ENTREVISTA A BEATRIZ BUSANICHE, MAGISTER EN PROPIEDAD INTELECTUAL

«Es más fácil hacer fraude con el sistema de voto electrónico»

t3bEs más fácil hacer fraude con el sistema de voto electrónico”, expresa Beatriz Busaniche, magister en Propiedad Intelectual e integrante de la Fundación Vía Libre, organización en la que se trabajan diferentes temas vinculados al uso de tecnologías digitales.
Ushuaia fue la primera ciudad del país en la que se utilizó en 2003 el voto electrónico en una elección vinculante. Sin embargo, en 2007 se decidió regresar a las elecciones en papel. A nivel provincial, el caso más reciente es el de Salta, donde en los comicios de 2011 y 2013 se utilizó el sistema de voto electrónico.
En el proyecto de ley electoral enviado por el oficialismo a la Legislatura se incorpora la posibilidad de implementar el voto electrónico en Chubut.

-Cuando se está cerca de un proceso electoral, suele plantearse el debate sobre el voto electrónico. Su implementación, ¿aporta beneficios o añade problemas?
-Desde la Fundación Vía Libre nos oponemos al uso del voto electrónico en los procesos electorales, porque entendemos que lejos de ser la panacea que se promociona -habitualmente se habla del voto electrónico como una estrategia para dotar al proceso electoral de mayor transparencia, además de solucionar una serie de problemas que tiene el sistema actual-, su implementación incorpora nuevas problemáticas.

Por Mauro Fernándes

-¿Como cuáles?.
-A los problemas ya habituales, el voto electrónico sumaría otros incluso peores. Supongamos que el voto electrónico puede llegar a ser una solución frente a la falta de fiscales en las mesas por parte de los partidos más pequeños. Sin embargo, esa supuesta solución crearía a la vez un nuevo problema que es que nadie podría fiscalizar una elección. Cuando se implementa el voto electrónico, los mecanismos de fiscalización que se adoptan son totalmente distintos y mucho más complejos que los utilizados en la fiscalización actual, que se desarrolla a partir de ciudadanos que, durante el día de la elección, cuentan los votos y corroboran que la votación se haga con normalidad. Con el voto electrónico, los procesos de fiscalización solo los puede hacer un perfil técnico altamente especializado en seguridad y sistema.

-¿Se puede manipular una elección?
-En el sistema actual las posibilidades de manipular una elección para cambiar un resultado gráficamente son pocas, porque se necesita de un operativo muy amplio y, por tanto, si están las condiciones dadas para contar con ese operativo probablemente se esté en condiciones de ganar una elección de forma limpia. Con el voto electrónico, las posibilidades de manipular una elección son más altas. Por ejemplo, si se logra manipular el software de las máquinas, hay posibilidades de que todas las máquinas del operativo puedan fallar. Es mucho más fácil hacer fraude con el sistema de voto electrónico y, a la vez, es más difícil poder detectar el fraude.

-En la elección de 2011 en Chubut, ¿la implementación del voto electrónico podría haber dado algún beneficio?
-No hubiese cambiado nada. Las elecciones en las que se implementa el voto electrónico no dan ninguna buena noticia, a pesar de lo que muchas veces muestran algunos medios de comunicación. Suele estar presente el discurso de la panacea tecnológica, es decir, la idea del determinismo tecnológico que alude a que si se incorpora tecnología se va a mejorar el proceso democrático y la participación de la ciudadanía. Sin embargo, esas afirmaciones no son ciertas.

-¿Qué ocurre a nivel internacional?
-En varios países del mundo en los que se utilizó el sistema de voto electrónico, luego se decidió marchar hacia un proceso inverso. Por ejemplo, Holanda dejó de usarlo en 2008 y Alemania lo declaró inconstitucional en 2009. En Bélgica, uno de los países pioneros en la materia, hay muchos partidos que piden que se vuelva al mecanismo tradicional. No hay buenas noticias de la mano del voto electrónico.

-Con el voto electrónico, ¿se pueden dar a conocer los resultados de la elección de forma más rápida?
-La rapidez de un resultado que puede ser manipulado no sirve de nada. La rapidez le sirve solo a dos sectores: a la prensa y a los políticos ansiosos. Normalmente, en una elección común y corriente se tienen resultados en tres o cuatro horas. La imposibilidad, a su vez, de dar a conocer resultados antes de las tres horas del cierre de los comicios es porque la ley así lo estipula. En fin, por la rapidez no se justifica poner en riesgo la integridad y el secreto del voto. El sistema de voto electrónico pone también en riesgo el secreto del voto. En Holanda, por ejemplo, se verificó que a través de tecnologías caseras se podía conocer cuál era el candidato que había votado un ciudadano. Por otro lado, el sistema de voto electrónico implementado en Brasil es uno de los más problemáticos del mundo, porque ni siquiera se emite una papeleta impresa y, además, se incorporan sistemas biométricos de identificación. Con el voto electrónico, se pierde integridad y el secreto del voto, que son los dos valores claves de la democracia.

-¿Hay intenciones de implementar el voto electrónico a nacional?
-En principio, no. Hubo intenciones hace algunos años. No obstante, hay algunas provincias que han avanzado, por ejemplo Salta. En Tierra del Fuego se avanzó con el voto electrónico, pero luego se retrocedió. Allí se hizo una prueba piloto en 2003, pero posteriormente se volvió a implementar el sistema tradicional. En Las Grutas también se puso en práctica (2007) y fue seriamente cuestionado. Hay algunas fuerzas políticas, como el Frente Renovador y otros actores de la oposición, que se han manifestado a favor del voto electrónico, pero no creo que sea una tendencia a nivel nacional.

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