RESPUESTA DEL PRESIDENTE FUNDACIÓN CEFERINO NAMUNCURÁ

Carta Abierta a las Señoras Magdalenas

En respuesta a la carta abierta publicada el día sábado 9 por el grupo de las Magdalenas, deseo responder, con el fin de aclarar a la opinión pública cual ha sido la posición que he mantenido, desde siempre, sobre el tema del aborto. No me interesa en este espacio discutir los adjetivos calificativos que ese grupo ha manifestado hacia mi persona y compañeros de trabajo en la radio de la Fundación, ya que si las mismas son injuriosas o difamatorias, las dirimiremos en otro ámbito.
Deseo aclarar en primer lugar, que no conozco personalmente a ningún miembro del grupo de las Magdalenas. Nunca las vi ni las crucé en la Fundación, nunca intercambié palabra alguna con ellas. Su micro radial fue arreglado con la periodista Luciana Grandón, quien acordó difundir las actividades del grupo, en un micro de 20 minutos semanales, los días martes a las 11 horas, dentro de su programa diario “Expreso Ceferino”, de 10 a 13 horas. Aclaro que este espacio se sede de manera gratuita y el contenido total del mismo era producido, editado y locutado, por las Magdalenas. La radio es, en realidad, un taller de capacitación más de los 10 que se incluyen en la Experiencia Educativa de Nivel Medio, que se realiza en nuestra Fundación. Digo esto porque habrá quienes crean que la radio es la única actividad de la Fundación, a los que les digo que no es así. Que el trabajo de la Fundación consiste en compartir con los 40 niños y jóvenes, diariamente, 8 horas de tareas, dentro de un proyecto educativo. En este proyecto la educación y el trabajo son motores de la formación. Durante este proceso y paralelamente, se construyen, mantienen y reparan todas las instalaciones en el predio de 2.5 hectáreas Hemos inaugurado recientemente una cancha de piso sintético; a fin de año inauguraremos un auditórium con capacidad para 200 personas; se atienden dos hectáreas sembradas y regadas, donde se crían vacas, cerdos, lanares, pollos y patos; se parquizan y mantienen 5000 metros cuadrados de parques; se cuenta con una productora de televisión y está en proyecto la edición de una revista mensual; los alumnos reciben su formación curricular en dos ciclos durante la mañana. Carpintería, herrería, construcción de alambrados, computación y diseño, inseminación artificial, cocina, construcción, se incluyen también en su formación diaria. Digo esto porque tal vez aclare que la radio está dentro de un proyecto de trabajo que arrancó hace 22 años sin nada. Por ello digo que no escucho radio todo el día ni estoy pendiente de cada detalle. Para ello hay un equipo que, imbuído en el objetivo del proyecto, desarrolla las actividades de comunicación. Entonces, cuando pregunto quiénes son estas chicas o mujeres o feministas, como deseen que las llame, no las estoy ninguneando, NO SE QUIENES SON. Creo que cuando nos acercamos a un lugar que no conocemos, generalmente, presentamos y planteamos nuestras intenciones en ese lugar. No fue este el caso. Las Magdalenas nunca se acercaron a conocer a las pibas y pibes de nuestra institución, nunca plantearon alguna actividad con ellos, como si lo han hecho otros tantos grupos en la ciudad. Además su programa va grabado, con lo cual tampoco están en vivo durante su difusión.

Aclarado este contexto, que llevó a lucubrar las más diversas teorías sobre mi persona, pasaré a explicar qué pienso acerca de un tema controversial, como lo es el del aborto. En nuestro programa de la Mosca Blanca, del viernes 8, planteamos el tema durante una hora en la que expusimos nuestra total coincidencia con lo expuesto desde en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realizó en nuestro país en 1990, con respecto «al derecho al aborto legal, seguro y gratuito requiere tanto su despenalización como una legislación que garantice políticas públicas de acceso universal a la educación sexual; la anticoncepción; el aborto seguro y gratuito en los hospitales públicos y la inclusión de su cobertura en el sistema de salud». Hacemos nuestra también la lucha por una «Educación sexual para decidir; Anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir». También con los objetivos: «Instalar en la sociedad y en el Estado el debate en torno a la necesidad de despenalizar y legalizar el aborto en Argentina; «Contribuir a que más mujeres y organizaciones se sumen en este proceso y reclamo; Lograr el debate y la aprobación de una norma legal que despenalice y legalice el aborto en Argentina». Explicamos la existencia del Proyecto de Ley de legalización/despenalización del aborto en Argentina, el cual lleva la firma de 33 diputados de varios partidos políticos que había sido “cajoneado” hasta el 2007. Hablamos también del “,misoprostol”, informando la posición que, desde Hospital Álvarez, el Dr. Marcelo Guz explicaba que, en la maternidad del Hospital Alvarez en el último año se internaron alrededor de 350 pacientes con abortos incompletos. «Son mujeres que intentaron hacerse el aborto en forma irregular, pero algo no salió bien o no se logró efectuar en forma completa y van al hospital con graves hemorragias o infecciones», describió. «Hablamos de chicas de entre 15 y 20 años que efectúan abortos en condiciones de alta inseguridad. Cuando llegan a tiempo en general lo podemos tratar y se recuperan bien, pero hay veces en que se agrava mucho el panorama». Agregó, «Hoy estamos en la era del misoprostol», afirmó Guz al hablar de los métodos que utilizan las jóvenes. Se trata de un medicamento que actúa como una antiprogesterona, por lo que puede causar un aborto espontáneo. «Las jóvenes logran comprarlo de manera libre en farmacias. Pero es una medicación muy delicada que hay que utilizar bajo control. En general, no surgen inconvenientes, pero puede quedar un aborto incompleto, con restos, que generen hemorragias o infecciones», explicó el médico. Al respecto, el jefe del servicio de ginecología del Hospital Público Materno Infantil de Salta, Miguel Ricardo Nader, coincidió con esa observación y agregó que «de manera clandestina, muchas farmacias les venden un combo con las cuatro dosis que se necesitan para abortar». Un estudio realizado en el Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich titulado «Riesgos en salud reproductiva. Uso indebido de misoprostol en adolescentes», reveló mediante una encuesta que el 90 % de las jóvenes de entre 13 y 21 años que habían abortado había usado ese medicamento como método. También describimos en qué consisten los síntomas por el uso de dicha pastilla, los cuales implican una vivencia traumática y extrema. , Los médicos insistieron en la necesidad de dar una legislación al tema y en la importancia de ofrecer métodos de anticoncepción. «Considero que habría que dar una legislación al aborto porque muchas mujeres recurren a prácticas clandestinas que pueden dejarles un severo daño. No obstante, lo primero que hay que hacer es dar una buena educación sexual, darles todas las posibilidades y recursos para no quedar embarazadas», señaló Nader. En tanto, Guz indicó: «Lo importante es que la paciente se vaya con una consejería sobre anticoncepción, ya que el aborto suele decidirse por un embarazo no deseado. Lo que buscamos es que el hecho no se repita, porque en ese caso puede llegar a ser grave». Hasta acá nuestra postura, creo coincidente con la de las Magdalenas. Preguntará el lector, dónde se produce esta polémica. Resulta, que en el micro del día martes 5 de noviembre, se trata el tema del aborto, con la participación de una invitada. Al cierre del mismo, con la melodía de la marcha peronista escuchamos una letra que dice:

“las mujeres feministas a Cristina le decimos
No más abortos clandestinos al grito de misoprostol, misoprostol
Ese gran medicamento que sabemos conseguir
Aunque vos no lo permitas el aborto va a salir
Y va a Salir y va a salir, misoprostol que grande sos
Misoprostol que grande sos, sos el mejor abortador”

Esta letra me pareció una apología a una pastilla, que como decíamos anteriormente, muchas veces se utiliza de manera clandestina, sobre todo en mujeres menores de edad. Por lo tanto manifestamos nuestro desacuerdo con esa forma de promocionar ese medicamento, que, a nuestro criterio, banalizaba el tratamiento, que las mismas Magdalenas habían hecho en su micro. De ahí la analogía con aquellos que banalizan el consumo de marihuana, asegurando que es inocua, y que puede fumarse sin problemas. Nunca dijimos que era igual fumar marihuana que abortar. Solo nos referimos a las formas. También creemos que termina siendo una decisión personal. Pero desde un ámbito educativo asumimos que nuestra responsabilidad es hablar con toda claridad de estas problemáticas, ya que la información, cuanto más completa y objetiva, permite mejorar la toma de decisiones. El desacuerdo en esta cuestión y su público planteo, originó esta reacción, que nuevamente banaliza la discusión, toda vez que se cae en la descalificación personal, victimizándose por el ataque de este ”hijo del patriarcado” El grupo tendrá su derecho a réplica según establece nuestra Constitución y los Pactos Internacionales.
Esta respuesta está dirigida al anómico grupo las Magdalenas ( a las que sigo sin conocer), ya que su carta abierta carece de firmas nominales y, también a quienes se han solidarizado con su planteo desde los mails. Ellos son: Brigida Baeza; Leo Bettinelli; Mara Gómez; Ana Sáez; Emiliano Weinstock; Mirta Iglesias; Foro Humanista; Massimiliano Bozza y Julia de la Ciranda:

Ing. Carlos Merino
DNI 10.632.000
Presidente Fundación Ceferino Namuncurá

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