Por Juana de Arco*

La avanzada peronista sobre el gobierno sigue dando que hablar en el marco de una gobernabilidad jaqueada de adentro y de afuera. Si Das Neves había pulverizado el poder de sus rivales atomizándolos y parcelándolos, tal como lo hizo con el Legislativo diestramente; Arcioni logró todo lo contrario: unir al arco opositor que se venía mezclando menos que el agua y el aceite, en un cóctel impensado y explosivo de especulaciones y posibilidades tan difíciles de retrotraer, como el empoderamiento que le devolvió al Legislativo y del cual ahora es víctima absoluta. “Dejarlos pensar y hasta escuchar a los peronistas sobre qué cosas querrían manejar del gobierno en un gesto de colaboración de coalición, es tan suicida como cuando un operador le habría preguntado al diputado Alfredo `Peludo´ Di Fillipo ¿y vos que querés?”, afirmó un experimentado referente del Valle. Agregando que “es como desatar el big-bang de la existencias posibles. Todo es poco”, reflexionó.

Con la apertura de la mesa dialoguista de los oferentes de “ayuda” el Gobernador abrió sin pensarlo otro frente de tormentas.
Hacia adentro, el propio núcleo duro de Chubut Somos Todos le pasó no pocas facturas al “Príncipe” Máximo Pérez Catán que compartió asado con los peronistas. Ni hablar la indignación con el “Hijo político” Gonzálo Carpintero, que apenas a tres meses de orfandad abrió aguas en la estructura pergeñada por su mentor, al punto de disputar espacios internos y hasta estar dispuesto a compartir esas grietas con los peronistas proteicos.
Por eso, a las declaraciones abiertas deplorando estas movidas, le siguieron y le seguirán, está demás decirlo, innumerables operaciones mediáticas por los foros más diversos que abonan el microclima del poder. Porque está claro que lo que queda de dasnevismo puro se seguirá defendiendo como “gato entre la leña”, ahora no ya de la desnaturalización que se va dando en manos del arcionismo comodorense que le fue colonizando la gestión, sino también de la intentona peronista de tomarle por asalto parte del sello verde en esa especie de “tregua” política con la que se mostraron proclives a “colaborar” con Arcioni, “si es que él acepta esa colaboración”, como se cuidan en aclarar.

No hay 2019, sin 2018

Pero en el fondo la generosidad del PJ parte de sus urgencias de intereses, y porque no de un finísimo instinto de supervivencia. “Si vuelca Arcioni nos arrastra a todos”, es el murmullo bajo pero persistente que se escucha en las huestes populistas de Chubut. “No hay que olvidar que acá el endeudamiento empezó hace más de una década, pero afianzándose de manera exponencial con el gobierno de Martín Buzzi (PJ-FPV)”, explica un ex funcionario de otro poder, pero con vasta memoria ejecutiva.
Cuidar lo que haga los dieciocho meses que faltan para el recambio de la gobernación, es por eso una preocupación real de todo el arco político provincial. Los chusoteanos porque son `el padre de la criatura´, los peronistas porque son genéticamente solidarios, y los cambiemos porque esperan que quede algo del territorio que labró y delimitó alguna vez Fontana, en esta frontera interior del ser chubutano, ahora desdibujada.
El tema es que todos quieren apuntalar el barco, pero nadie quiere subirse a lo que muchos insisten en parangonar con el trágico “titanic”. Todos quieren disfrutar de algún momento de fama de esta historia, y porque no manotear alguna última reliquia constante y sonante, pero sin vivenciar la espantosa sensación de sentir el agua en el cuello.
Eso queda para héroes y heroínas de película, y en todo caso, para quienes podrían cargar con una situación de tal envergadura como tratar de pilotear hasta la costa el mastodonte de este estado escorado, sin perecer en el intento.
Así las cosas, no se les ocurrió nada más ni nada menos, como para sumar a la confusión general, que ese `Capitán Smith´ sea el exministro Norberto Yauhar. (Ninguna proposición desinteresada por supuesto, como fue tirarlo a la parrilla a la diputación nacional en su mejor momento de gestión a nivel nacional).
“¿Porqué no me preguntan a mí?”, reclamó Yauhar ayer al ser consultado por algunos medios sobre el particular. “De ninguna manera yo me sumaría a otro gobierno, y menos a uno del cual no conozco su identidad”, afirmó para desestimar de plano lo que consideró un franco operativo de otros sectores extrapartidarios.

A Yauhar ni se le ocurriría

Para el ex ministro, esta versión de su posible arribo al mundillo que gira por debajo de la línea de flotación de “Rose y Jack” es poco más que una sátira. Y reticente a pensar en la poca consideración de sus partidarios, apunta más a una versión extrapolada de algún sector fuertemente interesado en sobreexponerlo. “Si lo que le ofreció la dirigencia es respaldo político a través del acompañamiento legislativo, yo fui el único dirigente del PJ que no ingresé representantes por mi sector al Poder Legislativo, por lo que mal podría yo comprometer nada al actual Gobierno”, aclaró de plano el exministro. “No está en mis planes ocupar funciones y menos para un sector del que me he ido. Más allá del diálogo que sostuve hasta los últimos días con Das Neves como dos dirigentes que transitamos juntos parte de un camino y que respetábamos mutuamente nuestras opiniones y miradas de la coyuntura”, insistió.

Operativos cruzados

Quienes comprendieron parte del entramado, aseguraron a la par que estos rumores del ingreso de Yauhar fueron para matar dos pájaros de un tiro. Y tal vez por eso, todos puiseron la mirada en el propio núcleo interno de Arcioni que en el pejota. Por un lado, al largar el “cuco” de Yauhar, le tiraron a Mammarelli con un peso pesado de su talla en términos de ministro Coordinador. Este lanzamiento se podría inferir proveniente del chusoto hacia el arcionismo. Un modo de producir un tembladeral interno.
Pero inmediatamente saltó otro contraoperativo presuntamente surgido del arcionismo, vinculando las supuestas aspiraciones de Yauhar al sector pesquero. Ninguna sugerencia inofensiva que buscó enredarlo en la reciente polémica de un sector plagado de sospechas, coimas y contrabando que tiene como número puesto a más de un diputado “cabecita fresquera”. Producir este escozor tuvo como objetivo conseguir un clamor empresario en contra de una hipótesis poco más que inconsistente, y por supuesto darle algunas horas más de ventaja para el armado y prolijado que lidera en el sector, el comodorense con nombre de colonizador, “Pirincho” Sotomayor.
“Si Yauhar vuelve al Gobierno, Arcioni habrá roto todo puente con la Casa Rosada, porque no será un funcionario más: habrá sumado a un exministro K, y el grifo del gobierno federal podría dejar de gotear”, analizaron públicamente.
Así las cosas, Yauhar no se sumará ni soñando a este barco de placer con destino incierto, y es probable que de la veintena de peronistas que ensayaron una ayuda a la luz de las brasas del viernes pasado, tampoco.
Por ahora, Arcioni es el único que sigue pensando y remando el día a día de Chubut, desde que se levanta hasta que se acuesta, tarareando el mítico “My Heart Will Go On” a pesar de los coros de agoreros que no faltan.
“Nunca se supo porqué Rose no subió a Jack a la tabla”, se cuestionó un nostálgico al que no le gustan los finales trágicos. Tal vez el PJ lo sepa…vaya uno a saber.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y ceniza de tantos…