LOS PROTOTIPOS PUEDEN CONSTRUIRSE CON MATERIALES ESTÁNDARES

Crean un nuevo sistema de calefacción que no genera derroches de energía

El Instituto de Investigación y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC), dependiente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), detectó un problema en la climatización de los espacios de vivienda y de producción ante temperaturas muy altas o muy bajas. Este hallazgo se dio en el marco de los proyectos de mejoramiento en las condiciones de vida de los agricultores familiares de la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires. Como consecuencia de esto, los miembros de la entidad mencionada están desarrollando un sistema de calefacción que utiliza energías renovables y se construye a base de materiales estándares disponibles en el mercado.
Al respecto, el ingeniero Juan Jodra, investigador del IIPAC, remarcó que “el Instituto de Vivienda de la Provincia de Buenos Aires hace varios años articula con el IIPAC para desarrollar tecnologías pasivas de bajo costo y mejorar la calidad de las viviendas”. Vale remarcar que en la actualidad el sistema de gas de red en zonas rurales no siempre está presente, por lo que las comunidades dependen de la disponibilidad de leña o del gas envasado, pero si no tienen acceso a la garrafa social los costos son muy elevados.

El prototipo

Al referirse puntualmente al prototipo que está siendo desarrollado por los investigadores de la UNLAP, Jodra aseguró que “estos sistemas son llamados pasivos porque funcionan con energía solar y sin necesidad de que uno haga nada. Funcionan con el sólo hecho de estar instalados por lo que las ventajas ante los sistemas actuales son marcadas”. Además, el investigador remarcó la importancia que tiene el uso de energías pasivas para cuidar el ambiente y evitar la contaminación.
Puntualmente, el proyecto toma un concepto de la arquitectura sustentable conocido como “muro acumulador de calor” que, como su nombre lo indica, conserva el calor proveniente de la radiación solar. “La innovación reside en que, al componente sólido de hormigón o cemento, se le incorpora adentro tubos con agua, y el agua tiene una capacidad calorífica cuatro veces mayor por lo que cada grado que ganamos nos da cuatro veces más calor”, explicó el investigador del IIPAC en una entrevista con la Agencia CTyS de la Universidad Nacional de La Matanza.

Una vez acumulado en el dispositivo, y cuando el sol deja de calentar, el calor empieza a ser entregado al ambiente para aclimatar la construcción durante la noche. Además de poder resultar útil en hogares, este mismo sistema de piezas se puede adaptar a distintas dimensiones e incorporarse en espacios productivos agropecuarios como las parideras porcinas, los invernaderos o los criaderos de pollos que sufren variaciones de temperatura entre el día y la noche.

Cuidado de la energía

Según el investigador disponer de este sistema ya implica un gran avance, pero sólo es el primer paso, teniendo en cuenta que el segundo aporte está vinculado a los usos correctos. “Toda energía que tengamos es valiosa y deber ser cuidada. El 30 por ciento de la energía generada se desperdicia por filtraciones en el diseño de las habitaciones”, agregó.
Por último, Jodra destacó que “complementando todo este paquete de medidas podes tener todo el invierno tu casa calefaccionada sin necesidad de mucho más. La idea es que haya un proceso de transferencia tecnológica acompañado de información técnica y del soporte para que sea exitoso. Por eso redactamos manuales instructivos con imágenes para brindar más información”. (Fuente: Agencia CTyS de la UNLM)

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