LA MIRADA DE LA PROFESIÓN DE FEDERICO AST, ECONOMISTA Y CREADOR DE CROWDJURY

“Van a seguir existiendo los abogados, pero no se sabe cómo será su trabajo”

Por Matías Werner*

Federico Ast es economista (UBA) pero sus inquietudes lo llevaron a estudiar filosofía y luego se dedicó al periodismo, siendo parte del equipo fundador de la startup Materiabiz. Tras un doctorado en el IAE Business School de la Universidad Austral comenzó a estudiar temas de inteligencia colectiva y de cómo la gente decidía en grupo. Empezó a preguntarse por qué la Justicia en Argentina funciona tan mal, de allí nació la idea de Crowdjury, que es un concepto de Justicia distribuida. Para desarrollar esta idea, cofundó la empresa Kleros. En este reportaje con Diario Judicial, Ast señala que una de las cosas más interesantes del sistema que creó es que surgió de alguien que no es abogado, y que Crowdjury está preparado para resolver “las disputas del Siglo XXI”.
Tras un doctorado en el IAE Business School de la Universidad Austral comenzó a estudiar temas de inteligencia colectiva y de cómo la gente decidía en grupo. Empezó a preguntarse por qué la Justicia en Argentina funciona tan mal, de allí nació la idea de Crowdjury, que es un concepto de Justicia distribuida. Para desarrollar esta idea, cofundó la empresa Kleros.
En este reportaje con Diario Judicial, Ast señala que una de las cosas más interesantes del sistema que creó es que surgió de alguien que no es abogado, y que Crowdjury está preparado para resolver “las disputas del Siglo XXI”.

¿Cómo surge Crowdjury?

El concepto surge un poco de las múltiples cosas que fueron ocurriendo en mi vida. Viendo los déficits que tiene el sistema de administración de Justicia, me pregunté las razones de ello. Y llegué a una conclusión que es que es un sistema pensado para el siglo XVIII, la Justicia que conocemos se inventó en una época en la que la gente mandaba cartas a caballo básicamente. Entonces me pregunté: “¿Cómo sería la Justicia si la construyéramos con las herramientas que tenemos hoy, como internet, blockchain o mundo distribuido?”.

La aldea global y el derecho

Estamos en un planeta en el que hay otras disputas. Las disputas por las cuales se inventó el sistema de Justicia en el siglo XVIII no son las disputas que tenemos hoy. Siempre doy este ejemplo: Yo en Argentina contrato a una persona en Guatemala para que me haga un sitio web, lo termina, me entrega el producto, pero yo no estoy conforme y él dice que cumplió con las especificaciones del producto. Yo no voy a ir a litigar a Guatemala y pagarle U$S 1000 a un abogado. Entonces, la Justicias territoriales no resuelven estos casos.
Otro caso muy frecuente de Crowdfunding: gente de todo el mundo que financia proyectos de todo el mundo. Se hace imposible iniciar una disputa por alguien que aportó U$S 500, esto no se resuelve con un Tribunal de Arbitraje como si fuera un conflicto entre Shell e YPF. Lo que hace falta es un método diferente para resolver disputas que antes no existían. El concepto de Crowdjury viene a atender esto.

P: -¿Y cómo funcionaría?
F.A.:-Pongamos el ejemplo del guatemalteco: en vez de pagarte directo por tu trabajo, pongo el dinero en un Smart contract. Si todo va bien, el dinero se te transfiere y listo. Pero si todo va mal, la plata queda congelada y el que va a decidir a dónde va el dinero será un tribunal compuesto por gente de todo el mundo, algunos expertos en sitios web, que van a poder ver la evidencia y decidir quién tiene razón. Es un arbitraje voluntario, donde aceptamos de antemano que entre una disputa el conflicto lo va a resolver este tribunal. Además, Las personas que integren este tribunal van a ser elegidas al azar por un método muy específico, analizarán la evidencia, votarán quien tiene razón y luego se transfiere el dinero al que gane.

P: – Nada de embargos, ejecución de sentencias, tasa de justicia.
F.A.: -Bueno, los jurados cobran por esto un fee de arbitraje que se paga previamente. Creo que todos ganan: las partes porque resolverán su problema – alguno estará más contento que el otro- los árbitros ganan, y también lo que hace es generar más oportunidades. Por ejemplo, si yo soy una persona que quiero contratar freelancers de todo el mundo, digamos de África. Si contrato a alguien con capacidad pero que es de Kenia y tengo un conflicto, no voy a ir a iniciar una disputa a Kenia. Con este método, se le da seguridad jurídica al contratante, y se contrataría mucha mas gente, y de lugares que hoy no pueden trabajar.

P: -En el trabajo en el cual presentaste Crowdjury, hiciste mención a que un sistema similar ya se utilizó en Atenas, en la antigua Grecia. ¿Cómo es esto?
F.A.: -Cada sociedad tiene un sistema de Justicia acorde a su tecnología y sus creencias. Los griegos no tenían abogados o jueces “profesionales”. Ellos tenían el concepto de que la Justicia era algo entre pares: todos los ciudadanos tenían derecho a ser jueces, por lo menos en los juicios comunes (en los procesos complejos, como homicidios, sí había un tribunal de ancianos, pero era algo distinto). En la mayoría de los juicios, los ciudadanos iban el día de la audiencia, con una placa de broncel llamada pinakia, la ponían en una piedra grande llamada kleroterion (Κληρωτήριον) que su traducción sería “máquina del azar” (Klero: Máquna; Terion: Azar). El proceso era así: venía un oficial de justicia que ingresaba o bolas blancas y negras o dados de veinte caras por un tubo. Si le caía blanco a una persona, entraba como jurado, si la caía negro, se volvía a su casa. Era un bolillero a la antigua. Los griegos tenían un sistema de sorteo de jurados super aceitado. Con el tiempo surgieron los estados nacionales y la Justicia “jerárquica” como la conocemos hoy, donde hay jueces, fiscales y abogados, pero no fue así siempre. Eso nos hace pensar que lo que conocemos como normal no es lo que siempre tuvo la humanidad como normal. El método de Crowdjury es una especie de vuelta a que la Justicia puede hacerse entre pares, obviamente con los recurso tecnológicos de hoy en día.

P: -La cultura jurídica argentina tiene muy arraigada esa jerarquía en el sistema de Justicia, y en otro aspecto, tiene una tradición de “importar” sistemas extranjeros que a veces no guardan mucha relación con nuestra cultura jurídica. Sobre esto último, ¿Existe algún tipo de experiencia del estilo de Crowdjury, de justicia distribuida, en otros lugares? ¿Y de Smart Contracts?
F.A.: -Las aplicaciones legales de Blockchain son muy nuevas, y de escala masiva no hay. Están empezando pruebas piloto, como en seguros. Pero no hay nada que funcione a escala comercial. Lo que es arbitraje tampoco. Lo novedoso de Crowdjury es que es el concepto de Crowdsourcing (colaboración) aplicado a disputas. Este concepto lo aplicó E-Bay en su sistema de disputas, e E-Bay tiene por año 60 millones de disputas, con un sistema propio. Ali Baba tiene un sistema similar, pero no es estrictamente de “Justicia” sino que podría calificarse como atención al consumidor, es un sistema que resuelve disputas dentro de la misma plataforma, pero no hay un “ente” imparcial que resuelva estas disputas de los diferentes rubros como Crowdjury. En nuestro sistema lo que hay es un Kleros, que es el “núcleo” que elige los jurados, y “arriba” de eso se crearán diferentes tribunales que van a ser empresas. Así se forma la industria del Blockchain. Hay un núcleo que elige jurados y después empresas que se especializarán en disputas de freelancers, otras de finanza, otras de e-commerce, etc. Todas van a usar a Kleros como sistema de eleccion de jurados. Crowdjury va ser una empresa que va a estar arriba y usar a Keros como sistema de elección de jurados. El usuario va a ver Crowdjury pero detrás estará el sistema que “tira” información de Kleros, eso es lo que estamos armando. Cuando yo empecé con el proyecto Crowdjury, pensaba que el usuario era el propio Crowdjury, a medida que fui aprendiendo, me di cuenta de que faltaba la cuestión de los jurados, porque si no está resuelto eso, no se puede hacer la parte de “arriba”, porque habría que hacer entonces una base de jurados enorme, que es un problema. Lo que hoy Ali baba hace de forma “propia”, lo va a delegar en Kleros.

P: -Esto terminaría borrando las “fronteras” jurisdiccionales. ¿Qué conflicto se puede llegar a ver en esto?
F.A.:-La Justicia es la gran ganadora de todo esto. No es que Crowdjury va a reemplazar un juicio de sucesión o un homicidio, sino lo que va a hacer es resolver disputas que muchas veces no llegan a judicializarse.

P: -Vendría a resolver lo que se denominan “conflictos de menor cuantía”. Es decir, reclamos por poco dinero, en los que muchas veces no se accede a la Justicia por los costos que esto implica, pagarle a un abogado, tasa de justicia. Es decir, uno no va a iniciar un juicio por una deuda de $5.000.
F.A.: -Exacto, y para tranquilidad de los abogados, esto no les va a perjudicar su trabajo. Sí los puede perjudicar la inteligencia artificial. Crowdjury lo que hace es bajar el costo a las disputas que hoy no se resuelven: un reclamo a un seguro, a una empresa de telecomunicaciones por una factura mal hecha, cuestiones más simples, que hoy ocupan la mayor parte del tiempo de los jueces. Con este sistema tratamos de evitar eso y que a la Justicia le lleguen los casos importantes.
La ejecución de un cheque es casi un trámite administrativo. Los juzgados comerciales están repletos de esos juicios, y por ocupar recursos en resolver eso, no tienen lo suficiente para atender correctamente una quiebra, por ejemplo.
El nuestro es un método de arbitraje eficiente, transparente y rápido, buscamos bajar el costo de las disputas y lograr que algunas de ellas, que antes no se resolvían, pasen a resolverse. Eso es nuestra idea de acceso a la Justicia.

P: -Al principio hablaste de que Crowdjury es una mezcla de Crowdsourcing con Blockchain. ¿Cómo entra Blockchain en este juego?
F.A.: -Voy a contar una historia: en el Archipiélago de Yap (Micronesia) habita una tribu. Ellos tienen una moneda gigante llamada Rai Stone. Ahora bien, al hacer un intercambio comercial, ¿cómo se transporta una moneda? Uno no puede necesitar de cinco amigos para ir a comprar algo al kiosko. A los Yap se les ocurrió entonces que, en vez de transportar la moneda, quedaran todas las monedas en el mismo lugar, en un “depósito”. Entonces, en vez de transportarla, se creó un sistema para que todos recuerden de quién es la moneda, y de allí se empiezan a transferir. Esto genera obviamente un problema: ¿De quién es cada piedra? ¿Y cómo se puede resolver esto? Ellos no tenían escritura. Una solución era elegir alguien de la tribu, con mucha memoria, para que recuerde de quién es cada piedra, pero allí surge otro inconveniente: empiezan los conflictos, el miembro “memorioso” se puede corromper. Entonces ellos dijeron: “Como no confiamos en una sola persona, haremos que el conocimiento de cada una de las piedras llegue a cada miembro de la tribu”. De esa forma, por ejemplo, si alguien quiere dar una piedra a cambio de un servicio, se junta a todos los miembros de la tribu para que sean anoticiados de que “la piedra cuatro de la playa pasa de X a Y, a cambio de una gallina”. Así, todos los miembros de la tribu, “actualizan” en sus cabezas, la propiedad de las piedras. Con Blockchain se reemplaza a los miembros de la tribu por computadora, y las piedras por bitcoins. Blockchain es un registro distribuido donde todas las computadoras, todos los nodos, saben cuántos bitcoins hay en cada una de las cuentas y cuándo hay una transacción de una cuenta a otra. Blockchain puede definirse como un registro distribuido donde la información se asegura mediante un registro criptográfico, que hace que las computadoras puedan llevar una base de datos “compartida”. Es una base de datos distribuidas que hace que ningún nodo controle el registro de todos. A diferencia de las bases “no distribuidas”, como las de un banco, es que este tiene una base de datos que dice de quien es cada cosa. Que haciendo un paralelismo es como que las tribus originarias de los Yaps no querían hacer con el “memorioso”.

P: -¿Y cómo se plasma este concepto en el plano legal? Smart Contracts por ejemplo
F.A.: -En un Smart contracts, las partes hacen un acuerdo. Por ejemplo el caso del sitio web, se contrata a alguien para que lo desarrolle. Hoy en día es fundamental la confianza: ¿Que pasa primero, el desarrollador le da la clave del sitio web al cliente antes que le pague o viceversa? ¿ Y si en caso de que le dé la clave y yo no le pago, y son personas que viven en diferentes países?. ¿Cómo funciona hoy? Buscamos un agente intermediario, el desarrollador le da la clave, el cliente le da el dinero. Por este trabajo el intermediario cobra una comisión. El Smart contract lo que hace es eliminar el intermediario. El desarrollador deposita las claves en el sitio web en el Smart contract, y cuando el cliente deposite la cantidad convenida, automáticamente se transfiere la clave. Blokchain permite hacer pagos financieros, contratos entre partes, mucho más eficientes y sin intermediarios.

P: -¿Es posible afirmar que, en el día de mañana, para ser abogado, será necesario saber programación?
F.A.: -Hay un libro de Richard Susskind llamado “El fin de los abogados”, donde estudia cómo evoluciona el estudio jurídico tradicional en la era digital. Al ponerse a pensar qué es un estudio jurídico, se llega a la conclusión de que son varias cosas al mismo tiempo. El trabajo del abogado se compone de búsqueda de documentos, de clientes, ir a litigar a los tribunales. Y se da el caso de que un abogado puede ser excelente litigando, pero pésimo buscando clientes. Volviendo a la pregunta de si es necesario programar para ser abogado, creo depende de qué rubro. Si uno se dedica a conseguir clientes para hacer demandas por daños y perjuicios no va a ser necesario, pero si el abogado busca especializarse en Smart contracts, por ahí sí. Pero la profesión del abogado se reconfigura. Creo que en los próximos años va a seguir habiendo abogados, pero no se sabe cómo será su trabajo. Como dije anteriormente, estamos en un mundo con otro tipo de disputas. Hoy hay comunidades de juegos en red, y son millones de dólares en juego. Los e-sports ya son una realidad y en un futuro quizás desplacen a los deportes tradicionales. Y los e-sports necesitan un método de resolución de disputas. La gente que piensa en la Justicia no piensa en eso. O en Facebook, por ejemplo, un conflicto por una publicación agresiva puede afectar la carrera de alguien. Si alguien hace una publicación de ese estilo desde Zimbawe, por ejemplo, ¿van a iniciar un juicio por daños y perjuicios a un N.N. África? En el fondo, lo que está pasando es que Facebook ya tiene un sistema de justicia propio, aunque no nos demos cuenta. Pero si uno lo piensa bien, Facebook es una especie de “Estado Virtual”, que hace sus leyes, que son los términos de uso y condiciones, tiene sus “jueces” que son los moderadores, y ejecuta las sentencias, porque te pueden bloquear un perfil. Ahora, ¿tiene un usuario de Facebook derecho de defensa en ese tipo de disputas? ¿Cómo se ejecuta esto a nivel “Estado”? Lo que creo que va a pasar es, por ejemplo, imaginarse una red social como Facebook pero que sea propiedad de los usuarios, donde cada usuario cobre plata sobre la base de cuánto contribuya a la plataforma, ya sea por comentarios, posts, etc. Cuando nazcan los conflictos, inevitablemente los usuarios tendrán que ponerse de acuerdo en cómo se resolverán. Crowdjury está pensado para esto.

Fuente: *Diario Judicial

ÚLTIMAS NOTICIAS