ASEGURÓ QUE “NO ES APLICABLE A NUESTRA ZONA POR LA COMPOSICIÓN DE LOS SUELOS”

Bard pidió revisar el convenio de landfarming por los fuertes olores

Luego de que, en reiteradas ocasiones, volvieran a percibirse fuertes olores en el casco urbano de Puerto Madryn, la edil Claudia Bard (PJ-FPV) solicitó que el convenio por el que se habilitó la realización del proceso de landfarming sobre los residuos orgánicos de la industria pesquera, sea revisado y su procedimiento estudiado en su relación con la tipología de suelos de la zona.
Si bien “yo no apoyé con mi voto al landfarming, que es un modelo de tratamiento que se aplica a los residuos pesqueros, pido que se revea ese convenio porque considero que requiere un nuevo análisis y revisión”, planteó la legisladora durante el último encuentro legislativo.
Según expuso, “especialistas en la materia refieren a que el desarrollo de esa técnica es muy complejo por el tipo arcilloso de suelo” de nuestra zona, “ya que no reabsorbe lo que necesita ese proceso, y consecuentemente se generan gases que terminan emanándose al aire madrynense”, lo que reiteradas veces se ha podido percibir, “además que atrae a muchas aves”.
El sistema anterior que se utilizaba sobre los residuos orgánicos de la industria pesquera “no era bueno, pero está claro que el landfarming tampoco, por lo que debería ser revisado”, remarcó, además de considerar que “sería una buena oportunidad para convocar a profesionales de las universidades y del CCT Conicet-Cenpat, para que nos den una opinión sobre este proceso” y su relación con el suelo local.

Harinera de pescado

La edil comentó que “pedí que se revisara lo que se firmó hace un tiempo, en relación al tratamiento y disposición final de los residuos pesqueros, que antes se hacía en los cuencos que dependen de la Municipalidad, a lo cual se firmó un convenio para que se aplique la metodología de ‘landfarming’ a través de una empresa privada” y agregó que “en su momento, con los científicos y la gente especializada con la que hablé con respecto al tema, surgió que una de las consecuencias eran los olores; si bien también está el tratamiento y procesamiento de la harina de pescado, es un procedimiento distinto que hasta ahora estuvo funcionando casi en su plena posibilidad de producción, y no habíamos tenido inconveniente con los olores”.

“No es aplicable a la zona”

A su vez, Bard manifestó que “yo sabía que el ‘landfarming’ tenía este tipo de consecuencias, fue una de las cosas que expuse en su momento en la Sesión para no votar, fui la única que no votó el procedimiento; si bien es moderno, ecológico y demás, no es aplicable a la zona por distintos factores; primero, por el tipo de suelo arcilloso que tenemos, que no absorbe determinados líquidos, gases y demás, que son los que se emanan a la atmósfera y consecuentemente generan el olor que sentimos, y por otra parte, porque la bacteria que debía generar el procedimiento de ‘landfarming’ para producir compost y que el mismo sea comercializado o reutilizado, es una bacteria que no sobrevive en la zona”.
Sobre esta línea, planteó: “Tiene varias falencias el procedimiento, para aplicarlo en este tipo de suelo. Y por cómo es el mismo, sabíamos que una de las consecuencias era que todos esos gases salgan y sean emanados a la atmósfera. Obviamente, esto requiere que se haga el estudio correspondiente. Vi actas que se hicieron recientemente, tratando de averiguar de dónde provenían los olores, y la misma gente de la Municipalidad constató que no provenían del procesamiento de harina de pescado”.

Contrato entre partes

Consecuentemente, “quiero que se investigue un poco más y que en todo caso se revea la situación, que veamos cómo podemos remediar esto que se empezó a aplicar en la zona y que, evidentemente, no es para la misma”, consignó Bard, agregando que “por mi parte no tengo el conocimiento técnico para afirmarlo o los aparatos para constatarlo, eso está a cargo del Ejecutivo Municipal y el Provincial, y lo que pido es que se muevan los mecanismos para determinar cuál es el inconveniente; y, por otro lado, si el mismo es por el ‘landfarming’, que reveamos la situación; si bien hay un contrato entre partes que es muy difícil modificar, va a ser muy perjudicial para todos los madrynenses”.
En este sentido, añadió que “más allá de que el olor específicamente sea producto de ello o no, creo que es un buen momento para poner en tela de juicio este tipo de procedimientos, que se vuelva a estudiar, que se discuta más; lamentablemente, creo que en su momento no escuchamos las distintas versiones respecto de la aplicación del ‘landfarming’, solamente se citó a la Comisión a la gente que era beneficiaria del comodato y que lo iba a aplicar; inclusive, y lo que solicito es que nos juntemos con científicos del Cenpat y reveamos el tema”.

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