UN TRIBUTO MERECIDO AL GRAN MELODISTA DEL TANGO

El CCK homenajea a Mariano Mores a 100 años de su nacimiento

Mariano Mores fue, sin lugar a dudas, uno de los artistas populares más importantes de la cultura argentina, por este motivo, el Centro Cultural Kirchner, en la Ciudad de Buenos Aires, le dedicará un tributo exclusivo el día en que se cumplan cien años de su nacimiento.
En una producción especial, la Orquesta Lírica Popular, dirigida por su nieto Gabriel Mores, interpretará sus inolvidables composiciones en la Sala Sinfónica, con la participación de invitados especiales.

Un genio sin igual

Pianista, compositor y director, Mariano Mores nació en el barrio porteño de San Telmo el 18 de febrero de 1918, hijo de una pareja fanática del tango que se anotaba en cada concurso que hubiera y un abuelo flautista que insistía para que el chico estudiara algún instrumento musical y se transformara en un artista mayor.
Fue uno de los melodistas más inspirados de toda la historia del género y el autor de algunos de los títulos más populares. Comenzó tocando en un café de la calle Corrientes en la década de 1930. Después del rotundo éxito de “Cuartito azul”, se incorporó a la orquesta de Francisco Canaro, quien apadrinó su talento y le dio un papel preponderante en sus producciones de teatro musical. Luego de once años se independizó y, como director de sucesivas formaciones, le confirió al tango un sonido internacional.
Compuso notables tangos que dieron vuelta al mundo junto a los letristas más importantes del género. Con Homero Manzi escribió “Una lágrima tuya”; junto a Enrique Santos Discépolo, “Uno”, “Sin palabras” y “Cafetín de Buenos Aires”; con Cátulo Castillo, “El patio de la morocha”; en binomio con José María Contursi, “En esta tarde gris”, “Cristal”, “Cada vez que me recuerdes”, “Tu piel de jazmín” y “Gricel”; con Enrique Cadícamo, “A quien le puede importar” y “Copas, amigos y besos”. También compuso otros himnos como “Cuartito azul”, “Por qué la quise tanto”, “Adiós pampa mía”, “Tanguera”, “Taquito militar”, “El firulete”, “Frente al mar”, y tantos otros.
Entre sus formaciones se destacan especialmente la Orquesta Lírica Popular, creada en 1950, y su Sexteto Rítmico Moderno. Sus espectáculos musicales sumaron a integrantes de su familia, como su esposa Myrna Mores, su hermano Enrique Lucero, su hijo Nito Mores, su hija Silvia Mores, su nuera Claudia Mores, su nieto Gabriel Mores y su sobrino Daniel Mores.
Un párrafo aparte merecen las orquestaciones de Martín Darré, su compañero artístico inseparable, con quien forjó la Orquesta Lírica Popular.

Una vida de artista

El apellido Mores fue adoptado por Mariano Alberto Martínez por el resultado de su asociación artística con las Hermanitas Mores, integrado por Margot y Myrna Mores, en 1936, a las que apoyaba como pianista en sus actuaciones radiales; con la segunda se terminó casando.
En 1928 se recibió de profesor de teoría musical, solfeo y armonía en el Conservatorio D’Andrea y en 1929, con la troupe familiar instalada en España, el futuro autor de «Uno» obtuvo una beca en la Universidad de Salamanca para perfeccionarse como pianista clásico cuando aún se lo veía como niño prodigio.
Se presentó en algunos escenarios como Lolo el Compositor Relámpago, capaz de improvisar un tema a partir de lo que el público le solicitaba, pero la cercanía de la Guerra Civil hizo que ese personaje quedara en el olvido y que la familia volviera a la Argentina en 1936, donde al joven artista le esperaba un mundo inesperado.
Una de las obras que marcó a Mariano a su regreso fue la de Alfredo Le Pera, fallecido un año antes junto a Carlos Gardel en Medellín, al tiempo que la prematura muerte de su padre -un hombre culto y melómano- lo obligó a conchabarse como pianista en el café Vicente, de Corrientes y Carlos Pellegrini. Por ese entonces compuso la música de «Gitana», con letra de Luis Rubinstein, titular de la Primera Academia Argentina de Interpretación, donde se había inscripto para empaparse de la música local y lugar donde conoció a su futura esposa Myrna y a su cuñada Margot.
Gracias a ese romance nació su primer tango, «Cuartito azul» (1938), con letra de Mario Batistella, ya que se trataba de la vivienda de soltero del músico, en Terrada 2410, Villa del Parque -hoy museo-, pintada por él mismo con cal coloreada con azul de lavar, un elemento de limpieza muy popular entonces.
Junto a las Hermanitas Mores y algunos músicos amigos formó la Orquesta Típica Marianito Mores, que traspasó a ritmo de tango algunos títulos del japonés Masao Koga, se presentó en Radio Belgrano y grabó discos, lo que entre otras cosas lo hizo entrar en tiempos de gran bonanza económica.
Ese fue el comienzo de una carrera de compositor que tuvo títulos memorables como «Uno» y «Cafetín de Buenos Aires», ambos con Discepolín en las letras, «El patio de la Morocha», con Cátulo Castillo, «Grisel» y «En esta tarde gris», con José María Contursi, «Una lágrima tuya», con Homero Manzi, «Tanguera», «Adiós, pampa mía», con Ivo Pelay, «Por qué la quise tanto», con Rodolfo M. Taboada, y las milongas «Taquito militar» y «El firulete».
Ya separado de las hermanas, que abandonaron el canto y se dedicaron a sus vidas maritales, Marianito conoció a Francisco Canaro -quien ya era una superestrella del tango en el país y el exterior a partir de su estadía europea- a través de su amigo Rodolfo Sciammarella y poco después se integró a su orquesta.
Canaro agregó un piano al que ya tocaba Luis Riccardi, nombró a Marianito al frente del coro y le pagó un sueldo de estrella, pese a que el director uruguayo no era conocido por su generosidad pese a la enorme fortuna que había ganado en su carrera.
Con Canaro cimentó lo que fue su concepto de orquesta típica de aires sinfónicos, que lo colocó en cierta vereda opuesta, tanto frente a las agrupaciones tradicionales como a las vanguardias que empezaban a nacer, con Astor Piazzolla y Horacio Salgán como representantes notorios.
Admirado por el presidente Juan Domingo Perón, fue uno de los primeros artistas populares en actuar en el escenario del Teatro Colón -otros eran Alberto Castillo, Hugo del Carril, Nelly Omar, Antonio Tormo- lo que alarmó a las clases altas que solían concurrir allí como un reducto privado, y destacado por Evita, quien señalaba al tango «Uno» como uno de sus preferidos.
Su milonga «Taquito militar», que homenajeaba a un ministro del gobierno, fue estrenada en el Colón en 1952, con enorme repercusión popular, pero la caída del peronismo en 1955 frustró la formación de otra Orquesta Sinfónica Nacional, dedicada exclusivamente al género popular, al tiempo que cambiaba su nombre Marianito por Mariano.
Con el mismo ímpetu que sus padres lo empujaron hacia el arte, Mores incluyó en sus espectáculos a partir de 1966 a su hijo Nito -fallecido en 1984-, a su hija Silvia, su nieto Gabriel y la propia Myrna en pequeñas apariciones, un clan familiar que llegó a tener su ciclo en Canal 9: «La familia Mores».
La figura de Mariano Mores no pasó inadvertida en la escena del tango. Su estilo estridente como pianista y su idea de trasladar al terreno porteño la imagen del music hall le deparó muchos detractores dentro del ambiente. Y esa misma razón explicaba su popularidad.
Mariano Mores falleció el 13 de abril de 2016 a los 98 años. Se dispuso que sus restos fueran velados en el Teatro Colón, un lugar paradigmático en la vida y la obra de Mariano Mores, que dio lugar a fuertes polémicas sobre el lugar de la música popular, y el tango en particular, en la cultura argentina.

Orquesta Lírica Popular

La orquesta es recreada por Gabriel Mores (piano y dirección), Alejandro Bruschini (bandoneón), Juan Scaffino (violín), Jorge Orlando (batería), Eduardo Lettera (contrabajo), Ado Falasca y Pablo Citarella (teclados), integrantes de su sexteto histórico. También participan como invitados los cantantes Silvia Mores (hija de Mariano) y Carlos Gari y el guitarrista Tony Gallo. Durante el concierto, se podrán escuchar clásicos de Mores como “Tanguera”, “Cuartito azul”, “Cafetín de Buenos Aires”, “El firulete”, “Uno”, “Adiós, pampa mía” y “Taquito militar”, entre otros. Con la coordinación de Matías Grande, la Orquesta Lírica Popular se completa con Eduardo Ludueña, Cecilia Barraquero, Alicia del Carmen Chianalino, Hugo Eliggi, Julio David Domínguez, Lucía Herrera, Patricia Fornillo, Tamy Bromber, Cristina Monasterolo, Esteban Prentki, Juan Bautista Bringas, María Laura Bertero, Enrique David Mogni, Hernán Briatico, Matías Grande, Sebastián Masci, Sebastian Prusak, Julio Zoppi, Jorge Calderari, Sara Tubbia Ryan, Gracia Medina, Gerardo Pachilla y Ernesto Gómez (violines), Darío Legname, Adrián Felizia, Claudio Melone, Daniel Tetelbaum, Juan Castellanos, Kristine Bara y Claudio Medina (violas), Gloria Pankaeva, Patricio Villarejo, Clement Silly, Agustoin Bru Pesce y Karmen Rencar (cellos), Manuel Gómez, Carlos Bolo y Daniel Falasca (contrabajos), Gabriel De Simone (flauta traversa y flautín), Matías Tchicourel (clarinete), Daniel Kovacich ( clarinete y saxo tenor), Sebastián Tozzola (saxo barítono y clarón), Víctor Gervini y Alberto de la Fuente (trombón), Fernando Chiappero (corno), Fernando Ciancio, Javier Mas y Guillermo Tejada Arce (trompeta) y Custodio Arturo Vergara Calderón (timbal).

Acerca de Gabriel Mores

Pianista, cantante y director, Gabriel Mores proviene de una familia de artistas: su abuelo, Mariano Mores, fue uno de los más importantes compositores de la historia del tango, y sus padres, Nito y Claudia Mores, intérpretes del cancionero popular argentino.
Estudió con Guillermo Iscla y Haydee Gerardi. Luego se perfeccionó en armonía, composición, contrapunto e instrumentación orquestal. Su carrera comenzó a los diecisiete años, como músico en la orquesta de su abuelo, con la que recorrió Estados Unidos, España, Francia, Inglaterra, Italia, Suiza, Japón, México y Latino América.
Entre sus composiciones, se encuentra la pieza “Dos”, dedicada a su abuelo y estrenada por la Orquesta Sinfónica de la Florida en Miami, y la British Orchestra en el Royal Festival Hall de Londres. Ganó el primer premio en el Festival Internacional Festibuga de Colombia y un premio en el Festival OTI de la Canción. También fue convocado por Eliseo Subiela para componer la música del film Lifting de Corazón.

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