No sería fácil para los futbolistas, conseguir logros importantes si no fuera por el acompañamiento de sus familiares, quienes no solo en las buenas sino también en las malas, son sus puntales para continuar en la lucha por el objetivo.
Allí, aparecen sus esposas y novias, quienes día a día ponen el hombro y el oído para cada momento de sus parejas.

Ellas, el equipo que sale a la cancha día a día en casa: arriba de izquierda a derecha Paola (Bulgarelli), Agustina (Mbombaj), Fabiola (Luque), Carolina y Benito (Girard) y Victoria junto a Joaquín (Vergara). Abajo, de izquierda a derecha: Antonella e Isabella (Carrasco), Azul Luque, Érica y Lautaro (Aciar) y Natalí (Velázquez).

De pura ansiedad
Una juntada plenamente femenina, se vivió el sábado en el “quincho” del Club Brown, donde los periodistas de El Diario recibieron a un grupo de esposas y novias de algunos de los jugadores de Guillermo Brown: Fabiola fiel compañera de Diego Luque, Victoria recientemente mama de un varón de Santiago Vergara, Antonella quien hace años comparte la vida con Maximiliano Carrasco, Agustina una bonaerense que conquistó el corazón de Gustavo Mbombaj, Paola que en su Pergamino natal conoció a su gran amor Alexis Bulgarelli, Carolina que en sus brazos lleva a Benito fruto del amor con Cristian Girard, Natalí que encontró el amor en el “charrúa” Federico Velázquez y Érica, la fanática N°1 de Walter Aciar.
Fabiola, confesó pasar una semana mucho más ansiosa que su marido: “estoy muy nerviosas por el partido de mañana, el hace mucho que viste los colores de Brown; durante la semana era yo la mas sacada, yo era la acelerada”, a lo que Natalí, expresó con tranquilidad lo que precisamente sintió en la previa su amor “Fede”: “en mi caso Fede lo ha tomado tranquilo, yo también, para no quitarle la tranquilidad a él”.
Distinto fue lo vivido por Agustina, que comentó como lo vivió Mbombaj: “Gustavo se acostaba, pero daba miles de vueltas, tenía muchos nervios pero a su vez lo sentía lindo él, porque es la primera vez que va por un ascenso, decía ´miremos películas para no pensar´ pero también una se pone a pensar en que si no se da, hay muchos momentos en la carrera del jugador de futbol que no son felices, una carga con un peso emotivo importante”.
“Durante la semana oré, en mi Iglesia pedí cadenas de oraciones; cuando él se pone mal, le digo que disfrute de esta bendición, que piense en todos los chicos que quisieran estar en su lugar”, explicó con emoción Victoria, con el sucesor de Vergara entre brazos.
A lo que en su caso, explicó Paola, esperando la llegada en estas horas de Olivia: “espero que Olivia no nazca en la cancha”, a punto de dar a luz a la segunda hija del delantero browniano Bulgarelli, que tienen a Francesca como hija mayor.
El fanatismo puro es Érica, que lo vivió de manera mucho más fuerte que su marido el gran “5” browniano, “Quito” Aciar: “no lo puedo explicar, yo no estoy tranquila, mas sabiendo la historia de Brown, hace 20 años estoy ligada al club y sé que hasta el minuto 45 del segundo tiempo no sabés que va a pasar, hoy lo podemos vivir con Lautaro, nuestro hijo, que ojalá pueda dar la vuelta con su papá”, comentó.

Entre mates y torta, las fieles compañeras de los campeones, compartieron con El Diario sus vivencias, el día a día en la difícil pero ahora reconfortante vida de los futbolistas brownianos.

Distintas historias, el mismo fuerte amor
“Con Maxi nos conocimos por internet, él estaba jugando en Córdoba, hablamos mucho tiempo, yo estaba en La Plata, después se fue a jugar a Defensa y Justicia y ahí nos conocimos, al mes ya estábamos conviviendo, siempre buscamos lo mismo, formar una familia los dos, y hoy lo somos con Isabella” comentó Antonella.
“Lo nuestro es una historia difícil, con Diego nos conocimos cuando yo tenía 16 años, él jugaba en Newell´s, estaba viudo y tenía a su hija Rocío, primero fuimos amigos y vivimos un romance, nos fuimos a vivir juntos, yo me sumé a la familia que eran ellos… Estuvimos en Jujuy, San Luis, a Madryn, a Tres Arroyos, y hace 12 años que estamos juntos”, comentó la fiel compañera de Luque.
“Cuando conocí a Gustavo tenía 16 años, era mi mejor amigo, él estaba jugando en Arsenal y vivía en la pensión del club; mi familia tenía un kiosco a una cuadra de ahí, así que los veía siempre pasar por el local, fuimos amigos, hasta que eso nos empezó a fastidiar, ahora hace 2 años que estamos de novios”, explicó Agustina, novia del volante Mbombaj.
“A Santiago lo conocí mientras yo jugaba al hockey en Cipoletti, así nos conocimos, nos pusimos de novios, al tiempo quedé embarazada de Joaquín, y acá estamos, yo no creía en el amor, no quería saber nada con los hombres, pero él me cambió todo”, confesó la joven Victoria.
“Lo nuestro con Fede es muy reciente, hace días se cumplió el año de conocernos, yo el año pasado estaba viviendo en Buenos Aires, pero en octubre vine a Madryn a pasar unos días, ahí lo conocí, nos cruzamos, comenzó el contacto, volví en diciembre pero acá ya había terminado el Torneo, aunque seguimos hablando… Después de volver en Febrero del exterior, seguimos el contacto, terminó el Torneo; y cuando se debía definir si Brown jugaba o no esté Torneo, me dijo que iba a esperar hasta lo último que Brown confirmara, así volvía, por mí, para apostar a esto, y se dio, y acá estamos, encaminados para bien… dejo de lado muchas buenas propuestas superiores, pero volvió”, dijo la sonriente Natalí, también fanática de Brown desde “la cuna”.
“Cristian y yo somos de Sunchales, yo era amiga de la hermana, así que a veces iba a su casa y ahí nos vimos, ya llevamos 8 años y medio, siempre acompañándolo” comentó Carolina, con Benito en brazos, quien lleva ese nombre por ser devotos de San Benito.
“Adivinen donde nos conocimos con ´Quito´? Obviamente en el cancha, yo estaba estudiando en Viedma, pero me volví, también por las chicas, por amor, me recibí acá, hace 6 años que estamos juntos, seguí con mis estudios de Profesorado de Educación Física, tuve a Lautaro, seguí estudiando y así estamos, felices” confesó con alegría Érica.

Sí mi amor!
Consultadas sobre como son en casa, si ayudan o no en los quehaceres domésticos, Antonella tomó la posta por Maxi y explicó: “se pone como loca con la limpieza, me ayuda un montón, llega y se pone a barrer”.
“Alexis ordena todo el día, ayuda, cuida a la nena, la viste, la peina, él hace todo, le gusta, y es el gran ejemplo” comenta Paola; a lo que en su caso, explica Fabiola “Diego nos está encima hasta cuando comemos galletitas para que no hagamos migas, es muy pesadilla con la limpieza, lava los platos, ordena, me pintó mi gabinete de esteticista, ayuda un montón, cocina, lava, hace los mandados”.
«Yo la verdad que envidio lo que hacen los esposos de las chicas, yo en mi caso, Santiago no hace nada… Incluso he estado internada y tenía que comer, le digo ´hacete unos fideos ´, y puso el agua y los fideos juntos, es un desastre… llega a casa y tira la remera por acá, el pantalón por allá, yo pienso que ha pasado un tsunami», dice Victoria.