Por Matías Pandolfi (*)
(Dr. en Ciencias Biológicas)
pandolfi@bg.fcen.uba.ar

Desde el año 1937 en la Argentina se instauró el día 1 de octubre como el Día del Mar y de la Riqueza Pesquera. La creación de este día recordatorio fue impulsado por los directivos la Liga Naval Argentina en la ciudad de Rosario. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires vive, por ahora, de espaldas al río. La Argentina no debería vivir de espaldas al mar, teniendo una de las plataformas submarinas más extensas y ricas del mundo. Tenemos millones de toneladas de especies de peces comestibles, calamares y langostinos además de yacimientos de petróleo y gas. Nos falta mucho para saber qué y cuánto tenemos y cómo explotar estos recursos sin seguir adelante con los errores del modelo extractivista en el que estamos inmersos, ni caer en la parálisis propuesta muchas veces por las ONGs ambientalistas internacionales que en muchos casos, con honrosas excepciones, suelen tener una visión colonialista sobre los recursos naturales de los países de nuestra región.
Por eso es fundamental desarrollar una conciencia ambiental cada vez más firme. En este caso se trata de una conciencia marítima, que nos permita conocer las especies de algas, de microorganismos que forman parte del zooplancton, de mamíferos marinos, de peces cartilaginosos (tiburones y rayas), de peces óseos y de invertebrados (pulpos, camarones, calamares, cangrejos) que habitan nuestros mares. Conocer su biología, sus densidades poblaciones, sus dietas, sus interacciones sociales, su período reproductivo, sus posibles migraciones. Es mucho lo que sabemos pero es mucho más lo que nos resta por saber para poder explotar estas riquezas y a su vez preservarlas mediante lo que se conoce como desarrollo sustentable. Un término que se menciona muchas veces vacío de contenido pero cuando la biología, la oceanografía, la economía y la industria pesquera trabajan en forma conjunta e integrada es un concepto real y posible, que puede mostrarse con datos y ejemplos concretos.
Es por eso fundamental que los ciudadanos cuidemos nuestras playas y nuestros mares, que los industriales no contaminen nuestras aguas sin tratar adecuadamente sus desechos, que los organismos de control del Estado sean cada vez más rigurosos y eficientes y que los científicos contemos en todos lados la importancia de proteger la biodiversidad marina y que usemos este día para generar conciencia. En la importancia de estos recursos es donde hay intereses muy fuertes del Reino Unido demostrado a través de un colonialismo anacrónico en nuestras islas el Atlántico Sur. Ellos saben muy bien lo que tenemos en nuestros mares y saben también cómo apropiárselo. Es vital también que se invierta ahora y siempre en Ciencia y Tecnología para que podamos seguir conociendo y explorando nuestros mares, fuente de biodiversidad de nuestro planeta y fuente de alimentación para millones de seres humanos. Jacques Cousteau decía que probablemente se había hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad. Aportemos cada uno desde nuestro lugar para que este siglo XXI que recién estamos comenzando a transitar no corra la misma suerte.

(*) Matías Pandolfi es Licenciado (2000) y Doctor (2005) en Ciencias Biológicas de la UBA. Durante su formación doctoral y postdoctoral a realizado tareas de investigación en la OHSU (Oregon, USA) y UCLA (California, USA). Es investigador de Conicet, Profesor Universitario y encabeza un grupo de investigación dedicado al estudio del comportamiento y la reproducción de los peces. Ha publicado más de 30 trabajos científicos y dirige 4 tesis doctorales. Ha sido Profesor invitado en la USP (San Pablo Brasil) y en la Udelar (Montevideo, Uruguay)