EL TITULAR DE LA EMPRESA CONFIRMÓ QUE INDEMNIZARÁN A LOS EMPLEADOS

La metalúrgica Oliva sostiene que la planta resultó “inviable”

El propietario de la empresa metalúrgica cuyo cierre es inminente, Federico Oliva, sostuvo en diálogo con el Diario que se trata de “una pequeña y mediana empresa que está sufriendo una grave crisis, después de dos años y medio de una importante presión económica” y remarcó que la estructura de costos “es muy alta, algo que encarece aún más el hecho de estar en Puerto Madryn”.
Además, planteó que “cuando llegan estas etapas de crisis, donde el punto de equilibrio es tan alto y el nivel de recaudación es bajo, en poco tiempo la empresa se descapitaliza, que es lo que sucedió”, agregando que “mientras la situación económica es favorable, ‘flota’, pero si se pasa de 65 toneladas (de producción) a unas 38, es imposible sostener al personal con los costos que ello implica, tanto a nivel del transporte como la zona desfavorable y demás; es inviable”.

Sin stock y con números “en rojo”

De a poco “la empresa fue comiendo su capital y su stock, a costa de sostener a la gente”, lamentó el empresario, quien también aclaró que “nunca hubo dinero para desvincular” a los empleados debido a la situación financiera, lo cual habría llevado a la empresa al estado en el que se encuentra ahora.
Dicha problemática “no le pasa solamente a las empresas de Puerto Madryn, sino también a las de Buenos Aires”, comentó Oliva, quien también reconoció que los costos laborales en la Patagonia son considerablemente elevados con respecto a otras zonas del país.

Pesqueras interesadas en el galpón

Consultado sobre la versión de que se buscaría vender las maquinarias de la empresa, el titular negó que ello fuera a ocurrir, ya que “eso es más complejo aún, dada la situación que vive el país, a no ser que existan compradores en el exterior, que de hecho los hay, pero se les puede vender no más de una máquina, lo cual no soluciona nada y se estira la agonía”, consignó. La venta del predio y el galpón sería otra opción, donde según trascendió, una serie de empresas pesqueras locales y provinciales estarían interesadas.

Pagarán las indemnizaciones

Por otra parte, el dueño de la planta confirmó que “se le va a terminar abonando a la gente”, aunque esto “llevaría tiempo”, dado que las gestiones demorarían algunas semanas. “Lamentablemente, es una empresa que está fundida”, admitió Oliva, quien precisó que la planta “tenía unas 120 toneladas de stock y prácticamente ya no queda nada”. En esta línea, lamentó que “se trata de una empresa familiar de varios años” que terminarían con únicamente los 13 empleados con los que cuenta en la planta ubicada en la provincia de Buenos Aires.

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