LA PROHIBICIÓN DE FUMAR SE EXTIENDE POR LAS COSTAS DE ESPAÑA

Las playas sin humo no son imposibles

La acumulación de restos de cigarrillos en las playas de todo el mundo es una de las contaminaciones más nocivas y más cotidianas que realiza el hombre cotidianamente. En Puerto Madryn es notable, en la temporada estival, como se amontonan las colillas sobre la arena, siendo una de los objetivos en cuanta campaña de limpieza voluntaria se presente. Pero combatir este flagelo no es imposible, aunque no sea fácil.
En España, la comunidad autónoma de Galicia fue pionera implantando la prohibición de fumar en playas, hoy ese programa de playas sin humo cuenta con 45 ayuntamientos adheridos este año.
La primera playa sin humo fue creada por el ayuntamiento de Baiona en 2012 y en los años sucesivos más municipios se fueron adhiriendo a la iniciativa. De este modo, en 2016 el proyecto se amplió a toda Galicia, naciendo la Red Gallega de Playas sin Humo. Los municipios catalanes de Lloret de Mar y Sant Feliu de Guíxols, en la Costa Brava, también han implantado una medida similar en varias de sus playas.
Según explica el consejero gallego de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña al diario especializado Redacción Médica, la Red Gallega de Playas sin Humo nació “con un fin educativo y de sensibilización social”. Este año, el programa de playas sin humo de Galicia cuenta con 45 ayuntamientos adheridos, que suman un total de 79 arenales.

Sin multas

Ahora bien, el programa de playas sin humo no implica la prohibición de fumar bajo amenaza de sanción. Si alguien desea encender un cigarrillo, puede hacerlo y no será multado. Y en algunas playas que no disponen de vigilancia, ni tan solo será advertido.
Y es que este programa es «participativo y voluntario, sin multas ni vigilancia, lo que hace que otras comunidades autónomas soliciten nuestra colaboración ya que Galicia es un referente para su implantación”, explica el consejero gallego de salud.
Inspirados por el ejemplo gallego, el municipio catalán de Lloret de Mar, en la Costa Brava, también se ha sumado a la iniciativa de playas sin humo.
De este modo, agentes cívicos informan a los bañistas de esta medida y unas banderolas de gran tamaño con la frase «zona sin humo» escrita en diferentes idiomas delimitan las áreas en las que no se puede fumar.
El concejal responsable de Espacio Urbano y Sostenibilidad, Jordi Orobitg, ha explicado que para implementar esta medida se han escogido áreas del litoral con bandera azul. «Allí es donde se concentra el turismo familiar y donde hay espacios como los miniclubes -de entretenimiento infantil tutelado-, la biblioplaya o los deportivos, en los que, por su propia naturaleza, es lógico que no se fume», ha destacado el concejal.
«Poder extender la toalla en la arena sin miedo a encontrarte una colilla es algo que agradece todo el mundo», añade.

El caso de Lloret de Mar

Orobitg explica que se han inspirado en el proyecto que funciona en Galicia, y ha puntualizado que Lloret de Mar puede contribuir a su difusión pública como segundo destino turístico más importante de Cataluña, con 1,3 millones de visitantes anuales.
El ayuntamiento ha recibido algunas críticas de bañistas, pero el concejal ha señalado que «predomina la adhesión a la propuesta, que se entiende como buena y adecuada».
Los agentes cívicos que recorren las playas advierten de la prohibición a quienes encienden un cigarro en esas áreas y recorren también el resto del litoral de Lloret de Mar para repartir ceniceros entre quienes fuman en las zonas permitidas, para evitar que se depositen colillas en la arena.

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