¿EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO? NO IMPORTA, ¡BRINDEMOS!

Entre la violencia y un año que culmina para bien o para mal, según el observador

Por Lazarillo de Tormes

Muchos se preguntarán qué tienen en común la violencia y el trabajo legislativo, y la respuesta es que, afortunadamente, ambos conceptos no se encuentran ligados, al menos en lo que refiere a la ciudad de Puerto Madryn.
Sin embargo, resulta interesante trazar un análisis respecto de los distintos hechos de coyuntura que se sucedieron en lo que nos lleva al cierre de un año “movido” en términos políticos, sociales, humanos y no tanto.
Por un lado, el móvil que atraviesa la totalidad de los lamentables hechos cuyas víctimas han sido tapa de los medios de comunicación, que es la propia violencia con la que la sociedad se ha acostumbrado a convivir; se trata de una problemática que se convirtió en problemática luego de que el colectivo social la naturalizara. No son el abuso en el consumo de estupefacientes o el consumo desmedido de alcohol, agravantes si los hay, sino aquél concepto de que, para eliminar resolver una contingencia o eliminar un problema, a veces es necesario “eliminar al Otro”; concepto que arrojó saldos lamentables, tanto en la ciudad costera como así también, en las localidades de Trelew y Comodoro Rivadavia, que lleva la delantera en cuanto a la cantidad de homicidios, con un total de 23, cifra que, en la numerología, paradójicamente habla de “cambios, libertad y creatividad”.
En otro orden, culmina un año legislativo en el que los concejales resaltaron el diálogo y la búsqueda de consenso, y donde no faltaron los “portazos”, los pases de factura y las diferencias “cara a cara” en el propio recinto donde se desarrollaron las veinte Sesiones Ordinarias.
El año 2017, que promete más “cambios” en el escenario político, podría “avivar las brasas” en lo que refiere al debate de las políticas públicas, al tiempo en que los bloques pasarán a cumplir un doble rol: el legislativo, y el político, acaso marcado a fuego por las elecciones legislativas que marcarán la nueva composición de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores de la Nación.

La violencia, ¿propiedad distributiva?

Una de las problemáticas que enfrentan las sociedades del mundo moderno es la agresividad de quienes día a día conviven, al tiempo que la vía pública es, en ocasiones, el terreno fértil para el desquite de muchas de las consecuencias del estrés cotidiano que padecen los ciudadanos. Parecería un flagelo lejano, pero no lo es y, en el caso de Puerto Madryn, la violencia en lo verbal, lo físico y lo psicológico, continúa sumando víctimas, a veces invisibles y otras veces no. Prueba de ello fueron los últimos homicidios acontecidos en la ciudad costera, que tuvieron como lamentables protagonistas a René García, asesinado a golpes en la vía pública, y José Coloma, un joven con antecedentes policiales ultimado de tres puñaladas por, aparentemente, otro joven con similar prontuario.
Muchas patologías psicológicas, según indican los especialistas, son en cierto modo una exageración de conductas mundanas, y en este contexto, la violencia muchas veces ejercida desde lo institucional, desde lo cotidiano y hasta falencias como la falta de solidaridad y la alienación colectiva, suman a aquella olla a presión que, más temprano que tarde, termina concluyendo en que víctimas de la violencia somos todos, en mayor o menor medida; al tiempo en que, algunos podemos contar la historia e intentar revertir el poco alentador paradigma, mientras que otros pasan a formar parte de una estadística que se incrementa, en un mundo donde la supervivencia parecería prevalecer por sobre los valores y principios que debieran constituir a hombres y mujeres de bien.

Concejo Beligerante “Ya-No-Más”

Un punto a favor se anotó el Palacio Legislativo de Puerto Madryn, que culmina un año en el que se destacaron el diálogo y el intercambio de ideas entre sus principales actores políticos, que son los bloques de Chubut Somos Todos, Frente para la Victoria, Unidos y Organizados (para la Victoria) y Cambiemos, en orden descendiente de composición; ello, a diferencia de esquemas de años anteriores, donde el diálogo no predominaba. No faltó el “fuego cruzado” y el pase de facturas propio de un año convulsionado en lo político, y en el que lo nacional accionó como una consecuencia inevitable en el universo local madrynense, en efecto, por la caída del consumo, el debate por el mejoramiento de la economía y el consenso, herramienta fundamental para la elaboración de políticas públicas.
Independientemente de la cantidad de proyectos presentados por cada uno de los bloques y ediles, la nueva composición de la Casa de las Leyes supo estar a la altura del diálogo y, en ocasiones, de las circunstancias, al tiempo que se espera que el 2017, año legislativo y de combustión política por seguro, incremente el diálogo así como también, el debate y la discusión. Porque, como dicen por ahí, “en política, el problema no ocurre cuando todos piensan diferente, sino cuando todos quieren lo mismo”, y de ello se desprende que la puja para garantizar políticas públicas que mejoren el bienestar de la ciudadanía, no se desarrolle en el marco de los distintos colores políticos, sino de un interés conjunto en aunar esfuerzos para anotarse, tal vez incluso durante el propio 2017, otro punto a favor del diálogo y el consenso.

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