MÁS DEL 60 % DE LOS HABITANTES TIENE SOBREPESO Y LA TASA DE OBESIDAD ALCANZA AL 27%

La tasa de obesidad en Argentina es la más alta de América Latina

La obesidad trae aparejada una gran cantidad de patologías provocadas por una mala alimentación y el sedentarismo. Una persona que tiene sobrepeso consume más calorías de las que su cuerpo necesita, y por ende acumula esa energía que se transforma en kilos de más. Pero no se trata solamente de una cuestión estética, el sobrepeso y la obesidad tienen como consecuencia posibles complicaciones de salud como; diabetes, hipertensión, dislipidemia, insuficiencias cardíacas, infartos, acv, problemas óseos, articulares, apnea de sueño, fatiga, problemas hepáticos y renales.
¿Qué hacer frente a esta patología que se convirtió en una epidemia en el siglo XXI?. El Dr. Brasesco de OCMI asegura que, “Una persona que ha hecho dieta toda su vida, que luchó continuamente con la obesidad sin obtener los resultados esperados, debe buscar otras opciones frente al deterioro de su salud”.

Patologías asociadas

La cirugía bariátrica comenzó a realizarse hace varios años y si bien antiguamente se debía poseer un índice de masa corporal>40, hoy quienes recurren a ella tienen índices mucho menores (>30).
“Antes era el último recurso. Hoy encontramos casos de gente que concurre con menos sobrepeso, pero con más problemas de salud a esta cirugía. Una persona que ve un deterioro importante de su salud a casusa del sobrepeso no debe seguir esperando. Cuanto antes pueda revertir dicha situación, antes podrá sanar su cuerpo de las patologías asociadas”, resaltó el Dr. Brasesco.

Cuando las dietas no funcionan

“Un chico que en la adolescencia tiene obesidad, de grande posiblemente será un obeso mórbido”, señala el Dr. Oscar Brasesco del Centro especializado OCMI. “Un paciente que toda la vida luchó contra la obesidad, que siempre tuvo sobrepeso y que probó todas las dietas posibles, seguramente termine operado”, agregó. Actualmente en OCMI llevan operados más de 14.000 pacientes, con una intervención de 100 pacientes por mes.
La cirugía bariátrica funciona por el mecanismo restrictivo y hormonal que actúa sobre las enfermedades asociadas. El 80% de quienes eligen esta opción frente a la obesidad logran resultados exitosos y el resto mejora, ya que a partir de la cirugía comienzan un tratamiento de seguimiento que les permite no sólo reducir el sobrepeso sino mejorar las patologías asociadas como, diabetes, hipertensión, riesgos cardiovasculares y renales, mejorando su calidad y expectativa de vida. En promedio, un 64% de quienes se operan son mujeres y un 36% varones, la edad promedio de quienes consultan ronda los 43 años.

El tiempo apremia

Los beneficios asociados a la cirugía no sólo se ven en la pérdida de peso, sino que también en la diabetes se controla en un 90%. La posibilidad de edema se reduce a la mitad, la hipertensión arterial al 70% y el hipercolesterol casi al 80%. Asimismo, los valores de pérdida de peso que se logran están en el rango del 60% a lo largo del tiempo.
Decidir entre una cirugía bariátrica o seguir haciendo dieta no es solo una elección. Quienes padecen enfermedades asociadas a la obesidad deben consultar sobre su problema. Esperar a veces no es la solución, ya que las patologías que afectan a la persona pueden ser más graves que la obesidad en sí misma.

Los cambios drásticos en la alimentación afectan a la salud

Cuando se piensa en las fiestas de fin de año es imposible no imaginar mesas interminables de comida, brindis casi todos los días y heladeras repletas de sobras. Si bien se cree que nada sucede al rendirse a estos excesos, en muchas ocasiones es necesario tener cuidado para que no desequilibren la salud y nos jueguen una mala pasada.
Teniendo en cuenta que en estas celebraciones se suelen consumir hasta cinco veces más calorías que en una cena normal, las cantidades exorbitantes de comida y bebida que deberá asimilar nuestro cuerpo pueden ser negativas para la salud.
Algunos de los peligros que puede traer aparejados el comer en exceso durante las fiestas son: accidentes cardiovasculares, aumento de peso, dolor estomacal, intoxicaciones, entre otros.
«No hay que olvidar que los cambios drásticos en la alimentación afectan a la salud y esto puede derivar en un desequilibrio del sistema inmunológico y, por lo tanto, en la alteración de las defensas. Pasar unas fiestas disfrutando del comer bien es posible y de esta forma estará cuidando su salud y la de toda su familia», explicó el médico e investigador Ernesto Crescenti, director del “Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti”.
Porciones razonables: Podemos comer algo especial y más calórico que lo acostumbrado, pero en raciones normales o incluso más discretas, debido a que son muy grasas.
Comer con calma: Es importante masticar bien y comer despacio, para que la comida pueda asentarse mejor y realizar la digestión sin sentirse mal o pesado.
Combinar la dieta: Se debe tener en cuenta que, si sabemos que comeremos un menú más recargado que de costumbre hagamos una cena ligera y depurativa con verduras, frutas y mucho líquido.
Prepararse antes de las fiestas: Antes de comenzar con el rally de las celebraciones, podemos ayudar a nuestro cuerpo a pasar por el ‘trance’ de los atracones. Comer menos carne y más pescado, verduras a la plancha o al vapor, beber agua y hacer ejercicio puede ser de gran ayuda.
Incorporar alimentos sanos: Si somos los encargados de hacer la comida o la cena en Navidad o Fin de Año podemos optar por opciones más saludables.

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