A PARTIR DE LA INSTALACIÓN DE LA PRIMERA LOGIA EL PASADO 28 DE JULIO

La masonería se consolidó en Madryn

El pasado 28 de julio, fecha en que la comunidad madrynense celebró un nuevo aniversario del Desembarco Galés en la ciudad del Golfo, un evento histórico sin precedentes en la ciudad de Puerto Madryn tuvo lugar; se trata de la consolidación de la primera logia masónica, “Michael D. Jones”, en la localidad del Golfo Nuevo.
La historia da cuenta de la pertenencia a la masonería de varias de las principales figuras que tuvieron un rol activo en el arribo del primer contingente de galeses a la ciudad de Puerto Madryn; entre ellos, Michael Daniel Jones, nacido el 2 de marzo de 1822, en Llanuwchllyn, Reino Unido, y quien también se desempeñara como pastor congregacionalista galés, además de ser reconocido como fundador del asentamiento galés en la Patagonia.
Otros personajes históricos de la historia argentina han pertenecido a la institución, entre ellos, el general y libertador de Argentina, Perú y Chile, José de San Martín, quien fue iniciado en la Logia Integridad de Cádiz en el año 1808; también pertenecieron a la Orden otros próceres como Manuel Belgrano, iniciado en la Logia Independencia a fines del siglo XVIII en Buenos Aires.
A su vez, actores fundamentales de la historia de nuestro país pertenecieron a dicha institución, entre ellos el primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia, Domingo Faustino Sarmiento, quien se desempeñó como Gran Maestre de la Orden, y otros jefes de Estado de Argentina como Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza y Agustín Pedro Justo, entre otros; además de una importante cantidad de figuras de diferentes ámbitos.
Asistieron a la ceremonia realizada en Puerto Madryn talleres (como suelen denominarse también a las logias) de las localidades de Piedrabuena (Santa Cruz), Plotier (Neuquén), Mendoza Capital, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Trelew, Rawson, Caleta Olivia, Esquel, y autoridades de la Gran Logia Argentina, con sede en Buenos Aires.

Crecimiento en la Patagonia

Al respecto, el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, Ángel Jorge Clavero, se refirió al crecimiento de la institución en la región patagónica y a la propagación de los valores masónicos a partir de quienes integran las distintas “logias” o “talleres”, con el objeto de “perfeccionar las virtudes del hombre”.
En este sentido, sostuvo que “cuando tuve la oportunidad de acceder a la Gran Maestría, en 2008, la masonería estaba muy caída y prácticamente desaparecida en la zona de la Patagonia; la logia más austral que teníamos estaba en Bahía Blanca, y de allí hasta la isla de Tierra del Fuego, no había más”.
Entonces, “nos vimos en la tarea de trabajar fuertemente, buscando hermanos que estaban ‘en sueños’ (inactivos), viajando, y hoy ya tenemos unas quince logias en distintas ciudades patagónicas, una cantidad de Triángulos (como se denomina a estructuras integradas por masones que en un futuro se convertirán en “talleres”) muy importante, también, los cuales en un futuro, es decir en uno, dos o tres años, se convertirán en logias”.
Sumado a ello, puso en relieve que “la masonería, en la Patagonia, hoy está floreciente, y nosotros nos damos cuenta que, mes a mes, continúa creciendo fuertemente”, remarcando que “era muy esperada en la sociedad, en el sur de nuestro territorio, y por supuesto, fue bien recibida por los ciudadanos patagónicos”.

Librepensadores

Consultado sobre el ingreso a la institución por parte de quienes se encuentran interesados en cultivar dichos valores, Clavero expuso que “para que una persona ingrese, los masones sólo pedimos que sea un ‘hombre libre y de buenas costumbres’, es decir, libre por el hecho de que no esté atado a los fanatismos, tanto políticos como religiosos, que sea capaz de pensar por sí mismo, y cuando se incorpore, seguramente lo vamos a seguir ayudando a que piense por sí mismo, que siga siendo libre”.
En cuanto a las denominadas “buenas costumbres”, planteó: “Nos referimos a lo común dentro de la sociedad, que sea una persona que tenga su vida diaria un poco resuelta en cuanto a su trabajo, su familia, que sea un buen ciudadano medio; no se pide otra cosa para el ingreso”.
Además, refirió que “la masonería es una escuela de vida y de conducta” y que “se trata siempre de elevar al ser humano”, agregando que “se trata de una institución que se dedica a mejorar la calidad de vida de cada uno de sus integrantes, para que luego ellos, a través de su trabajo en la sociedad, mejoren la calidad de vida de los distintos países. Eso es, a grandes rasgos, la masonería actualmente. Por supuesto que la misma se diferencia, por su carácter iniciático, de otras instituciones que también trabajan en la sociedad. Es la única institución en el mundo, por ejemplo, que reúne hombres de distintas orientaciones, quienes piensan distinto, que han ido a distintos colegios, a distintas universidades o leído distintos libros”.

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