Hace dos años, se conformó en Puerto Madryn la “Red Aborto”, una entidad con una estructura horizontal y conformada por mujeres que buscan asesorar a otras mujeres respecto del proceso de interrupción del embarazo, los derechos y las leyes que amparan dicho procedimiento.
Estas son, a nivel nacional, el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo y, en el ámbito provincial, la Ley XV 14, promulgada en 2010, que establece el marco normativo para que el procedimiento se realice en condiciones sanitarias óptimas y con el debido acompañamiento institucional.
En diálogo con el Diario, las integrantes de la Red, Silvina Van Der Molen, Verónica Flombaum y Elena Markvart, explicaron los orígenes de la misma, las perspectivas en cuanto a la información sobre el procedimiento en el ámbito local, y la discusión en el plano nacional sobre la despenalización del aborto, que alcanza a unos nueve proyectos actualmente en debate en el Congreso de la Nación.
En este contexto, también advirtieron el no cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas, algo que ha quedado en evidencia “dada la escasa cantidad de profesores del Nivel Medio, a diferencia de aquellos de jardín y de primaria”, según indicaron.

Diario: – ¿Cómo surgió la Red en Puerto Madryn? ¿Hubo algún hecho puntual que funcionara como disparador para la necesidad de conformar dicho espacio?
VDM: Fue en abril de 2016 cuando se creó. No es una institución, no tenemos personería jurídica, somos un grupo de mujeres feministas que conformó esta Red para acompañar a mujeres que están en situación de aborto; no tenemos una estructura de presidenta, vocales y demás. Nos repartimos tareas, por afinidades; alguna maneja más las cuentas, otra lo que hace a la prensa y difusión y demás, pero no tenemos un esquema jerárquico.
EM: En 2016 hubo el caso de una chica y, a partir de ello, nos movilizamos. Comenzamos a leer sobre el tema y decidimos conformar la red, porque vimos que estaban muy desamparadas. De hecho, encontramos que existe un protocolo, el cual desconocíamos, que es de Atención Integral de las personas en derecho a la interrupción legal del embarazo. Descubrimos que hay una ley provincial que acompaña y ayuda bastante. Al principio, debimos ponernos a leer y estudiar un montón para prepararnos y afrontar lo que venía después.

D: – Una vez incorporadas las herramientas “teóricas”, ¿se encontraron con ciertos impedimentos o complicaciones en el abordaje de la temática?
VDM: Hay trabas, porque no todos los efectores de Salud están de acuerdo con la práctica de abortos, por lo que hay objetores de conciencia. No sólo los médicos y médicas, sino también enfermeros y enfermeras que no tratan muy bien a las mujeres que van a preguntar acerca de abortos, cómo se hacen, etcétera. Por eso formamos la Red, para allanar el camino a las mujeres, dado que en Chubut es legal y hay una Ley que lo apoya.
VF: A su vez, también trabajamos en conjunto con los Centros de Salud, derivamos y la información que se le brinda a las chicas es que tienen todo el derecho a poder solicitar el acompañamiento de los mismos. Hay personas que pueden negarse, pero las mujeres sí pueden exigir que haya otras personas que las atiendan y acompañen, además del tratamiento para interrumpir el embarazo.

D: La “objeción de conciencia” es algo así como cuando un juez se declara incompetente en una causa. Luego de ello, ¿obligatoriamente debe existir alguien que suplante dicha función?
VDM: Puede haber personas que no estén de acuerdo, pero tiene que haber otras que sí. La objeción de conciencia es personal, no es institucional. La persona (que se niega) tiene que ir al Ministerio de Salud, en Rawson, declararlo, y anotarse. Lo que no puede es negarse a asesorar a la persona y explicarle todas las opciones que hay acerca del aborto, para luego derivarla a alguien que sí realice la práctica. Lo que nosotras hacemos es informar que existen estas posibilidades, a todas las mujeres que nos llaman. Explicarles que en Chubut están amparadas por la Ley XV 14, y que, si les dicen que no, deben insistir. Básicamente, la idea es informarlas sobre sus derechos.
EM: Inclusive, desde las cuestiones más sencillas, como, por ejemplo, cómo llegar al CAPS y presentarse. No es lo mismo hoy pedir un turno con una ginecóloga, porque la mujer está queriendo hacer un aborto, sino que debe decir que quiere un ILE (Interrupción Legal del Embarazo), y a partir de allí, la institución tiene cinco días para ayudarla a hacer el procedimiento.

D: ¿Cuál es la situación de Puerto Madryn en cuanto a la información que hay sobre el aborto y el aspecto legal que ampara el procedimiento?
VDM: Como Red, estamos en contacto con otras redes de la provincia, que se formaron más o menos cuando lo hicimos nosotras. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, están las socorristas, en Trelew-Rawson hay otra Red; hay unas chicas en la cordillera, precisamente en Esquel, que acompañan a mujeres, si bien allí no hay una Red conformada. Lo que vemos, al hablar con todas ellas e intercambiar información, es que Madryn es el lugar en que está más fluido el asunto. No sabemos si tal vez tiene que ver con que hace dos años que estamos nosotras, además de que los efectores de Salud nos conocen y a veces nos consultan.
VF: Algunos están queriendo juntarse con nosotras, inclusive. Esto nos parece un gran avance. Desde los Centros de Salud nos han convocado para empezar a trabajar en conjunto, y me parece que eso es muy positivo, casi utópico.

D: En lo que refiere al debate por la despenalización del aborto, ¿qué opinan sobre los proyectos que se debaten en el Congreso?
VDM: Estuvimos analizando todas las propuestas, que son un total de nueve, comparando qué proponen unos y otros. Con algunas estamos de acuerdo y con otras no. Por ejemplo, con el tema de las causales. Nosotras consideramos que no tiene que haber una ‘causal’ o ‘razón’, es decir, que le pregunten ‘por qué’ (quiere abortar) o que tenga que haber una justificación. Ya con el sólo deseo de la mujer de no querer continuar el embarazo, tendría que ser más que suficiente.
EM: También está el tema del Presupuesto, que es determinante. Hay comisiones que lo tratan de una forma y de otra, pero nosotras consideramos que es sumamente importante. También está el tema de la Educación Sexual, donde hay una Ley y tampoco se está cumpliendo en las escuelas, o no se pone en práctica, la cual sería de mucha ayuda en estos temas.

D: – También existen los autodenominados movimientos “Pro-Vida”, pero, ¿acaso no todas las partes están a favor de la vida?
VF: En realidad, no están propiciando la vida de la mujer, sino que anteponen el derecho de un embrión ante el de la vida de la mujer y de decidir sobre su propio cuerpo. Sería ridículo personalizar a un embrión y despersonalizar la decisión de una mujer. Pero, en definitiva, es una discusión que para nosotros no tiene lugar, no nos gusta polemizar con esos movimientos. La cuestión pasa por nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

D: – ¿Se han encontrado con algún tipo de represalia en este sentido?
VF: Constantemente, a una compañera nuestra, que es docente, por llevar un pañuelo (verde en el cuello) se armó un lío importante, vimos comentarios muy violentos y agresivos sobre la foto.