulta.
En concreto, el 6% de los niños de peso normal tenía la presión arterial alta en la edad adulta; el 14% de los de sobrepeso registraba presión arterial alta al ser adulto y el 26% de los obesos tenían hipertensión de mayor.
Para Ravenna, coincidiendo con la Dra. Sara E. Watson, del Hospital Riley para Niños de la Universidad de Indiana, autora del estudio, “los resultados ponen de manifiesto la amenaza para la salud pública que plantea el sobrepeso y la obesidad en la infancia, además de que son parte de la creciente evidencia de que la enfermedad cardíaca puede comenzar en la niñez”.

Riesgo de hipertensión

El especialista argentino destaca a su vez que «es muy importante que los pediatras aconsejen a sus pacientes sobre el riesgo de hipertensión arterial asociada con el sobrepeso y la obesidad y el estrés y que una dieta saludable, incluyendo la reducción de la ingesta de sal y el ejercicio, puede ayudar a reducir este riesgo» y agregó que «las intervenciones para prevenir y tratar la obesidad tendrán un papel importante en la disminución de la carga significativa de la presión arterial en la edad adulta».

Ambientes obesogénicos

Finalmente, el médico psicoterapeuta reitera que “éstos resultados vuelven a demostrar lo fundamental que es sensibilizar a la sociedad acerca de la importancia que tiene transformar los ambientes obesogénicos en que actualmente viven los niños, donde la práctica de actividad física es muy limitada, para evitar que el día de mañana sea demasiado tarde”.

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